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La emprendedora fanática de los comics y lo "kawai" que decora galletas con atractivos dibujos

Carolina Dugan asegura que los personajes de Dragon Ball o League of Legends son algunos de los más solicitados por sus fieles clientes y cuenta que llegó a San Antonio por amor.
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Juanita Ortiz Bonilla

Hace una década Carolina Dugan vivía junto a su madre en Melipilla y su rutina era viajar diariamente hasta Santiago para trabajar en una oficina. En ese tiempo no le interesaba nada que tuviera que ver con la cocina, por lo que jamás pensó dedicarse al rubro que hoy la tiene entusiasmada y con ganas de seguir creciendo.

Ella cuenta que el amor fue la motivación para que se atreviera a dejarlo todo, cambiar los planes que tenía para su vida y radicarse en San Antonio donde formó su familia junto a su pareja, Jorge Marroquín, a quien conoció a través de la web, en una página que puede considerarse como antecesora del popular "Tinder".

Luego de convertirse en mamá por primera vez, esta vecina de cerro Arena, técnico en Turismo de profesión, buscó algo que le sirviera para distraerse del ajetreo del día a día y encontró un taller para aprender a hacer galletas. No sólo lo hizo, sino que le sirvió para olvidarse del estrés y comenzar una nueva etapa con su emprendimiento @nekooki (Instagram).

Para darle un valor agregado a sus productos, Carolina aprovechó su pasión por los comics y los diseños "kawai", decorando las galletas que prepara con distintos personajes de las historietas o videojuegos como Mafalda, Los Simpsons y Gokú, entre otros.

En estos días, esta alegre madre de un hijo está cumpliendo un importante logro, habilitando una cocina adecuada para trabajar en sus preparaciones en su propio domicilio.

-¿A qué te dedicabas antes de vivir en San Antonio?

-Trabajaba en Santiago en una agencia de viajes, nada que ver con lo que hago ahora.

-Conociste a tu pareja a través de la web. ¿Cómo surgió eso?

-(Ríe) Sí, nos conocimos en "Badoo", una página de chat muy parecida a Tinder, que no sé si aún existe. Ahí uno veía a los usuarios y si le interesaba alguien le hacías click y se abría el chat para conversar. Así encontré a Jorge, me gustaron sus fotos y hablamos durante un mes por el chat. Después decidimos juntarnos en Melipilla porque como yo vivía allá era mejor. Desde ese día no dejamos de estar juntos y ya llevamos diez años de relación. En ese tiempo tenía muy poca vida social porque como vivía en Melipilla y trabajaba en Santiago estaba muy cansada y no tenía tiempo para salir. Mi opción fue buscarlo ahí y resultó.

-¿Tu familia estuvo de acuerdo en que te vinieras a San Antonio?

-Mi mamá decía que yo no iba a estar más de un mes viviendo acá, porque como trabajaba en Santiago, ella me hacía todo en la casa, era súper regalona, no me veía de dueña de casa, pero pude, aunque mi marido tuvo que comer mi comida que al principio no me quedaba muy buena (ríe). Ahora mi mamá está pensando en comprarse una casa en San Antonio y va a ser bueno para tenerla cerca.

-¿Te costó acostumbrarte al cambio de ciudad?

-Al principio me costó porque Melipilla y Santiago son ciudades planas y acá hay cerros. Estoy viviendo en cerro Arena, entonces al principio ir y volver del centro me dejaba sin aire, pero me gustó porque acá la gente es tranquila, hay buen clima, no hace el calor insoportable que hay los veranos en Melipilla.

-¿Qué te motivó a acercarte a la repostería?

-Fui mamá el 2018 y estaba pasando por una depresión post parto que me tenía mal, entonces necesitaba hacer algo para distraerme, porque no volví a trabajar para cuidar a mi hijo. Tomé un curso de galletas en febrero de 2019, pero sólo con el fin de relajarme. Justo llegó la pandemia y ahí empecé a ofrecer las galletas a mis amigos y cercanos, y después empezaron a hacerme encargos. Durante el encierro de las cuarentenas los pedidos fueron creciendo como la espuma. No me esperaba la buena acogida que tuve.

-¿Cuándo te decides a iniciar el emprendimiento?

-Después de tres meses donde regalaba las galletitas a mis amigos para sus cumpleaños o llevaba a las juntas con amigos, empecé a venderle a los clientes de mi pareja que es técnico en computación. Como vi que me estaba dando buenos resultados me atreví a lanzarme con mi emprendimiento que se llama "Nekookies". Primero creé mi página de Facebook e Instagram para publicar mis productos y que la gente me pudiera contactar. Además de las ventas a los clientes, ahora trabajo con una cafetería y con otros emprendimientos que se dedican a los desayunos sorpresa.

-¿Sientes que la pandemia fue como la prueba de fuego para los emprendedores?

-La pandemia fue muy complicada por el tema sanitario, pero en mi caso fue muy buena. Mi emprendimiento creció en medio de la pandemia porque la gente no tenía la posibilidad de ir a comprar a un local, entonces las ventas online fueron la solución a través del delivery. Incluso aún mantengo ese sistema y la entrega en mi domicilio en cerro Arena. La primera vez que partí con las ventas fue para Pascua de Resurrección y fue una locura. Otras fechas fuertes son el Día de la Mamá, Halloween, Día del Niño y Navidad, en realidad todo lo que tenga que ver con los niños.

Fanática del animé

Carolina Dugan recuerda que desde la etapa del colegio ha sido seguidora de los animé, por lo que conoce las historias y los personajes de las distintas sagas, algo que mantiene hasta hoy. Esto le permite decorar las galletas con los "monitos" preferidos de grandes y chicos.

"Siempre he sido fan del animé y de lo kawai, lo tiernito, pero nunca pensé que lo iba a poder aplicar en mi trabajo. Yo hasta me visto en esa línea, uso poleras con estampados de animé y me gusta que la gente cuando vea mi perfil en las redes sociales sepa qué me puede pedir. A veces vienen mamás o tías que quieren galletitas de un personaje para un regalo y no saben ni cómo se escribe el nombre, me muestran un dibujo y yo sé cuál es", afirma.

-¿Cuánto tiempo duran frescas las galletas?

-Para comerlas se pueden guardar un mes, pero en la bolsita se conservan si las tienen lejos del sol. Obviamente el sabor no va a ser el mismo, pero visualmente se ven como el primer día. Como anécdota, algunas personas que son fanáticos de los personajes no se las comen y las guardan en las bolsitas. De hecho tengo una persona que tiene en una vitrina las galletas de Navidad.

-¿Cuáles son los personajes más solicitados?

-El año pasado fue como el boom del animé, me pedían mucho Dragon Ball, Gokú, Vegeta y también del juego "Lol", y lo infantil que nunca pasa de moda como Pow Patrol, Pocoyo o Peppa. Siempre le digo a la gente que me mande la foto de lo que quiere y le digo si puedo hacerlo. También hago caricaturas de personas o de las mascotas, no una copia exacta como un retrato, sino que lo tomo y lo adapto a lo que yo manejo y me gusta como es el estilo kawai animé.

-¿Vas incorporando nuevos detalles para tener novedades?

-Siempre busco algo novedoso con propuestas didácticas, por ejemplo, tengo una alternativa para que los niños puedan pintar ellos mismos las galletas con un pincel como si fuera acuarela. Así pueden tener un momento entretenido. Lo que hacía primero era mandar las galletas blancas delineadas solamente y les mandaba las mangas de glaseado y ellos las decoraban, pero algunos se comían todo el glaseado (ríe). Desde el año pasado glaseo la galleta, le dejo un delineado y mando los colores como si fuera una acuarela y los niños las pintan con el pincel que también va incluido.

-¿Qué meta tienes con tu emprendimiento?

-A futuro me gustaría tener mi tiendita de galletas, tal vez no sólo galletas glaseadas porque ahora tomé un curso de galletas veganas para empezar a incluirlas. Desde el año pasado me están pidiendo, con distintos sabores, chispas de chocolate y otros detalles. Es tanta la demanda que no puedo tener lo que me piden de manera inmediata. Quiero seguir dedicada a mi negocio y disfrutar junto a mi familia.

"Fui mamá el 2018 y estaba pasando por una depresión post parto que me tenía mal, entonces necesitaba hacer algo para distraerme, porque no volví a trabajar para cuidar a mi hijo",

Carolina Dugan

"Justo llegó la pandemia y ahí empecé a ofrecer las galletas a mis amigos y cercanos, y después empezaron a hacerme encargos. Durante el encierro de las cuarentenas los pedidos fueron creciendo como la espuma. No me esperaba la buena acogida que tuve",

Carolina Dugan

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Carolina Dugan lleva cuatro años con su emprendimiento.
Con distintos personajes de comics y videojuegos decora las galletas.
la pareja se conoció hace 10 años por chat.
En su casa de cerro Arena está habilitando un lugar especial para preparar sus productos.
.carolina está entusiasmada con su negocio.
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