Por culpa de la sequía
Estoy más que acongojado
por culpa de la sequía
capaz que este mismo día
mi corazón se me arranque.
Seco total está el tranque
en el valle de San Juan
y la esperanza no es mucha
por eso riego mi chacra
hasta con agua de la ducha.
Enjuagues de lavadora,
lavamanos y lavaplatos
me lo paso largo rato
regando con cantimplora.
Nuestra tierra es generosa,
virtuosa como una hembra,
de ella espera el campesino
la cosecha de su siembra.
De papas y tomates
es mi pequeña chacrita
para el colmo de mi pena
me está faltando el agüita.
Con tristeza y con humor,
de preguntas tengo un saco,
si el tranque ya se secó
¿dónde trabajarán los sapos?
La muni da solución
a tanta pena y clamores,
dice que manda una micro,
se lleva a todos los sapos
a trabajar de inspectores.
Eugenio Verdejo Delgado