La emprendedora que heredó el talento y la creatividad de sus padres
La multifacética Rocío Magaña, vecina de Villa Las Dunas de toda la vida, elabora figuras y bolsos personalizados, pinta cuadros y también prepara galletas con diferentes temáticas para fechas especiales, entre otras habilidades.
Rocío Magaña Ibarra (49) vive en la misma casa en la que creció junto a sus padres y sus cinco hermanos en Villa Las Dunas. A su alrededor hay muebles y adornos que su papá, quien falleció hace cuatro años, hizo de manera artesanal con sus propias manos.
Esta madre de dos hijos, de 23 y 10 años, comenta que sus padres siempre fomentaron la creatividad en ella y sus hermanos desde que eran muy niños, por lo que todos desarrollaron habilidades manuales como el dibujo y el diseño, entre otras.
En su caso, Rocío disfruta pintando cuadros, haciendo figuras personalizadas o preparando galletas con diseño de diferentes temáticas para regalar en fechas especiales como el Día de la Mamá, Navidad o el 14 de febrero que ya se aproxima.
Además, esta administradora hotelera de profesión hace un año es representante de productos de belleza y cosmética, lo que la tiene muy entusiasmada capacitándose frecuentemente.
"Xio Creaciones" es el nombre del emprendimiento que Rocío promueve a través de Facebook, donde se pueden ver las fotografías de diferentes trabajos y contactarla.
"Cuando éramos niños mi papá llegaba en enero con una caja llena de cuadernos para el colegio y en esa caja venía siempre una maletita con más de 40 lápices de colores y un block para que yo y mis hermanos nos entretuviéramos pintando. Siempre me gustó dibujar y pintar, por eso mi papá potenció esa faceta", cuenta Rocío en su casa de toda la vida.
-¿A qué se dedicaban tus papás?
-Mis papás tenían el lado artístico muy desarrollado. Mi padre hacía trabajos en madera como muebles, esculturas y también en cuero. Él toda su vida fue ferroviario, pero antes y durante trabajó mucho la madera. De hecho, muchas de las cosas que hay en casa fueron hechas por él, incluso las camas. En cuero confeccionaba carteras con un hermano de él. Mi mamá fue modista, hacía trajes de ballet y les hacía ropa a los vecinos en fechas en que era tradicional tener ropa nueva como los cumpleaños, Fiesta Patrias, Navidad, Año Nuevo o para ir a votar. Siempre estuvimos viendo a nuestros papás creando cosas.
-¿Recuerdas cuándo hiciste tu primera creación?
-Cuando iba en octavo básico, mi mamá y mi hermana se pusieron a hacer muñecas y yo quise imitarlas. Mi mamá era modista y mi papá tallaba en madera en sus tiempos libres, entonces tenía de dónde sacar esa faceta creativa. Siempre partí haciendo las cosas para mí. Me inventaba peluches y los hacía. Recuerdo que cuando salió el personaje "Fido Dido" en el comercial de una bebida (7-Up), me hice un Fido y a mis amigas les gustó tanto que tuve que hacerles a ellas también y se los vendía. Eran unos monos como de 25 centímetros y los cosía a mano sentada al lado de mi mamá, mientras ella hacía sus costuras.
-¿Cómo aprendiste las disciplinas artísticas a las que te dedicas?
-Estuve en un taller de arte en el colegio y aprendí a hacer cerámica en frío y empecé a hacer cosas. Siempre he estado inventando cosas, de repente veo manualidades que me gustan y las hago, pero con mi toque. Siempre he estado haciendo cosas con mis manos, no me gusta estar sentada sin hacer nada. También me motiva reciclar jeans. Mis amigas y mi hermana me traen y también compro en la feria para confeccionar bolsos, los que forro y decoro.
-¿Cuándo decides dedicarte a las manualidades?
-Cuando nacieron mis hijos me dediqué a trabajar desde la casa haciendo mis manualidades. Me he hecho conocida a través de las redes sociales como "Xio Creaciones" porque siempre hice manualidades, al principio era sólo para mis amigas, pero me empezaron a recomendar boca a boca y se hizo conocido mi trabajo.
-¿Qué tipo de labores artesanales realizas?
-Empecé a hacer muñecas, pinturas, collares y siempre iba variando y agregando cosas nuevas a mi portafolio. Hace un año tengo mi trabajo habitual que tiene que ver con cosmética y belleza, donde trabajo, estudio y me capacito mucho, pero me hacía falta algo, tenía constantes dolores de cabeza porque había dejado de lado la parte creativa. Entonces una cuñada que hacía galletas me motivaba a que hiciera, pero me daba lata pensar en que iba a tener que estar amasando y después haciéndoles todos los detalles. En enero del año pasado me decidí y me puse a hacer galletas. Quise comenzar con algo simple y partí haciendo unos corazones pintados de colores y publiqué fotos en Facebook. Tuve una súper buena recepción y nunca me imaginé que iba a tener tantos pedidos para ese 14 de febrero.
-¿Cómo seguiste con tu emprendimiento?
-Desde ahí empecé a buscar cursos para ir aprendiendo un poco más, porque hay detalles que uno no maneja, como algunos tips para que las galletas queden bonitas y parejas, por ejemplo. Después vinieron otras fechas como el Día de la Mujer, Pascua de Resurrección, el Día de la Mamá y el Día del Papá que fue increíble porque para Día del Padre normalmente lo que tiene que ver con manualidades baja mucho, pero fue muy bueno, a la gente le gustó las figuras de la temática con los bigotes, sombrero y el set de shop en las galletas. Así se me pasó el año con galletas temáticas para bautizos, cumpleaños, despedidas de solteras, entre otras celebraciones. Ha sido maravilloso porque lo he ido intercalando con mi trabajo habitual. Ahora retomé la confección de bolsos porque tenía materiales para reciclar con el que los hago.
-¿Volverías a ejercer tu profesión?
-No, porque estoy acostumbrada a disponer de mi tiempo. Este trabajo me permite ir a todas las actividades de mi hijo menor. Me di el gusto de hacer grandes cosas y desarrollarme bien, así que tampoco estoy al debe en esa parte.
-¿Cómo ha sido vivir siempre en Villa Las Dunas?
-Me encanta porque es un sector tan tranquilo, con los vecinos de toda la vida, que van cambiando obviamente porque los más antiguos han ido partiendo, pero van quedando los hijos y algunos viejitos que son de los fundadores de la población.
-¿Cómo aprendiste a pintar en óleo?
-Estudié una parte de la enseñanza básica en el colegio Gabriela Mistral y tuve una profesora de arte que era espectacular, la señora Gladys Valdivia. Aprendí todo lo de pintura con ella, óleo, grafito, acuarela, lápices. Para mí era una ídola porque tenía una tremenda habilidad para el arte, aunque era muy estricta, pero a mí me encantaba su clase, podía estar tres horas y se me hacían cortas. Con ella aprendí a crear y amar los colores. Invento cuadros, siempre estoy haciendo cambios en la casa, pinto murales y busco innovar porque tengo clientas hace más de 15 años que me preguntan constantemente si he sacado algo nuevo.
Peluches memoriales
Otros productos que realiza Rocío Magaña, aunque no los difunde de manera masiva, son los peluches memoriales. Estos se confeccionan con prendas de algún ser querido fallecido para tenerlo cerca de una manera simbólica. "Son algo muy lindo. Por ejemplo, me piden hacer un peluche con la camisa de un papá que ya partió. La gente se queda con ropa de ellos, la que queda colgada. Entonces yo les hago un peluche con cada botón o el bolsillo donde está la esencia de ese ser querido que se fue. Lo he hecho muy poquito a personas puntuales que se han enterado por el boca a boca porque creo que al publicitarlo en redes sociales pierde el fin que tiene", asegura la emprendedora sanantonina .
-¿Alguno de tus hijos también tiene talento artístico?
-Los dos dibujan y pintan maravilloso. También les gusta la música y eso lo sacaron de mí, porque antes de aprender a pintar estudié ballet durante siete años y después cuatro años de gimnasia rítmica. En el tiempo de la universidad hice un año de gimnasia aeróbica. Siempre he estado ligada al área artística. Somos seis hermanos y todos tienen este talento. El mayor era excelente en dibujo técnico, el que sigue es muy bueno para el diseño, mi hermana se dedica a la decoración y hace figuras en decoupage y resina. Otro hermano hace trabajos en madera y el que viene antes que yo, siempre decía, no sé para qué tengo dedos para el piano en el arte, y lo descubrió a través de su trabajo de chef. Hace bellos arreglos con frutas y esculturas en hielo.
-¿Tienes algún recuerdo que sea inolvidable para ti?
-Un recuerdo que tengo desde chica es cuando mi mamá hacía trajes de ballet y los colgaba en unos cordeles que ponía en el techo de mi dormitorio. A mí me encantaba porque despertaba entre tules, me sentía como una princesa en mi pieza. Tengo recuerdos maravillosos de esa época rodeada de cosas lindas. Mi papá haciéndome collares y figuritas en madera que aún tengo. Los dos partieron y guardo como un tesoro las cosas que ellos hicieron con sus propias manos.
"Mi mamá era modista y mi papá tallaba en madera en sus tiempos libres, entonces tenía de dónde sacar esa faceta creativa",
Rocío Magaña
"Siempre he estado haciendo cosas con mis manos, no me gusta estar sentada sin hacer nada. También me motiva reciclar jeans",
Rocío Magaña