Matrona llama al autocuidado por aumento de enfermedades de transmisión sexual
Alejandra Leal Millán, funcionaria del hospital Claudio Vicuña hace dos décadas, además destacó que los embarazos adolescentes no disminuyen a pesar de la información que se entrega para prevenirlos.
Al parecer muchos pensaron que con la llegada de la pandemia el mayor riesgo era contagiarse de covid y se olvidaron de otros virus, como el VIH. Según Alejandra Leal Millán, matrona que lleva dos décadas ejerciendo su profesión en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio, en los últimos años se han incrementado los casos de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), por lo que hace un llamado al autocuidado.
Otro factor que desde su área de especialidad han detectado es que no disminuyen los embarazos adolescentes, a pesar de toda la información que está disponible para prevenirlos. Además, entre los antecedentes que merecen poner en alerta, indica que se han visto con mayor frecuencia a embarazadas que son consumidoras de sustancias dañinas para el bebé en gestación.
"Egresé hace más de 22 años de la Universidad de Concepción. Llegué acá porque gané un concurso del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio. He trabajado en hartos hospitales y eso me ha dado una visión muy variada de lo que es la obstetricia y la matronería en general. Llevo en la zona 19 años ejerciendo mi profesión. Soy mamá de tres hijos y me siento una sanantonina más desde el corazón. Para mí el hospital Claudio Vicuña ha sido mi casa todo este tiempo y donde me acogieron luego de haber trabajado en el Van Buren. Dentro de otras cosas he aprovechado de trabajar con la comunidad, en programas del municipio y hacer algunas tareas en base a ayudar a las gestantes a asistir su parto", cuenta Alejandra Leal.
-¿Has visto algún cambio en la edad en que las mujeres están siendo madres?
-En el sistema público nosotros no vemos mucho esa diferencia. Antiguamente siempre era como una problemática el tema de los embarazos en adolescentes en general. De hecho había un programa del municipio para prevenir el embarazo adolescente y tener la visión un poquito más amplia de lo que significaba controlar esa parte, pero para nosotros el grupo etario se ha ido trasladando un poquito hacia la madurez. Hemos tenido casos de embarazadas desde 42 hasta 47 años.
-¿Qué pasa con el embarazo adolescente?
-Demográficamente también hemos cambiado porque se ha venido mucha gente de Santiago también con otro tipo de características que hace que no cambie tener hartos embarazos en niñas. En general, las tasas de embarazo adolescente siguen siendo las mismas, no se ha logrado tener un impacto real en la disminución de estos, lo que sí, ahora están controlados. Las chiquillas de la Atención Primaria de Salud (Cesfam) del litoral hacen un buen trabajo y se preocupan mucho del tema del embarazo, la anticoncepción, pero en la pandemia disminuyó el tema de los controles, el acceso a los anticonceptivos, entonces todo influyó.
-¿La situación actual con las enfermedades de transmisión sexual es preocupante?
-Sí, este último tiempo aumentaron todas las enfermedades de transmisión sexual como el VIH y la sífilis, que nunca habíamos tenido una tasa tan alta, al menos en los últimos años. Entonces uno pregunta qué lleva a que las personas se contagien, y en realidad son las conductas de riesgo, porque la gente aún asume que no le va a pasar, todavía tiene la mentalidad de poco cuidado y poco uso del preservativo. Las ETS han aumentado en forma abrupta. No sé si será por la falta de acceso a los consultorios, a las horas médicas o de control con la matrona, pero tiene que ver con un conjunto de situaciones, con la llegada de población flotante, la llegada de inmigrantes. No es que ellos traigan las enfermedades, pero muchos de ellos no tienen acceso a controles médicos.
-¿Hay programas que promuevan la prevención de estas patologías de transmisión sexual?
-No hay programas claros de prevención. Acá el colega que trabaja en ETS es un profesional activo en el tema. Se pierden muchas horas, la gente no viene a control y esa problemática no debería estar pasando. La ciudadanía debería estar más informada, pero por alguna extraña razón hace caso omiso de las campañas.
-¿Nos cuidamos poco los chilenos?
-Creo que existe una conciencia de poco cuidado en general. A eso se agrega el factor pobreza y el abuso de sustancias ilícitas y alcohol por parte de menores de edad. De hecho, cada vez más embarazadas llegan con problemas de consumo. Antiguamente era muy raro ver a una embarazada consumidora o teníamos casos sociales. Ahora todos los meses tenemos tres, cuatro y hasta seis guaguas con ese tipo de problemáticas.
-¿La llegada de la pandemia afectó la atención a los usuarios?
-Hablando del embarazo en sí, nosotros teníamos toda esta situación del parto fisiológico acompañado, y la pandemia hizo un flaco favor a todo lo que es esta política de salud pública. Es muy complejo porque, producto del miedo al contagio, retrocedimos en la seguridad para la paciente que tenía otra opción de parto por ejemplo. Si en dos años la gente no salía de sus casas, no se juntaba, luego hubo como esta explosión de libertad que se transformó en que el mundo se va a acabar y hagamos todo lo que no hicimos en dos años.
-¿Hay diferencias en la situación de las embarazadas en los últimos años?
-Hay que ver el panorama completo y sacar una fotografía del nuevo San Antonio porque ahora somos muy distintos a como éramos hace dos o tres años atrás. Hay una percepción de inseguridad, de que las cosas no van por el mismo lado desde que yo llegué. Ahora tenemos muchas tomas y eso también ha generado un conflicto porque obviamente la gente tiene derecho a vivir en una vivienda digna, pero la situación de cómo vive la gente ahí es un tema. Nosotros lo vemos diariamente. Mucha gente que viene de las tomas no tiene acceso al agua, a la luz, al transporte, hay mucho consumo de drogas, situaciones de violencia. Entonces, cómo tú paras un movimiento que se nos abalanzó y se instaló. Y estoy hablando sólo de una percepción mínima que es la población de embarazadas.
-¿Los partos en casa los siguen pidiendo?
-Todos tenemos nuestras formas de trabajo, pero llego a las mamás a través del boca a boca, no tengo una página porque en general no tengo el tiempo al ciento por ciento para ese tipo de asistencia. Con la pandemia bajó un poco el tema de la gente que quería atenderse en su casa, por el miedo y la incertidumbre. En promedio atiendo dos o tres partos en casa en el año. El tener un parto en casa es muy distinto a uno hospitalario. Eso ayuda mucho al espíritu también. El parto en casa no es una moda, no puede ser esa la motivación, tiene que ser una convicción personal, un trabajo físico y sicológico, obviamente con exámenes como todo control prenatal y eso permite que tú tengas la seguridad que va a salir el proceso con un recién nacido y su mamá sanos, que es lo más importante.
-¿Es conveniente que las mujeres elijan en qué lugar dar a luz?
-Siempre he pensado que todas deben tener su espacio. Toda mujer que decide tener su hijo con diferentes situaciones y circunstancias, ya sea en su casa, en el hospital, clínica, tienen diversas motivaciones y deseos. Por eso es importante darles cupo a esas diversas situaciones. Yo creo que la salud reproductiva de las sanantoninas está por sobre cualquier circunstancia y en eso las matronas de la atención primaria son bacanes. Soy muy admiradora de la gente que trabaja en mi rubro y en general las mujeres que trabajan con mujeres hacen que la vida sea más fácil.
-El nuevo hospital Claudio Vicuña va a contar con el servicio de parto en el agua. ¿Qué opinas de esa prestación?
-Venimos trabajando en este proyecto de parto humanizado hace muchos años y en algún momento también pedimos nuestra piscina de hidromasaje, pero el servicio público no estaba abierto a esta prestación. Con la ley de violencia obstétrica, que si bien se basa en la protección de las embarazas, lo que se está protegiendo es la decisión materna, de lo que ella quiere y necesita en su trabajo de parto. En ese marco legal, todos los nuevos hospitales vienen con esta modalidad de trabajo que es el parto respetado y dentro de eso está el parto en el agua. Ya no es una condicionante mía como profesional decidir qué es lo que yo voy a hacerle a la paciente, sino que ella va a traer su condicionante y eso es muy válido.
-¿Qué mensaje le enviaría a las sanantoninas?
-Invitarlas a todas a que se acerquen a su consultorio a los controles, nuestras colegas retomaron todas sus actividades de manera presencial en todo el Litoral. En el hospital tenemos un Policlínico de Alto Riesgo, además del de Ginecología, donde hay un alto porcentaje de inasistencia a los controles y hacen perder horas a otras personas que llevan meses tratando de tener una hora de control con los especialistas.
"En general, las tasas de embarazo adolescente siguen siendo las mismas, no se ha logrado tener un impacto real en la disminución de estos",
Alejandra Leal,, matrona
"Este último tiempo aumentaron todas las enfermedades de transmisión sexual como el VIH y la sífilis, que nunca habíamos tenido una tasa tan alta".