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Profesor publicó un libro para explicar la Física a través de ejemplos de la vida cotidiana

"Física - Mente" es el nombre del texto escrito por el santodomingano Gregorio Martínez, con el objetivo de facilitar el aprendizaje de esta disciplina a los niños y jóvenes.
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Gregorio Martínez Letelier es profesor de Física, pero destaca que su manera de enseñarla es diferente al método que utilizan muchos docentes, los que repiten una y otra vez las mismas fórmulas que resultan difíciles y se convierten en una pesadilla para la mayoría de los estudiantes.

Para atraer a los niños y jóvenes a esta disciplina, el docente titulado de la Pontificia Universidad Católica de Santiago, que hasta la fecha se desempeña en el colegio Helen Lee Lassen de Santo Domingo, publicó el libro "Física - Mente" con el respaldo de su casa de estudios, el que se lanzará en el transcurso de este mes, aunque ya está a la venta en las principales librerías del país y que presenta problemas relacionados con la física a través de ejemplos basados en el día a día, acompañados por coloridas ilustraciones.

"Goyo" como cariñosamente lo llaman sus cercanos, tiene una vocación a toda prueba y es un innegable ejemplo de superación y esfuerzo. Esto debido a que, al nacer, Gregorio tenía el cordón umbilical enrollado en su cuello, lo que le impedía respirar con normalidad, ocasionándole una parálisis cerebral que le causó secuelas, entre ellas dificultad para hablar con claridad y para caminar, aunque puede hacerlo con lentitud. Esta situación la enfrenta con valor y se ha propuesto hacer sus obligaciones por si solo dentro de sus posibilidades y lo ha logrado con creces.

-¿Cómo pensaste en que la física está presente en lo cotidiano?

-Yo estudié Física en la Universidad Católica en Santiago, donde aprendí mucho y aparte la profesora Verónica Lillo encontró que tenía la capacidad para escribir problemas cotidianos de física, porque nos dimos cuenta de que los problemas de física están domesticados. Están arreglados de tal forma que todo dé exacto, por eso al estudiante no le gusta la física, porque la asocia con matemáticas o cálculo. Ella me dijo, tenemos que dar vuelta la física porque está en la vida cotidiana.

-¿Qué buscas lograr con "Física -Mente"?

-Yo tenía un filósofo favorito que era Humberto Giannini, que hablaba de la filosofía domesticada y yo hablaba de la física domesticada, que es la manera cuando los profesores la transforman para que todo cuadre, para que la matemática cuadre, pero se despreocupan del fenómeno. En este libro lo que me importa es el fenómeno físico más que los números y que se entienda que la física está en el día a día, no está dentro de una sala. Como decía un filósofo lo que pasa siempre, lo cotidiano, se da por descontado, uno no se asombra de lo cotidiano porque pasa todos los días.

-¿Cómo le presentas estos planteamientos a tus alumnos?

-Cuando empecé a preguntarle a estudiantes por qué las manillas de las puertas están ubicadas en la orilla y no en otra parte, no sabían qué responder. La física se supone que me da competencias para desarrollarme en el mundo, no para andar con una pizarra y una calculadora sacando cálculos. Lo que yo me propuse es ver la física como fenómeno cotidiano, por ejemplo, ¿por qué a los jeeps cuando se meten a la arena hay que sacarles aire para que no patinen? o ¿por qué los tacos aguja le causan dolor en los pies a las mujeres? Son cosas tan simples que tienen que ver con la física, lo otro es matemáticas.

-Los problemas que propones son fáciles de comprender…

-Todos los ejemplos que están en el libro son reales. Lo que me motivó a escribir este libro fue la filosofía, las preguntas y como tengo escrito al comienzo en mi libro, "la pregunta es la piedad del pensamiento" que es una frase de Heidegger. Otro profesor que me inspiró mucho fue el físico argentino Alberto Rojo, que fue quien me hizo el prólogo. Creo que este libro me va a ayudar a darme a conocer un poquito.

Tarea pendiente

El docente que reside en un sector de mucha tranquilidad y rodeado de naturaleza en la comuna de Santo Domingo, confiesa que falta mucho por hacer para que haya realmente inclusión en la sociedad, algo que debería partir por conocer la realidad que deben enfrentar las personas que viven en situación de discapacidad

-¿Cómo fue tu época en el colegio?

-Fue muy bonita porque ahí estaba mi tía Luchita en el colegio Cristo Rey cuando llegué en primero básico y ningún colegio me recibía, con ella caminé y pasé mis mejores años. Aunque no tenían las condiciones, hice hasta la Primera Comunión en los 50 años del colegio.

-¿En los años de universidad cómo superaste los obstáculos?

-En la universidad también lo pasé bien, aunque repetí cada curso dos veces, pero lo pasé bien gracias a mi mamá que me iba a dejar y a buscar todas las semanas para trasladarme. El problema es que había que cambiarse de una sala a otra, era complicado, pero yo tomaba mis ramos. Me decían que fuera con mi mamá porque había un estudiante que lo hacía y yo no quise, porque a mí me gusta hacer mis cosas solo. Al final del primer semestre me pusieron un ayudante para escribir las pruebas. A veces estábamos cinco horas haciendo la prueba de cálculo. Tomaba de a dos los ramos porque cuatro era mucho, entonces tenía un ayudante para cada clase. Después fui ayudante de Laboratorio.

-Cuando dicen que hay avances en inclusión ¿crees que eso es real?

-No, sólo son palabras porque de hecho hay colegios donde un estudiante entra en silla de ruedas, no hay rampas ni ascensor y hay un desnivel de más de 10 centímetros. Alguien que camina puede levantar el pie y pasar, pero la silla de ruedas no. También hay baños donde la puerta es angosta, no puede entrar un alumno no discapacitado, pero que tal vez se cayó y va a estar en silla de ruedas un tiempo y uno discapacitado tampoco lo puede usar. Tener un baño para discapacitados no es inclusión. La forma en que entrego una clase para todos por igual, sí. Si tengo un alumno con discapacidad visual, pongo la información más grande, pero no para uno, porque ahí estaría discriminando, sino que para todos. Eso es inclusión real.

-¿Tienes alguna idea que te gustaría concretar a futuro?

-Primero estudié Física y después hice un diplomado en Gestión de Riesgo, me encanta estudiar. Me gustaría colaborar en la Municipalidad de Santo Domingo con mis conocimientos para aportar en algo. Podría orientar con mi postura ante un tsunami, cuánto me demoro yo en evacuar, porque piensan en personas como ellos que pueden correr, nadie piensa en mi situación. Siempre estoy desafiándome a pensar cosas nuevas, a hacer proyectos nuevos, trabajar con equipos, no quiero quedarme en que estudié para hacer clases y me voy a dedicar a eso toda mi vida. Podría trabajar en un lugar fijo, donde no tenga que desplazarme tanto, eso me gustaría.

-¿Estás ejerciendo actualmente como profesor?

-Hasta ahora estoy trabajando en el colegio Helen Lee Lassen, pero si tuviera que vivir sólo tendría que hacer como muchos profesores que trabajan en dos o tres colegios. A mí me gusta trabajar en uno porque no soy capaz de más y porque me gusta pensar mis clases, no caer en el vicio de repetir y repetir lo mismo. Quiero buscar cosas nuevas investigando o haciendo diseño de clases.

-¿Te gustaría seguir realizando clases de Física?

-Las clases se me están haciendo muy difíciles porque los estudiantes gritan mucho, no me dejan hablar, no puedo dar indicaciones, se burlan de mí, entonces estoy incómodo. Yo creo que este va a ser mi último año de clases, por el bien mío y el de los estudiantes, porque ellos necesitan una persona que hable fuerte y que siga con la física que tenga que seguir nomás, porque la que me gusta a mí es la física más práctica.

"Tenía un filósofo favorito que era Humberto Giannini, que hablaba de la filosofía domesticada y yo hablaba de la física domesticada, que es la manera cuando los profesores la transforman para que todo cuadre",

Gregorio Martínez.

"Las clases se me están haciendo muy difíciles porque los estudiantes gritan mucho, no me dejan hablar, no puedo dar indicaciones, se burlan de mí, entonces estoy incómodo. Yo creo que este va a ser mi último año de clases",

Gregorio Martínez.

fotos cedidas
fotos cedidas
el profesor de física gregorio Martínez letelier lanzó un libro.
La física interviene en nuestro día a día mucho más a menudo de lo que imaginamos.
Gregorio Martínez estudió en la Universidad Católica de Chile.
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