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Karen Paola lanzará nueva música: "Llegué a la tele porque quería cantar"

Con nuevos temas escritos por ella, también reeditará las que hizo conocidas en "Mekano". Hará "Jesucristo Superstar".
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Carolina Collins

Aunque su nombre en verdad es Karen Liecelotte Bejarano Flores, desde que se hizo famosa hace ya 20 años en "Mekano" la gente la conoce como Karen Paola. Con ese mismo nombre artístico la cantante buscará retomar su carrera musical.

"Esa soy, siempre he sido", dice sobre el nombre que le dio José Miguel Viñuela cuando era parte del recordado espacio juvenil de Mega. "Las malas lenguas decían que yo había pedido que me sacaran el Paola y me dejaran el Bejarano, pero eso nunca fue", desmiente. Y explica que todo fue porque cuando fue panelista de "Mucho Gusto", "querían que yo me perfilara más como animadora y sentían que el Paola era muy 'Mekano'".

"Pero la verdad nunca me he sentido más cómoda que con el Paola, aunque no es mi nombre es con el que me siento identificada porque es el nombre que me llevó a ser lo que soy", dice Karen.

Ese fue el nombre con el que se abrió camino en la música, vocación que está determinada a retomar este 2023. El primer paso será el estreno, el viernes 7 de abril en Gran Arena Monticello del musical "Jesucristo Superstar", que la tendrá en el rol de María Magdalena junto al ganador de "Mi nombre es" Marcelo Jiménez como Jesús y a Kevin Vásquez (Amango) como Judas.

"Ahora que estoy volviendo a la música con todo, creo que era ideal dar un puntapié inicial con un musical, demostrar que se puede cantar, bailar, hacer todo", explica.

Quien se define a sí misma como cristiana, cuenta que también aceptó ser María Magdalena, "porque siento que a veces a las mujeres se nos enjuicia mucho por la vida que llevamos y Jesús le permitió sentirse segura".

Karen detalla que es una versión "latinizada" de la ópera rock de 1971. "Está bien moderno para lo que uno podría imaginarse", detalla la ex "Mekano", que está ensayando seis horas diarias. "Uno ve a la Beyoncé y piensa 'si ella puede, todas pueden', pero es algo que se logra con mucho training", dice.

Música, no televisión

Después de "Mekano" Karen Bejarano estuvo en "Yingo", "Calle 7", "Fiebre de Baile", "Mucho Gusto" y hasta animó el festival Viva Dichato, en 2014. Su última aventura televisiva fue participar de la cuarta temporada de "El discípulo del chef" (Chilevisión). Sin embargo, dice que en este momento está enfocada la música, porque ese siempre fue el objetivo.

-¿Cantante es lo que más te identifica?

-Sí, definitivamente. La música siempre fue lo mío. Yo llegué a la tele porque quería cantar, esa era mi meta y sentía que quizás, al estar en un programa de televisión, podría tener acceso a la parte musical, lo que finalmente se dio. Con los años me fui dejando llevar más por el lado de la tele, no me arrepiento, pero sí me sirvió para darme cuenta de que mi verdadera pasión era la música. Y claro, la pospuse mucho tiempo por muchas razones, pero la más importante era mucho miedo. Miedo de que siempre se juzgaba que yo había salido de "Mekano".

-¿Vas a mantenerte en el pop?

-Mi estilo siempre ha sido bien popular. Lógicamente me gusta jugar con nuevos ritmos. Lo que yo hacia era euro dance. Si me preguntas si voy a seguir en la tecla del euro dance, no. Yo siento que mi pop está más latino, tiene más ritmos asociados al reguetón. Son bailables básicamente, pero también tengo canciones románticas, porque creo mucho en el amor, por algo llevo 20 años con mi marido. Me encanta escribirle canciones a él, no solamente hablar del desamor. Creo que es lindo también poder hablar de cuando uno encuentra una persona y es bacán compartir la vida, no solamente lo bueno, sino que atravesar desiertos e infiernos y que la persona nunca te suelte la mano es muy bonito.

-¿Qué harías si te ofrecieran algo en TV?

-Uf, qué difícil. Creo que en este momento estoy súper enfocada en lo musical y ya le di muchos años de mi vida a la televisión. Me dio grandes momentos, no puedo renegar de la tele porque sería súper malagradecida. Creo que hay pocos espacios en la televisión donde me llamaría la atención estar. Creo que en este momento quiero enfocarme 100% en la música y si bien me han llamado para ciertas cosas, mi prioridad es sacar los nuevos temas y reeditar los antiguos, y eso requiere tiempo, esfuerzo y una inversión económica súper importante.

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Karen Paola está ensayando su papel de María Magdalena y escribiendo sus propias canciones.
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Cien años de perdón (Clarice Lispector)

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No puedo dejar pasar el mes de marzo, conmemorado a las mujeres, sin hablar de una de las más grandes escritoras latinoamericanas del sigo XX, Clarice Lispector. En esta oportunidad comentaré el cuento Cien años de perdón. Este es quizás uno de los más breves que encontraremos en el libro Todos los cuentos (recientemente editado e impreso por Fondo de Cultura Económica), con solo una página y media, pero de profundas palabras que sin duda harán reflexionar a muchas y muchos lectores.

La historia es contada por la protagonista en primera persona, comienza describiéndose como una ladrona de rosas, lo ha sido desde niña, momento donde inicia su relato. Al principio todo era un juego de amigas, imaginando con su compañera que las grandes casas que miraban eran de ellas y vivían ahí. Si bien la protagonista no podía tomar algo de las casas, ya que no ingresaba a ellas y solo las miraba desde la avenida, había algo accesible que podía obtener, podía tomar un pedazo de esa casa, las rosas del jardín, siempre y cuando no fuera sorprendida por el jardinero o algún cuidador.

Fue así como continuó con su robo de rosas de los bellos jardines de las casas más hermosas, a veces le sumaba algunas pitangas, cada vez que lo lograba tenía un sentimiento de triunfo, de haber alcanzado el objetivo, de haber obtenido algo que a ella debió haberle pertenecido, pero ahora ya era suya, nadie podría quitársela.

Siguió robando rosas, siempre… nunca se arrepintió, como ella misma lo expresaba "ladrón de rosas y pitangas tiene cien años de perdón". Necesitaba llevar esas rosas suaves y perfectas a su casa, las amaba y las admiraba, pero no quería cultivarlas, quería la rosa de alguien más.

Clarice Lispector sin duda nos transporta a los sentimientos y deseos de una niña, inocente al principio, pero que al madurar continúa con su actuar, ¿qué representa la rosa para ella?, ¿qué representan las rosas para los otros?, ¿cuánto de esa niña vive en cada uno de nosotros y nosotras?

Es que la rosa es un tesoro que le tocó a alguien más, pero no a nosotros. Es imposible no analizar en estas breves líneas como el ser humano siempre desea más y más, parece no conformarse con lo que tiene, especialmente en temas materiales. ¿Cuántas rosas hemos deseado en nuestras vidas?, ¿cuántas cosas que no nos pertenecen deseamos día a día? Es que cada rosa representa un pequeño pedazo de lo que no nos tocó, que alguien más lo tiene por montones y quizás ni siquiera lo aprecia.

Sin duda, es un cuento intenso recomendado para quienes gustan de lecturas profundas. No se arrepentirán de leerlo.

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