El fisicoculturista que saca los músculos por San Antonio
El profesor de educación física Francisco Orellana dejó en lo más alto el nombre de la comuna tras obtener el primer lugar en el Nacional en la categoría hasta 100 kilos. Además, es subcampeón de Chile en la especialidad Classic Physic.
Por quinto año consecutivo Francisco Orellana Rodríguez compitió en un torneo de fisicoculturismo a nivel nacional y nuevamente subió al podio de los ganadores. Esta vez se coronó campeón nacional en la categoría hasta 100 kilos y quedó en el segundo lugar en la especialidad Classic Physic, lo que lo llena de orgullo y satisfacción.
Con alegría, este profesor de educación física sanantonino y propietario del gimnasio "Estudio A.T.V" (ex Activa tu vida) de Villa Italia, contó que estos triunfos los logra gracias a una estricta disciplina deportiva, la que implica muchas horas de entrenamiento diario y una alimentación acorde, entre otras acciones que le permiten llegar en óptimas condiciones a cada competencia, para demostrar ante el jurado que tiene méritos de sobra para imponerse ante los demás deportistas.
Aunque cueste creerlo, Francisco revela que fue obeso en su adolescencia, por lo que sabe por experiencia propia las implicancias de esta enfermedad, lo que lo motiva a aportar con los alumnos que entrenan en su gimnasio (@estudio_atv en Instagram).
-¿Cómo llegaste a este último torneo nacional?
-La travesía partió en un regional que se hizo el 27 de noviembre en La Ligua, clasificatorio para el nacional. Gracias a Dios nos fue excelente en todas las categorías en las que competí: 90 kilos, Classic Physic talla Alta y Culturismo Clásico. Gané todas las categorías y eso me dio el pase gratuito para ir a competir al Nacional que es el torneo más importante del país a nivel de fisicoculturismo.
-¿Cuáles fueron las claves para obtener tan buenos resultados?
-Gracias a una preparación que hicimos a conciencia y extremadamente dura, competimos en la categoría de 100 kilos. Primera vez en mi vida que ganaba tanto peso magro para competir. Salí campeón en esa categoría y subcampeón en la especialidad mía que es Classic Physic, que es una categoría donde más que el tamaño, privilegian la simetría, las líneas elegantes del cuerpo, sin una musculatura aparatosa. No contaba con que viniera el campeón sudamericano y él me ganó esa categoría.
-¿En cuántos torneos has participado desde que partiste?
-Llevo cinco años compitiendo con muy buenos resultados. En mi espalda tengo 20 competiciones, y en 14 he salido primero, cuatro veces he obtenido el segundo lugar y en dos ocasiones tuve el tercer puesto. Jamás he estado bajo del podio a nivel nacional.
-¿Con cuánto tiempo te preparas para ir a una competencia?
-Más menos cinco meses. Ya hay una base muscular de años de trabajo, nutrición, entrenamiento, buena suplementación, pero son más o menos cinco o seis meses con dieta estricta, seis días de entrenamiento con tres horas diarias, partiendo mi día a las 3 de la mañana. Hay que cambiar todo el horario para que coincida el entrenamiento, el trabajo y el descanso. En tiempo de preparación me levanto a las 3 de la mañana y me estoy acostando a las 6 ó 7 de la tarde para cumplir todo lo que tengo que hacer.
-¿Cómo partiste en el fisicoculturismo?
-Cuando salí de cuarto medio quería estudiar una carrera humanista. Estudié para ser profesor de Historia. En la universidad empecé a jugar rugby y me empezó a picar el bichito por los fierros, el ejercicio y las pesas. Como mi universidad quebró no me convalidaron nada, tuve que partir de cero todo. Ahí me fui a estudiar preparador físico, después saqué la educación física, y luego un diplomado en musculación, nutrición deportiva y fisicoculturismo, hasta que un día mi hija me dijo 'papá por qué no compites si te ves grande, prueba'.
-¿Cómo fue tu primera competencia?
-En el primer torneo salí campeón, fue el 2017 pesando 80 kilitos y ahora compito con 90 y tantos kilos.
-¿Antes de entrar a la universidad también entrenabas?
-No, hacía lo típico de cualquier adolescente, jugaba a la pelota, básquetbol. Recién en la época de la universidad empecé a entrenar con fierros como a los 22 años y ahora tengo 37. Netamente en el fisicoculturismo partí mucho después, a los 33 años.
-¿Por qué no partiste antes?
-Porque es un deporte que requiere mucho tiempo, mucha disciplina y es muy costoso además por el tema nutricional. Por ejemplo, para una preparación sagrado debo tener un kilo de pollo diario, batidos de proteína, multivitamínicos, suplementación, creatina, energizante y quemadores de grasa. Sale bastante costoso, entonces no lo podía hacer hasta que estuviese estable económicamente y acá en Chile no hay mucho aporte al deporte.
-¿Cómo surgió la idea de abrir tu propio gimnasio?
-Con mi pareja, Claudia Norero, partimos con un proyecto que se llamaba "Activa tu vida". De hecho, presentamos el proyecto al municipio y nos dejaron plantados en tres reuniones seguidas. Me aburrí y le dije a Claudia que me iba a devolver a Santiago porque como soy profesor de educación física hacía algunas horas de clases en colegios, otras en gimnasios y me sentía marcando el paso. Tenía un autito, lo vendí, hicimos capital y así partimos con un gimnasio súper precario, con puras máquinas artesanales. En un principio atendía solo yo. Era el recepcionista, el profesor, hacíamos entre los dos con Claudia el aseo y vivíamos acá en una pieza.
-¿Estás conforme con el resultado que ha tenido el gimnasio hasta el momento?
-Totalmente, gracias a Dios después de ocho años somos el gimnasio más prestigioso de San Antonio. Tenemos entre 200 y 300 personas diarias, con una plantilla de más o menos ocho personas trabajando contratados y creo que somos el único gimnasio que ha sacado cerca de diez fisicoculturistas hombres y mujeres a competir.
-¿Cómo enfrentaste la llegada de la pandemia?
-Tuvimos que cerrar durante dos años. Estuvimos prácticamente en la quiebra, tuvimos que vender nuestro auto, arrendar la casa y con ese arriendo pagar el gimnasio y volvimos a vivir a la misma pieza, tuvimos que partir de cero. Amamos tanto nuestra pega que volvimos a salir adelante gracias a que tenemos un público profesional y profesores que son todos profesionales.
Obesidad
La obesidad y el sobrepeso están incrementándose cada vez más, debido a la mala alimentación y el sedentarismo. Tanto Francisco como Claudia, su pareja, conocieron en carne propia los efectos de esta patología, lo que los incentiva a ayudar a quienes hoy sufren con los kilos de más.
-¿Cómo ves el tema de la obesidad ahora que se está trabajando en un proyecto de ley sobre esta enfermedad?
-Yo soy súper crítico en eso porque vengo de un pasado de obesidad también, fui obeso hasta los 14 años. También nos toca muy de cerca porque mi pareja fue obesa mórbida y por ese lado nosotros partimos, porque teníamos el otro punto de vista y la sufrimos siendo obesos. Pero esto es un círculo: buena alimentación y trabajo físico son las dos cosas importantes.
-¿Conocer la realidad del sobrepeso te hace comprender a quienes viven en esta situación?
-Soy crítico y duro con mis alumnos que no me siguen las pautas porque yo también vengo de un pasado de obesidad. A mí no me pueden mentir diciendo que hicieron algo porque las evaluaciones claramente no lo están reflejando. Es un tema que siempre lo converso: la obesidad tiene que ser tratado como cualquier adicción, como la adicción al alcohol, al tabaco o las drogas, es una adicción a la comida. También tiene que ir enfocada en área sicológica.
-¿La pandemia causó más sobrepeso producto del encierro?
-Todos los alumnos subieron en promedio 10 kilos cuando volvieron después de la pandemia. Nosotros también subimos 10 kilos.
-¿Qué opinas de que niños hagan ejercicios con peso?
-Hay mucha ignorancia en este tema. Todo lo que sea deporte es beneficioso fisiológicamente porque estimula mucho el crecimiento. Todos dicen si haces pesas te vas a quedar chico, pero es al contrario porque estimula el periostio que es la última capa que recubre las osamentas, o sea los huesos. Nosotros acá tenemos alumnos de 11 ó 12 años. Obviamente no les vamos a dar una rutina de hipertrofia a un alumno de esa edad, sino más que nada ejercicios usando su propio peso. Incluso ahora en el nacional compitió un niño de 12 años, lo hace porque le gusta y casi solo con su peso corporal.
-¿La tecnología está causando que haya más obesidad en los niños al favorecer el sedentarismo?
-Desgraciadamente como dijo Einstein estamos criando generaciones de idiotas, y eso es verdad porque está proliferando el sedentarismo con el celular, la consola o las plataformas de streaming donde puedes estar sin moverte las 24 horas. De hecho están apareciendo muchas patologías en la columna vertebral de niños por el mal posicionamiento con el celular.
-¿Vas a seguir participando en torneos próximamente?
-No, voy a dejar de competir durante cinco años porque con Claudia queremos hacer familia.