Impacto causó la repentina muerte de funcionaria municipal de San Antonio
Municipio decretó dos días de duelo comunal por el deceso de Erika Zúñiga.
Sus compañeros de trabajo no lo podían creer y hasta ayer no encontraban explicaciones, ni menos consuelo por la repentina muerte de Erika Beatriz Zúñiga Ramírez (61).
En su familia tampoco se conformaban, pero el apoyo continuo de cientos de trabajadores de la Municipalidad de San Antonio en la jornada de ayer, le permitió encontrar un poco de paz en este complejo momento.
Un accidente cerebro vascular le arrebató la vida a la encargada del programa de la Discapacidad, quien trabajó también en otras reparticiones en casi tres décadas de funciones, la noche del domingo.
Este impacto que causó su muerte, llevó a la administración comunal a decretar duelo comunal por dos días. "Consideramos necesario hacer un reconocimiento a funcionarios que han entregado su vida al servicio de la comunidad de San Antonio. Estimamos pertinente decretar dos días de duelo, considerando además que esta funcionaria estaba prestando servicio", anunció la alcaldesa Constanza Lizana a la salida de la funeraria Belén de Barros Luco, donde ayer se velaban sus restos.
Banderas a media asta y suspensión de actos o celebraciones municipales durante dos días implica el duelo comunal.
Mucho cariño
Su única hija, Carla Bustos Zúñiga, acompañada de Matilda, nieta de Erika, recibió innumerables muestras de cariño en este momento de pérdida.
Recordó que su madre "nació en un tren en San Rosendo, mi tata manejaba máquinas y mi mamá nació en un tren. Después se radicaron en San Antonio y mi tata tomó el ramal acá. Mi mamá estudió en el liceo Fiscal".
En el establecimiento sanantonino conoció a Francisco Antonio Bustos, con quien se casó cuando eran muy jóvenes. En 1985 el compañero de Erika falleció "por motivos políticos", como describió su hija.
Sobre la labor profesional "mi mamá empezó a trabajar en la municipalidad en el año 1993 ó 1994, como encuestadora, después trabajó como apoyo sicosocial y después se desempeñó en Discapacidad por casi 20 años".
Ese afán por ayudar la llevó a especializarse en distintas materias, la última en construcción, pues estaba a cargo de un nuevo proyecto de viviendas para discapacitados.
Con profunda emoción Carla Bustos afirmó que "mi mamá fue un regalo, la gente que me conoce lo va a entender. A todos les dejó algo, no material, una semilla preciosa, era puro amor, le gustaban los animales, el deporte, las diferencias entre las personas, valoraba mucho las diferencias y murió luchando por eso, porque el día sábado hizo el turno de trabajo con un compañero que estaba enfermo y dijo `no lo voy a dejar solo'. Al día siguiente falleció, la encontramos en la casa", relató.
Compañeros
El peregrinar de los funcionarios municipales por la funeraria donde se velaban los restos de Erika Zúñiga fue ininterrumpido ayer.
"Mi recuerdo de Quiqui, como le decíamos, son muchos. Ella me abrió la puerta cuando estaba pasando por un mal momento, me refugió y amparó, me dio su apoyo y cariño, le decíamos mami Erika, con Carla, su hija, somos como hermanas", destacó Patricia González, jefa del departamento de organizaciones comunitarias de la municipalidad.
Y contó que "estuve en la semana (pasada) con ella, conversando y echando la talla, siempre se estaba riendo, nunca pensamos que iba a terminar así. Esto fue una sorpresa. Mi hermana me llamó para contarme que había fallecido. No lo podía creer, mis colegas y amigos no podemos creer que la Erika no está con nosotros".
Y confesó que "estamos muy tristes, hemos tratado de ser fuertes para apoyar y contener a Carla, pero estamos devastados, Erika era una luz, por su alegría".
Alexis Moya, otro de los compañeros de trabajo, relató que "nos enteramos a través de los conocidos de la municipalidad, nos enteramos a través de redes sociales, quedamos profundamente conmovidos y perplejos, sin palabras, porque estuvimos con ella el fin de semana, el viernes, compartimos y conversamos".
Afirmó que "esta noticia nos tiene muy mal, en shock, tratando de respirar y encontrar algún grado de tranquilidad por esta tremenda situación que enfrentamos".
Sobre Erika Zúñiga resaltó "el grado de compromiso que tenía con la gente, no tenía horarios para acompañar, hacer trámites y gestiones para las personas que necesitaban ayuda. Lo hacía desde el punto de vista de su trabajo, pero también por iniciativa personal, porque la Erika siempre estaba dispuesta al apoyo".
Hoy, a las 15 horas, en la parroquia Santa Luisa de Marillac se realizará una misa y luego sus restos serán conducidos al cementerio Parque del Sendero de Llolleo. En el camino el cortejo pasará por la oficina de la Discapacidad, donde sus compañeros de labores le rendirán un homenaje en esta triste despedida.