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Gastón Orozco recuerda los inicios de sus 40 años frente a la tornamesa

El DJ sanantonino estuvo a cargo de los "Domingos Estudiantiles" de la Disco Show en la década de los 80, una época inolvidable para muchos vecinos de la comuna puerto.
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Juanita Ortiz Bonilla

Gastón Orozco conoció el rock en su adolescencia gracias a un amigo que le mostró los vinilos que estaba coleccionando. Al escuchar a Deep Purple, entre otras destacadas bandas de la época, se interesó por saber más de los grupos de música anglo que escuchaba en una emisora de la capital, la que lograba captar con su radio en un lugar específico de su casa en Llolleo.

A los 18 años comenzó el camino que lo llevó a convertirse en el DJ de la recordada Disco Show que se encontraba ubicada en avenida Centenario y que era el punto de encuentro de los jóvenes de la década del 80, los que protagonizaban las competencias entre colegios en los "Jueves Estudiantiles" que con el tiempo se trasladaron a los domingos.

Más tarde, Gastón Orozco hizo su carrera, la que se ha prolongado por 40 años, consagrándose como el discjockey dedicado al público ochentero, que hasta hoy continúa pidiéndole que siga haciéndolo disfrutar con el rock latino que marcó su juventud.

-¿Cuándo comenzaste a interesarte por la música?

-A los 15 años cambió mi vida con una situación bien especial. Un amigo me invitó a su casa y me mostró vinilos de Deep Purple, Led Zeppelin, de rock en definitiva que es lo que le gustaba a él. Eso me cambió porque en ese tiempo yo jugaba tenis, fútbol y ese era mi mundo. Vivía a un costado del club de tenis y pasaba ahí, cerca de la Villa Pacífico. Antes no conocía esa música o la había escuchado, pero no le había puesto atención.

-¿Qué hiciste para saber más de los artistas?

-Después me empecé a fijar en la música que estaba sonando en ese tiempo como el "dance", porque estaba la onda disco en pleno apogeo en esos años 77, 78 y 79 con "Fiebre de sábado por la noche". Quería que me llevaran a ver la película y no podían porque era chico todavía. Siempre se acuerdan mis excompañeros de curso, que en la parte de atrás de los cuadernos escribía el nombre de los temas y del artista cuando los nombraban en un programa de radio Novíssima que era de Santiago. Aunque crecí escuchando la radio Concierto en realidad.

-¿En esos años cómo eran las fiestas?

-Eran más de casa. Había dos discotecas en Llolleo pero las fiestas de casa eran bien especiales. Todos llevaban algo como un "malón", eran con los amigos más puntuales y temprano, cerca de las seis de la tarde y a las doce había que estar en la casa. Era entretenido, de repente bailaban todos igual, aunque no faltaba el que siempre se destacaba. Además de bebidas, canapé y otras cosas para comer, llevaban discos y había que esperar que terminara un tema para poner otro.

-¿Tú también empezaste a coleccionar discos?

-Claro, mi mamá me compró un tocadiscos y compraba discos en una disquería que había en San Antonio. También tuve la suerte de que mi hermana tenía una relación con el discotecario de la radio Sargento Aldea y él me regalaba los discos que no ocupaban, sobre todo los que eran en inglés como Kiss o KC and the Sunshine Band. Entonces me empezaron a llegar discos chicos y algunos long play como el Olivia Newton John, que me lo aprendí de memoria, porque me encanta. Así empecé a tener mi discoteca propia.

-¿Cuándo partiste como discjockey?

-Esto partió porque yo vivía cerca del club de tenis y a cuatro casas de distancia vivía don Eduardo, el dueño de la Disco Show. Por casualidades de la vida, su hijo jugaba mucho con mi sobrino y una mañana llega mi sobrino, con el que tengo cinco años de diferencia y me dice que le ganó todas las bolitas y que había llegado otro joven a jugar, que lo acompañara. Ahí conocí a Cristian Lantadilla, que era el DJ de la Disco Show. Un día me dijo que estaba buscando a alguien que le gustara la música para enseñarle el trabajo de DJ. Yo era muy tímido, tenía 18 años y estaba terminando el cuarto medio en el liceo Fiscal. Entonces no me atreví a decir que me eligiera a mí. Estuve como 15 minutos pensándolo y de repente le dije, ¿tú crees que podría ser yo?. En junio de 1981 partí como DJ en la Disco Show de San Antonio gracias a Cristian Lantadilla.

-¿Alguna anécdota que recuerdes de la Disco Show?

-En ese tiempo, entre el 81 y mediados del 83 en la disco había una discoteca que era muy amplia, pero no estaban comprando música muy seguido. En el 83 hubo una situación que cambio todo. Me tocaba colaborar con los "Jueves Estudiantiles", que años después se cambiaron a los domingos. El administrador de la Disco Show invitaba a la final de los "estudiantiles" a ciertas personas que trabajaban con gente joven. Esa vez invitó al dueño de la disco de Llolleo para que fuera jurado. Él miró y dijo "muy bonita tu discotheque, buenos discjockey, pero en música no tienes nada que hacer conmigo". Desde ahí empezaron a comprar música todas las semanas, hasta el punto en que llegaba música nueva para las radios Concierto y Carolina junto a otras de Santiago y en la lista estaba la Disco Show.

-¿De qué se trataban los "estudiantiles"?

-Primero participaba sólo un curso los jueves. Iban juntando puntaje y los tres más altos pasaban a la final del año. Después se cambió al domingo y competían dos cursos. Era muy entretenido, me tocó hacerme cargo, casi desde el principio. Había baile, sketch, humor y luego entregar un mensaje. Mucha gente recuerda la etapa de los "estudiantiles" de la Disco Show de San Antonio.

Llega el rock latino

Gastón recuerda que no fue fácil incorporar la música en español entre el público de San Antonio. Pifias y miradas a la caseta del discjockey abundaron la primera vez que puso un tema de rock latino, algo que les resultaba totalmente desconocido.

-¿Cuándo empezó el "boom" de la música latina?

-Eso fue un parto. Llegaron cinco discos, estaba Soda Stereo, Virus y con Los Prisioneros nosotros empezamos a incluir el rock latino cuando nos llegó un cassette donde venía solamente "La voz de los 80". Comenzamos a poner todos los discos. Una vez estaba la disco llena, todos acostumbrados al anglo y el primer tema que toqué en español fue "Te hacen falta vitaminas" de Soda Stereo. Todos salieron de la pista y miraban extrañados. Seguí tocando latino, de a poco empezaron a salir parejas a la pista. Un año después andaban todos cantando y saltando con esa música. Incluso el segundo disco de Soda Stereo lo tocábamos entero y todos se sabían las canciones.

-¿Cuándo te decides a independizarte con tu propio local?

-Estando en la Disco Show propuse que hiciéramos una "Fiesta de los 70 y 80". La hicimos y se llenó. Se empezó a hacer una vez al mes, después cada 15 días y ahí se perdió la idea. En el año 2000 me retiré. Desde que había partido en el año 81 también trabajaba en radio paralelamente. Empecé en radio Cristalina. Un día le dije a un amigo que tenía ganas de abrir un pub ochentero que fuera distinto a todo lo que había. Me preguntó qué tenía y le dije que la música. Empezamos a conseguirnos parlantes, una máquina y al lado de la disco había un local chico que era usado como bodega. Ahí nos armamos con el "Club de los 80".

-¿Cómo resultó el negocio?

-Durante casi un año llegaba gente, pero no era lo que esperaba. Tuve la suerte de hacer un taller de DJ en la municipalidad, el que lo realizaba ahí mismo. A mí me pagaban y con eso cancelaba el arriendo, era justo lo que me cobraban y con lo que generaba el pub pagaba los gastos fijos.

-¿Hiciste eventos temáticos?

-Una vez iba a hacer un evento que iba a ser sólo música disco de los años 70 y salí a buscar un premio para regalar. Tenía un conocido que trabajaba en Entel y en esos años (2000) casi nadie tenía celular. Le pregunté si me podía regalar uno para sortearlo en la fiesta y que lo iba a publicitar. En la publicidad no puse "Club de los 80 invita", sino que "Entel invita". Mi amigo llegó a los pocos días con poleras, relojes y el celular. En ese pub había capacidad para cien personas a reventar y pagaron entradas como 335 que ingresaban y se iban porque no soportaban el calor. Afuera quedaron 300 personas más. Eso me hizo mirar para el lado a la Disco Show.

-¿Cómo resultó eso?

-Hablé con don Eduardo, el dueño de la disco y estuvo de acuerdo. Calculé que iba a ir la misma cantidad de gente. Me conseguí otro teléfono (ríe). Apuntamos a 600 personas en todo y llegaron 1.200. Los chicos del bar estaban locos, porque no daban abasto y a las 12 de la noche ya se les estaban acabando todo. Llamé a los que había pedido la concesión de los tragos y les pedí el doble de lo que había encargado y nos fueron a dejar hasta vasos plásticos. Fue todo un éxito. Ahí empezamos a hacer "Megafiestas" una vez al mes. También hice fiestas en un local de Melipilla. Con tanto trabajo me empecé a cansar mucho y cerré el pub.

-¿Actualmente hay seguidores de la música de los 80?

-Sí, yo lo palpo porque sigo haciendo fiestas. La pandemia nos mató. Estuve 12 años con "El Club de los 80" en Llolleo y dos años cerrado. Esperamos seis meses pensando que iba a pasar todo, pero al final lo entregué. Durante la pandemia hice un programa en radio Chilena que se llama "Fiesta en tu casa". Ha sido muy entretenido, porque han empezado a llamarme sanantoninos que están viviendo lejos.

-¿Volverías a abrir un local propio?

-Cuando pasó todo esto (cierre del pub de Llolleo) estuve muy apenado al principio, pero después me di cuenta de que gracias a la pandemia pude descansar porque llevaba 40 años en esto y el tiempo pasaba sin que me fijara, pero como estaba en eso, era pedalear nomás, no pensaba que en algún momento tenía que parar. Mi hija chica me decía, "¿cuándo vas a tener un tiempo para ti nomás? ". En este tiempo me relajé y empecé a pensar distinto, a no querer volver a abrir un local porque es harto trabajo, tenía un edificio sobre mis hombros. He seguido haciendo fiestas y la gente me pregunta que cuándo vuelvo con "El Club de los 80". Estoy analizando el tema. Por ahora sigo con el programa de radio Chilena de lunes a jueves de 21 a dos de la madrugada y los sábados de 15 a 20 y de 22 hasta las seis de la mañana.

"Un amigo me invitó a su casa y me mostró vinilos de Deep Purple, Led Zeppelin, de rock en definitiva (...) Eso me cambió ",

Gastón Orozco.

"El primer tema que toqué en español fue "Te hacen falta vitaminas" de Soda Stereo. Todos salieron de la pista y miraban extrañados",

Gastón Orozco.

fotos cedidas
fotos cedidas
40 años de trayectoria como DJ tiene Gastón Orozco.
En junio de 1981 ingresó como aprendiz a la Disco Show. Más tarde fue el encargado de la tornamesa del recinto.
Durante 12 años tuvo su local "El Club de los 80" en el centro de Llolleo. La pandemia lo llevó a bajar la cortina.
El equipo que realizaba las populares competencias de los colegios que muchos recuerdan hasta hoy.
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