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La artesana mapuche que sueña con compartir sus conocimientos con adultos mayores de la zona

Alejandra Malhue, vecina de Llolleo, se dedica hace 10 años a la creación de diversos productos elaborados con pita y a la orfebrería en plata.
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Juanita Ortiz Bonilla

Hace diez años Alejandra Malhue Serrano (48) se dedica a la artesanía en diferentes técnicas, entre ellas el decoupage, la orfebrería y la cestería, donde elabora una amplia variedad de productos los que van desde portavasos hasta llamativos aros utilizando hojas de pita.

Esta vecina de Llolleo comenta con orgullo que gracias a una familiar pudo confirmar que es descendiente mapuche, lo que la incentivó a interiorizarse sobre todo lo relativo a la cultura del pueblo originario, tarea en la que estuvo apoyada por sus dos hijos, quienes colaboran en "Joyas Alem", el emprendimiento que tiene para promover sus creaciones confeccionadas con sus propias manos.

En estos días la artesana sanantonina se encuentra impartiendo un taller de cestería en el Centro Ceremonial Indígena "Ruca" de Llolleo, el que se realiza los martes a partir de las 15 horas.

Por otro lado, participa en la Feria de Artesanos y Productores locales que organiza Indap a través de la red "Mercado Campesino".

Alejandra cuenta que desde muy sintió atracción por crear distintas cosas. "Siempre me gustaron las manualidades. Entonces un día pensé qué podía hacer para ganar dinero y así ayudar en mi casa y opté por la artesanía. Ahí fui a clases de decoupage en El Quisco y me puse a hacer cajitas pintadas. Después seguí haciendo muñecas en tela durante un año pero no seguí porque es un trabajo caro, es para hacerlo sólo por encargos, hasta que llegué a la pita. También hice cursos de orfebrería mapuche y tradicional, por lo que me dedico a la vez a trabajar en plata, alpaca y cobre".

-¿Tienes apoyo por parte de tu familia?

-Sí, mi familia me ha apoyado siempre. Incluso cuando tengo mucho trabajo me ayudan mis hijos porque este es un emprendimiento familiar.

-¿Cómo aprendiste todo lo que se refiere a la artesanía?

-Fui a clases que hacían en El Quisco y El Tabo, allá hay muchas oportunidades para los artesanos o para quienes quieren aprender. Me motivé a aprender porque siempre me ha gustado hacer cosas con las manos. De hecho, yo creo que debo haber nacido en un lugar rodeado de artesanía de la vida. Buscando qué cosa hacer encontré la pita que es algo que no se gasta mucho y lo da la naturaleza. Obviamente a la plantita no se le pueden cortar todas las hojas porque la secamos, entonces yo voy sacando solamente lo que necesito para lo que quiero y después busco otra planta para que se renueve la que ya usé.

-¿Cómo se trabaja con la pita?

-Es una hoja que mide cerca de un metro. Se corta, deshilacha y se va tejiendo cuando está en verde, porque si se seca no se puede tejer ya que se arruga. Hago cestos, servilleteros, posavasos, individuales, canastos para las papas y bisutería.

-¿Es conveniente para ustedes participar en la feria artesanal de Llolleo?

-La plaza de Llolleo es una muy buena vitrina para los emprendedores porque ya tenemos clientes habituales, la gente sabe que cuando están las telas (los estand) es porque estamos nosotros y sirve para el comercio que está alrededor porque ellos nos comentan que cuando nosotros estamos sus ventas suben. Esta feria atrae a turistas que buscan artesanía hecha a mano y lo mejor es que es un sector tranquilo, no estamos invadidos por los ambulantes y la gente nos privilegia porque puede venir a sentarse, están los árboles que dan sombra, hermosean, y disfrutan con los niños.

- De todo lo que haces, ¿qué tiene más salida?

-Las pulseras de piedras y la cestería, porque mucha gente que viene a la plaza viene buscando algo natural, que no contamine y en el caso de la pita es todo de fibra natural. El trabajo que hago con piedras es más personalizado, pueden elegir el color o si quieren alguna piedra en especial.

-¿Te afectó de alguna manera la pandemia?

-En pandemia fue difícil encontrar insumos, no podíamos salir a comprar y estuve como un año sin poder vender. Además, nos subieron todos los materiales al triple, entonces no se podía mantener los mismos precios. Cuando empezamos a volver a la plaza lo hicimos de a poquito. Luego nos dimos cuenta de que podíamos cuidarnos del contagio manteniendo las medidas preventivas, con el lavado de manos, usando alcohol gel y usando mascarilla. Ahora ya se ha vuelto a la normalidad y los precios de los insumos están más accesibles. Actualmente estamos en la plaza de Llolleo los jueves, viernes y sábados durante el verano.

-¿Sientes que el público valora lo hecho a mano?

-Sí, por ejemplo acá en Llolleo no es un público que esté pidiendo rebajas. Notan lo que es artesanía y pagan lo que le vale. Preguntan siempre si los productos son hechos a mano, incluso a veces nos piden si les podemos enseñar.

Mujer mapuche

Alejandra Malhue sostiene que uno de sus objetivos es que los jóvenes conozcan la cultura mapuche y la valoren para alejar los prejuicios que los perjudican hasta el día de hoy.

-¿Escuchaste cuando niña hablar del pueblo Mapuche en tu familia?

-No, nada. Yo no sabía que tenía descendencia mapuche porque mi papá nunca me comentó y él falleció cuando yo tenía 14 años. Pienso que nunca nos habló del tema porque antes en los colegios a los niños los discriminaban o les hacían burlas. En una oportunidad una prima me dijo que éramos descendientes mapuche y desde ahí empecé a investigar. En ese momento me hizo "click" la conexión que tengo con la naturaleza, la tierra, sembrar, la motivación por las plantas, entendí muchas cosas que tienen que ver conmigo. Ahí empecé a participar en la Asociación Indígena de Emprendedores de la provincia de San Antonio y así surgió el taller de cestería. También he integrado a mis hijos, van a los talleres y participan en las actividades. Yo les di la instancia para que pudieran conocer la cultura de nuestras raíces.

-¿Cómo ha funcionado el taller de Cestería?

-Es los martes de 15.00 a 17.30 horas en la Ruca de Llolleo y ha resultado maravilloso. Hemos logrado hacer muchas cosas y la gente está muy contenta. Participan personas de entre 15 y 60 años aproximadamente. Los jóvenes lo ven como una forma de generar dinero porque muchos estudian y se ayudan vendiendo lo que hacen para pagar algunos gastos de la universidad.

-¿Crees que hace falta difundir más lo que se refiere al pueblo mapuche?

- Ese es un gran tema, por que en los colegios tienen interculturalidad, donde van profesores a enseñar la lengua, pero más que nada a los jardines infantiles, y debería haber una instancia con niños más grandes, para que vean que no todo es como se dice. Nosotros somos personas que amamos la tierra, no vamos a ir a quemar algo. Me da mucha lata cuando escucho esos comentarios.

-A ti te ha motivado aprender más sobre la cultura ancestral...

-Sí, pero lo que más me ha costado aprender es la lengua, sé algunas palabras, pero no soy hablante. Me gustaría irme a un internado que hay en el sur donde te enseñan la lengua y todo sobre la cultura mapuche. Lo encuentro maravilloso.

-¿Qué otro taller te gustaría hacer?

-Estoy planificando hacer otros a través de la municipalidad dirigidos a adultos mayores, porque ellos pasan mucho tiempo solitos y no les genera gasto porque la pita la llevo yo. Así aprovechan de aprender, entretenerse y conversar con otras personas.

-Finalmente, ¿qué sueño quisieras hacer realidad?

-Me gustaría que en la plaza tuviéramos unos estand bonitos para trabajar. Tengo claro que no podemos afectar el medio ambiente, pero se pueden hacer de madera, algo que sea bonito, rústico, pero que sean más estables para que la plaza esté adaptada para los artesanos como sucede en otras ciudades.

"Yo no sabía que tenía descendencia mapuche porque mi papá nunca me comentó y él falleció cuando yo tenía 14 años",

Alejandra Malhue

"Con la pita hago cestos, servilleteros, posavasos, individuales, canastos para las papas y bisutería".

Alejandra Malhue

"La plaza de Llolleo es una muy buena vitrina para los emprendedores porque ya tenemos clientes habituales".

En la plaza de Llolleo se instala cada semana con su estand en la Feria de Emprendedores que apoya Indap.
Para comunicarse con este emprendimiento está disponible el whatsap +569 61123856 y su cuenta de Instagram @ale.malhue.joyas. todos sus trabajos son hechos a mano.
alejandra malhue se enteró por una prima de sus orígenes mapuches.
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