Director de la escuela de Agua Buena es fanático de Metallica, Iron Maiden y los videojuegos
Aurelio Santis Toro enfrenta varios desafíos en su cargo, como la contaminación acústica que provoca el continuo paso de camiones. A pesar de esto sus estudiantes han conseguido importantes logros académicos que lo llenan de orgullo.
Rockero, fanático de Iron Maiden y Metallica y también de los videojuegos desde que era estudiante de la Escuela España. Esas son algunas de las facetas de Aurelio Santis Toro (43), director de la escuela Eduardo Fernández de Asturias desde 2016, cuando ganó el concurso público para dirigir el establecimiento de la localidad rural de Agua Buena.
El profesor de Historia es testigo del esfuerzo que hacen los estudiantes para concentrarse en clases a pesar de la persistente contaminación acústica que genera el tránsito de grandes camiones a escasos metros de la escuela que alberga a 175 niños.
En lo personal el docente sanantonino, reconoce estar feliz con su trabajo, pero sobre todo con la familia que formó con María José, su compañera de vida y madre de su pequeño hijito de sólo ocho meses con quienes vive en su casa que se encuentra a pocos metros de la escuela.
-¿Qué hacía antes de asumir la dirección de la escuela?
-Había trabajado en colegios subvencionados y públicos hasta que en julio de 2016 llegué a ser director. Trabajé como profesor en el People Help People, era jefe técnico en el Helen Lee Lassen hasta que gané el concurso público de la escuela de Agua Buena. Esta es mi primera experiencia como director.
-¿Cómo ha sido la experiencia de ser director de una escuela rural?
-La experiencia tiene que ver con hartos aprendizajes. En la universidad te pueden enseñar un montón de teorías, pero en la escuela rural es distinto. Me encanta todos los días ir logrando cosas, como la escuela es pequeña se puede lograr comunicación con la comunidad, puedo tener contacto con los estudiantes, sé el nombre de todos, también sé quién es la mamá o el papá de los niños. Muchas veces se puede cortar el agua, aquí no hay alcantarillado entonces se puede desbordar la fosa o tenemos que enfrentar el tema de los camiones porque este es un sector industrial. Aquí hubo un cambio de uso de suelo en el 2006, entonces si usted recorre la localidad de Agua Buena está rodeada por las viviendas que quedan y por empresas y camiones.
-¿Qué situaciones ha debido enfrentar?
-Las escuelas rurales son pequeñitas en el sentido de que no hay un inspector o secretaria, entonces muchas veces uno hace las funciones. Hay muchas cosas que no las conocía antes y las aprendí en la misma práctica. El 2016 me tocó enfrentar el incendio que hubo en Malvilla y tener que hacer la alerta de evacuación y justo teníamos una ceremonia de despedida del octavo. Ahora que llevo siete años, sé que esas cosas son parte del día a día.
-¿La escuela es importante para la comunidad?
-Es impactante que a 15 minutos de distancia de un lugar y otro haya tanta brecha. Sin embargo, lo digo de corazón ha sido la experiencia laboral más gratificante que he tenido, adoro trabajar acá. Esta escuela es muy importante porque es el núcleo educativo de la comunidad. Aquí se han hecho bingos, lotas, se hacen actividades de Navidad, obras de teatro, porque en realidad no hay ningún espacio en el sector para ello.
-¿Hay más cercanía con los apoderados o vecinos?
-Sí y justamente me gusta eso. Uno sabe que puede conversar con todo el mundo. Por ejemplo, me pongo en la puerta, saludo a la gente y uno los conoce, es algo más personal. Yo creo que justamente a nosotros nos prefieren porque aquí los colegas y asistentes también son cercanos.
Ruido
Uno de los principales problemas que tiene la escuela es la contaminación acústica que provocan los camiones que pasan por la ruta 78. "Se supone que nos iban a colocar algo para aislar los ruidos, pero hemos estado malamente acostumbrados. Creo que ha sido parte del entorno acá. Yo vivo a dos cuadras del colegio y uno escucha camiones todo el día, con excepción de los feriados. Es un tema que es súper invasivo, que los niños están como adaptados con decibeles gigantes y aún así hemos logrado excelencia académica dos veces, con los puntajes Simce de mediciones anteriores. Con todo eso lo hemos logrado. Debería haber espacios educativos más adecuados para estos niños que se lo merecen", planteó el profesor.
-Además del ruido ¿es un riesgo el paso de los camiones para los niños?
-Nosotros recibimos alumnos de San Antonio, Cartagena, El Tabo y de Agua Buena. Contamos con furgones de acercamiento de San Antonio que llevan a chicos de Potrerillos, Malvilla también, Cartagena y aquí en Aguas Buenas porque si bien se ve cerca, que los niños se vengan caminando es súper riesgoso, por los camiones y además de la polución y el barro en invierno.
-¿Es un desafío ser director de esta escuela?
-Es un desafío que me gusta, que uno siente que este tipo de escuela da frutos más visibles, porque la acción se puede ejercer de manera más personalizada. Como nuestro equipo es más reducido, tenemos la confianza del día a día, hacer un liderazgo y que todos caminemos en un proyecto en común. Es un desafío en el que hay una lucha con todo el tema geográfico y el entorno y ahí hay que ver qué sucede con las familias, porque la pandemia marcó muchas diferencias, no todos podían acceder a internet.
-Y les robaron los tablet que iban a entregar a los niños..
-Sí, en la pandemia nos pasó que nos robaron los tablets que nos llegaron del Daem. Nosotros estábamos poniéndolos en cajitas para entregárselos a los apoderados y al día siguiente encontramos el robo. Fue un hecho terrible, sentí una impotencia horrible, me dio una rabia espantosa, lloraba de rabia e impotencia, pensaba por qué le hacen esto a los estudiantes. Mi compañera María José me dijo, de este hecho tan triste que pasó yo sé que van a salir cosas buenas para adelante y después con los días me contacto con Canal 13 e hicieron una campaña en el programa "Aquí somos todos" y se consiguieron los tablets.
-Fue una oportunidad para mostrar su escuela aunque fue por un hecho triste.
-Ese día una empresa nos ofreció instalarnos cámaras y dos o tres meses después Ultramar nos donó tablets y a través de Desafío Levantemos Chile, se gestionó la cancha de la que estamos disfrutando ahora. Después pensaba, a lo mejor si no hubiera pasado eso tan malo, nunca hubiéramos obtenido lo que tenemos ahora.
Sueño hecho realidad
Aurelio Santis fue padre hace ocho meses y comenta con emoción que formar una familia es un sueño cumplido.
-En lo personal, ¿qué le gusta hacer en sus ratos libres?
-Ahora ratos libres no tengo tantos porque tengo a mi hijo que lo he disfrutado mucho. Creo que no hay experiencia más gratificante que ser papá. Lo viví en mayo del año pasado. En los momentos de descanso me gusta estudiar, escuchar Iron Maiden y Metallica. He ido dos veces a conciertos de esas bandas que escucho desde chico. Soy fanático de video juegos y me gusta ver animé, siempre he sido fanático de Dragon Ball, lo vi en el año 97.
-¿Iba a los locales de videojuegos cuando estudiaba?
-Sí, incluso mi primera consola fue un Atari en el año 86. En esa época uno iba a jugar videos con las típicas fichas, con la tecnología todas esas máquinas Arcade caen en una cajita. Yo fui a los "Tío Ely", a los que estaban al lado del Cine Rex de Llolleo. Recuerdo cuando jugué en el de Las Tortugas Ninjas con las cuatro palancas, era espectacular o la primera vez que salió el Street Fighter con los seis botones, alucinaba, nunca había visto un video con seis botones, debe a ver sido en el año 90. Mi hermano que es más fanático tiene una pieza con las consolas.
-¿Qué sueño le gustaría hacer realidad?
-Mi sueño fue haber entrado a la universidad porque en mi familia yo soy el primero en hacerlo. Yo estaba estudiando Contabilidad en el liceo Comercial y me entró una crisis vocacional y llegó un momento en que no quería saber más de Contabilidad. Cuando di la prueba obtuve un puntaje súper alto y estudié Historia porque siempre leí historia por mi cuenta. Tenía el famoso Icarito, enciclopedias. Mi papá nos fomentó mucho la lectura y mi mamá el tema del estudio. Tuve muy buen rendimiento en el colegio, por lo que fui becado y la universidad me pagó todo.
"Lo digo de corazón ha sido la experiencia laboral más gratificante que he tenido, adoro trabajar acá",
Aurelio Santis,, profesor.
"Recuerdo cuando jugué en el (video) de Las Tortugas Ninjas con las cuatro palancas, era espectacular o la primera vez que salió el Street Fighter con los seis botones, alucinaba",
Aurelio Santis.