El hombre que ha entregado su vida al servicio público a través de su trabajo en Bomberos
Jorge Osorio Vera es uno de los fundadores del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo. Ingresó como voluntario en mayo de 1957 y hoy , a sus 83 años, es director honorario de la institución.
Sesenta y seis años de vida bomberil posee Jorge Osorio Vera, la misma cantidad de tiempo que tiene el Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo. Esto no es una casualidad, sino que se justifica porque este vecino de la comuna parque es uno de los fundadores de la institución y el único que se mantiene activo desde esa época.
Por su larga trayectoria como voluntario, recibió la distinción de "Bombero Insigne" por parte de la Junta Nacional de Bomberos de Chile en abril de 2008, por tener más de medio siglo como miembro de la entidad.
Hoy, a sus 83 años, rememora los inicios de la Primera Compañía, cuando los recursos escaseaban, pero sobraba el entusiasmo y las ganas de ayudar a la comunidad en los momentos en que enfrentaban alguna emergencia, ya que se requería rapidez para socorrer a los vecinos.
Hasta el día de hoy este padre de cuatro hijos asegura que le es imposible no reaccionar cada vez que escucha la sirena del cuartel que está a pocos metros de su domicilio.
"Tenía 17 años cuando me casé y ella, 18. Pasó lo de siempre, quedó embarazada la niña y tuvimos que casarnos. Ella era la única hija que tenían los suegros, por lo que no quisieron que se fuera de la casa y me fui a vivir con ellos. Tuvimos cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres. Ya soy bisabuelo. Había muerto mi mamá y vivía con mis hermanas y mi papá que trabajaba como electricista cuando no había pavimentación, estaban recién haciendo Santo Domingo", rememora.
-¿Cómo surge la idea de formar el Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo?
-Cuando se formó el Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo se juntaron varios propietarios y el iniciador de esto fue don Fernando Echeverría. Esto se inició porque cuando, por ejemplo, se estaba quemando una casa, se llamaba a Bomberos de Llolleo o San Antonio y cuando llegaban estaba todo quemado. Don Fernando tuvo la idea de formar el Cuerpo de Bomberos. Acá en las casas había cuidadores, los que a la vez eran jardineros de las mismas casas. De ahí se empezó a reunir gente y a mí me gustó porque yo jugaba fútbol en el club que había. Me interesó más que nada por la unión, porque eran todos conocidos.
-¿Cómo reunieron a más voluntarios?
-En ese tiempo mi papá me llevaba como ayudante porque él trabajaba de manera particular y eso me sirvió porque cuando estaba con más edad pude trabajar en eso. Los que se inscribieron como voluntarios eran todos jardineros, gente adulta, yo era el más jovencito con 17 años. Después empezaron los ejercicios, a marchar y los que no se inscribieron se sentaban en las veredas a vernos a nosotros desfilar y a reírse porque cuando decían media vuelta, nos quedábamos mirando de frente, cara a cara. Al tiempo esos mismos que se reían llegaron a inscribirse y también fueron bomberos.
-¿Cómo fueron esos primeros años de labor bomberil?
-No teníamos carro y la municipalidad tenía un camión al que llamaban "El lata" porque la tolva de atrás era de lata y ahí nos transportaban. Cerca del Club Hotel había un almacén que después vendieron y ahí hicimos el cuartel. Después en los veranos hacían correr listas por todas las casas y se empezaron a comprar cosas como las casacas y mangueras, hasta que con los años se logró tener el primer carro. Yo soy el único fundador que queda. Muchos llegaron hasta ciertos años y se retiraron.
-¿Qué siente usted al tener tantos años como bombero?
-Ya tengo impregnado eso de ser bombero. Vivo cerca de aquí (del cuartel) y cuando escucho la sirena en la noche o a cualquier hora, siento una cosa rara, como que tengo que ir. A los más jóvenes les digo que ojalá lleguen a los años que llevo yo porque ese es el verdadero espíritu bomberil.
-¿Recuerda alguna buena anécdota?
-Una vez estaba acá duchándome en el cuartel, en una pieza que tenía en la parte de atrás, y suena la sirena justo cuando estaba jabonándome, salí así como estaba, lleno de jabón (ríe).
Los hermanos osorio
La música es una habilidad que este distinguido voluntario santodomingano quiso desarrollar junto a otros bomberos. Así formó junto a uno de sus hermanos un dúo.
"Mi hermano tocaba la guitarra y yo también aprendí. Formamos el dúo 'Los Hermanos Osorio' y al tiempo yo formé en los Bomberos con cinco voluntarios una banda dentro de los que estaba mi hermano Segundo Osorio. En los aniversarios nosotros animábamos la fiesta. En ese tiempo era muy bonito lo que se celebraba los 21 de mayo. Tocábamos boleros y vals peruanos. Cuando me separé de mi mujer, como era muy joven, después me contrataban para los rodeos y las ramadas. No había guitarras eléctricas, solo folclóricas", relata.
-De todas las emergencias a las que fue, ¿hay alguna que lo haya impactado más por las consecuencias?
-Sí, fue una en que no quería ver lo que había pasado. Esa vez se cayó un helicóptero en el fundo de El Convento. Eran militares y en la noche andaban patrullando y el helicóptero cayó a una quebrada. Acudieron bomberos de San Antonio, Llolleo y Santo Domingo que ya estábamos formados pero así nomás, pero igual nos llevaron. Los bomberos de San Antonio sacaron los cuerpos a terreno firme. Como yo era joven no me atrevía a ir a verlos, los pusieron y los mismos voluntarios los rodearon. De a poquito me fui acercando hasta que me asomé y ahí vi lo que me impactó, estaban carbonizados. Eso me quedó grabado y como vivía solo no podía ni dormir porque se me repetía lo que había visto.
-Las emergencias con víctimas fatales deben ser las más difíciles de asumir...
-Muchas veces me tocó estar de pitonero. Una vez se quemó una casa bajando por el Club Hotel, donde vivía sola una señora inválida. Empecé a tirar agua adentro por todos lados. Se apagó el fuego y nos preguntamos dónde estaba la señora, porque no estaba por ninguna parte. Después se supo que la encontraron fallecida en la cocina. Yo estuve pitoneando adentro en el comedor, pero no tiré agua en la parte donde estaba. Eso me afectó porque pensé que pude haberme encontrado con el cuerpo ahí.
Incendios forestales
En los primeros años los Bomberos de Santo Domingo enfrentaban los incendios de una manera muy precaria. No había carro, mangueras ni implementos especiales por lo que combatir un incendio forestal era una labor titánica.
"Fui a miles de incendios forestales. Nos amanecíamos y al otro día la municipalidad nos llevaba sanguchitos y café. Nosotros cuando empezamos trabajábamos con baldes, los que pintamos azules, y rosones, unas cosas que eran para cortar los matorrales en la zarzamora, eso era lo que teníamos. Había un peladero cerca de la plaza del Hoyo y en un lugar donde los jardineros botaban las ramas de las podas hacíamos ejercicios. Sacábamos agua igual que en las películas de "Cow Boy" en cadena. Sacábamos de la casa que estaba en la esquina y la íbamos pasando de mano en mano. No teníamos nada", afirma.
-¿Qué momento especial recuerda de su vida bomberil?
-En una oportunidad se reunieron en Santiago todos los Cuerpos de Bomberos de Chile cuando estaba el Presidente Alessandri y nosotros éramos los únicos que teníamos una casaquita de cuero nomás. Los otros todos brillositos, los de Santiago sobre todo tenían unas tremendas pintas. En ese tiempo era comandante el señor Acevedo que tenía el casino de la cancha de golf y era chiquitito. Íbamos frente a La Moneda cuando nombraron a Santo Domingo y parece que iba por el aire uno, como que se nos paraban los pelos de la emoción. Todo eso lo viví yo.
-¿Qué piensa cuando ve los incendios forestales en el sur?
-Los he estado viendo por televisión. Mucha gente dirá por qué no apagan los incendios los bomberos. Lo que sucede es que las llamas siempre se van a las quebradas y ahí se mantienen, es un infierno. Uno no puede meterse abajo, tiene que esperar arriba en tierra firme y estar pendiente de donde hay casas para protegerlas.
-¿Cómo se motivó a crear el himno de la Primera Compañía?
-Como el trabajo me quedaba lejos me iba caminando y un día hacía una estrofa y al otro día otra, hasta que las junté todas para que pegara bien lo que era bomberil. Soy de los pocos que ha recibido medallas de oro. Una fue cuando cumplí 25 años y la otra por otros años más.
-¿Los jóvenes se interesan por ser voluntarios?
-Poco porque esto es muy sacrificado, hay que estar disponible para ir a cualquier hora. Una vez estuvimos en un campeonato bomberil donde estaba San Antonio, Llolleo y Santo Domingo y una de las pruebas era quién botaba más blancos en menos tiempo con la fuerza del agua. Íbamos a las 5 de la madrugada a hacer ejercicios a una cancha de fútbol, porque se corría la voz de que nos andaban espiando para saber cuántos minutos nos demorábamos (ríe). Por eso hago la comparación, qué joven va a ir a ejercicios a las 5 de la mañana. Nosotros estábamos entusiasmados con sacar menos minutos corriendo con las mangueras con agua.
-¿Cree que los chilenos nos sentimos orgullosos de nuestros bomberos?
-En este mundo hay mentalidad buena y mala porque incluso han apedreado los carros, les gritan garabatos a los bomberos, pero uno no se rinde por eso y sigue adelante. Puede que alguien nos haya hecho la maldad más grande, pero igual tenemos que ir a salvar a esa persona, esa es la misión del bombero.
"Esto se inició porque cuando, por ejemplo, se estaba quemando una casa, se llamaba a Bomberos de Llolleo o San Antonio y cuando llegaban estaba todo quemado",
Jorge Osorio Vera
"Ya tengo impregnado eso de ser Bombero. Vivo cerca de aquí (del cuartel) y cuando escucho la sirena en la noche o a cualquier hora, siento una cosa rara, como que tengo que ir",
Jorge Osorio Vera
"Una vez estaba acá duchándome en el cuartel, en una pieza que tenía en la parte de atrás, y suena la sirena justo cuando estaba jabonándome, salí así como estaba, lleno de jabón".