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Pesar por la repentina partida de querido aparcador sanantonino

Cáncer fulminante le arrebató la vida a Alejandro "Janely" Almuna, padre de dos hijos, guardia municipal, un acérrimo futbolero y quien trabajó en los estacionamientos de Javer, en la calle Gregorio Mira, hasta que su salud se lo permitió.
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Juan Olivares Meza

A las 7.50 horas de ayer, en la casa de la madre de su hija, en la calle Isla Navarino de Villa Italia y a la edad de 49 años, se apagó la alegría de Alejandro Eduardo Almuna Vivar, más conocido como "Janely", quien destacó como un pichanguero empedernido que trabajó durante 12 años como guardia municipal y que últimamente se desempeñaba como aparcador de los estacionamientos de la tienda Javer, en la calle Gregorio Mira de San Antonio.

Padre de dos hijos, Javier, de 25 años, y Francisca, de 18, Alejandro Almuna enfermó repentinamente de un cáncer gástrico que resultó ser fulminante al punto que, en menos de tres meses, le arrebató la vida.

Los restos del sanantonino están siendo velados en casa de su madre, en la calle Desiderio Soto, en el centro de San Antonio, donde "Janely" creció como exalumno de la escuela de Villa Las Dunas y del Instituto Comercial (Inco), antes de convertirse en un obrero de la vida que recorrió agencias de aduanas y la municipalidad, entre otros oficios, hasta su trabajo final como aparcador.

"En diciembre pasado fue a la licenciatura de su hija y de ahí volvió enfermo, nunca más se recuperó y además perdió mucho peso en poco tiempo. Fue todo muy rápido porque se enfermó en diciembre del cáncer gástrico y ahora ya falleció", relató desconsolada su madre Laura Vivar.

Con ese dolor que cala en las entrañas, la señora Laura comentó que "fue una persona muy buena, un hombre trabajador, un buen hijo, y yo siempre me imaginaba que cuando estuviera más viejita me iba a andar trayendo de la mano para todas partes, que me iba a acompañara a hacer mis trámites, porque así era él, era un hijo muy bueno que ahora ya no está".

Confesó que "lo vi tan enfermo, con tanto dolor, que lo único que le pedía a Dios en estas semanas era que me diera a mí su dolor, para que Alejandro no sufriera más, así que con mucho dolor, con mucha tristeza, por lo menos me queda el consuelo de saber que ya no está sufriendo, que al menos ahora está descansando".

Muestras de cariño

Desde que se conoció la muerte de "Janely", la familia comenzó a recibir distintas muestras de cariño, tanto de personas que llegaron hasta la casa de su madre en la calle Desiderio Soto, como de conocidos y amigos que manifestaron su pesar a través de las redes sociales.

"Qué tristeza. Un hombre lindo, fuimos compañeros en la educación media y su chispa y alegría siempre lo caracterizó. Que Dios te reciba en el cielo, descansa en paz mi estimado, mis condolencias a toda la familia", escribió en Facebook Paola Malhue Moya.

En la misma red social la concejala sanantonina Lorena Zamorano posteó: "Lo lamento mucho, fuimos compañeros del liceo y le tenía harto cariño. Que descanse en paz y mis sinceras condolencias a la familia".

En el mismo tono, Manuel Valdés se despidió de Alejandro escribiendo "pucha amigo, descansa en paz, un abrazo al cielo, ojalá Dios te tenga a su lado".

De hecho, la señora Laura Vivar comentó que "han venido durante todo el día a verlo, desde que lo trajimos no ha parado de venir gente y le han traído unas flores preciosas a mi hijo. Todo esto me demuestra que la gente de San Antonio quería mucho a mi hijo, incluso sus jefes, porque esta misma tarde (ayer) vino donde César Javer con un grupo de trabajadores a darnos las condolencias y también sé que van a venir sus amigos con los que jugaba a la pelota en ese equipo que participaba, y que él quería tanto".

Por la tarde del jueves los estacionamientos de Javer, en la calle Gregorio Mira del centro de San Antonio, comenzaron a lucir globos negros en señal de duelo, mientras que desde la familia informaron que los funerales de Alejandro Almuna se realizarán mañana sábado al mediodía en el cementerio Parque Mirador del cerro Bellavista.

"Fue una persona muy buena, un hombre trabajador, un buen hijo, y yo siempre me imaginaba que cuando estuviera más viejita me iba a andar trayendo de la mano para todas partes",

Laura Vivar,, su madre

"Qué tristeza. Un hombre lindo, fuimos compañeros en la educación media y su chispa y alegría siempre lo caracterizó",

Paola Malhue

Alejandro Almuna tenía 49 años.
Globos negros en señal de duelo en los estacionamientos de la multitienda javer, su último lugar de trabajo.
De camiseta azul con sus compañeros del "Pilsener United".
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