Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Clasificados
  • Estrellas
  • Contraportada

Joven sanantonino sueña con dedicarse al folclore y mantener vivo el legado de su padre

Juan Pablo Reyes nació en un ambiente rodeado de cuecas, cantos, guitarras y panderos, por lo que no es de extrañar que su gran pasión sea la tradicional cueca chilena.
E-mail Compartir

Juanita Ortiz Bonilla

Los recuerdos de la niñez, adolescencia y del presente de Juan Pablo Reyes Durán (26) se relacionan con el folclore y no podía ser de otra manera porque su padre es Juan Reyes Arévalo, el querido "Tío Memo". Destacado profesor, Hijo Ilustre de San Antonio, director del Conjunto Folclórico "Puerto de San Antonio" e impulsor de otras agrupaciones como "Las Orquídeas", entre otras.

Es por esto, que el joven estudiante de Ingeniería en Información y Control de la Universidad de Valparaíso se declara un amante del folclore, que es parte de su vida cotidiana desde cuando recién daba sus primeros pasos y que aprendió a querer casi sin darse cuenta, llevándolo a disfrutar con los eventos estudiantiles en que podía lucirse agitando el pañuelo y zapateando como todo un "huaso encachao".

Actualmente, asegura que se está abriendo paso en el mundo del folclore local gracias a su talento, dejando de ser catalogado sólo como "el hijo de…", aunque el orgullo por sus padres es eterno e incondicional.

-¿Cómo ha sido para ti crecer en medio de un ambiente de folclore?

-Soy nacido y criado bajo el alero del "Tío Memo", así es que crecí con ese ejemplo, ver a mi papá siempre presentándose, bailando y cantando. De ahí nació mi amor por el folclore. Si bien, él me lo inculcó de tan buena manera que lo arraigué en mí, nunca fue una obligación. A los 5 años realicé mi primera presentación con el conjunto folclórico del Liceo Nacional de Llolleo. En esa oportunidad fuimos al Congreso Nacional a Valparaíso y dije una paya adelante todos los parlamentarios. Después andaba por toda la Cámara de Diputados. Esa fue mi primera experiencia en el área folclórica.

-¿Después empezaste a disfrutar más de estas actividades?

-Sí, con el paso del tiempo seguí en el conjunto del Liceo Nacional, iba a presentaciones con mi papá y era divertido porque me llamaba y me decía "Juan Pablo, venga a bailar cueca con la señora" y yo iba porque el "Tío Memo" mandaba. Pero no me molestaba porque era entretenido. Siempre me he sentido orgulloso de mi papá. Son muy lindos recuerdos ligados al folclore.

-¿De todos los géneros musicales cuál es el que más te gusta?

-¡La cueca!, porque es libre. Hay una estructura detrás, pero todos pueden bailarla y cada uno lo hace como quiere. Está la cueca chilota, de la zona central, bohemia, tradicional y la de salón, pero todas son cueca. Es uno el idioma en que todos hablan y eso es lo bonito de la cueca en sí.

-¿Qué sientes cuando sabes que el "Tío Memo" es tan querido por la gente?

-Me siento orgulloso de él y de mi familia en general porque el ver tanto cariño hacia los dos quiere decir que han hecho las cosas bien. El ver a los alumnos de repente convertidos en hombres adultos, que me saludan con un abrazo, sin conocerlos y me dicen "Hola Juan Pablo, ¿cómo está tu papá"? y ahí recién entiendo que era un alumno. Eso me llena de orgullo porque con cada persona con la que he compartido, me habla bien de mi papá y de mi mamá y del buen trabajo que han realizado como profesores.

Talento propio

Juan Pablo a sus 26 años está destacándose por su alegría y empeño en las diferentes actividades en las que participa junto a las agrupaciones folclóricas locales. Con simpatía anima los eventos y derrocha talento a la hora bailar un pie de cueca.

-¿Sientes que estás dándote a conocer de manera independiente, ya no sólo asociado a tu papá?

-Donde voy el título es "el hijo del Tío Memo". Aunque uno intente voy a quedar así, ¡si hasta la voz la tengo parecida! (ríe). Los artistas dicen "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Así es que me siento tan responsable que no tomo ni fumo por el hecho de pensar que mi papá a sus alumnos les decía, usted tiene que cuidarse, no tiene que tomar, hasta en eso me preocupo. En estos últimos años he "pegado el vuelo" y ya me han conocido como el "Juan Pi" o Juan Pablo, ya me he dado a conocer. Eso es un buen trabajo de mi parte para que me conozcan a mí como persona.

-Hubo un momento muy doloroso para ustedes como familia con la partida de tu hermanita…

-Sí, hasta el día de hoy está el pesar por mi hermana. Hace unos días estaba de cumpleaños y siempre la recordamos con mucho cariño y amor. Ella tenía mucho amor por la cueca, siempre vestía hermoso de china, iba a todas las presentaciones con mi papá, pero dejamos todo en las manos de Dios. Somos todos muy creyentes y sabemos que Dios tiene algo preparado para ella y nosotros, porque algún día nos volveremos a encontrar y vamos a estar en el cielo bailando unas cuequitas.

-¿Por qué elegiste una carrera muy diferente al ambiente artístico?

-La Ingeniería en Control de Gestión está más relacionado con el tema de la informática y la verdad no sé cómo llegué ahí. Siempre he sido bueno para las matemáticas. Aprendí mucho en el Liceo Nacional con excelentes profesores, como Carlos Leyton y Víctor Cepeda que me dejaron un buen camino a seguir.

-¿Dejas tiempo para algún hobby o hacer algo diferente?

-Mi mundo hoy en día está ligado a la cultura y el folclore. Me llaman para animar actividades y también hago clases de cueca. Además de estar con Ingrid que es mi compañera y también baila cueca conmigo en todos lados. También contar que me he criado en la iglesia evangélica. Mi abuelo fue pastor. En la familia de mi mamá también son todos pertenecientes a la Iglesia Evangélica de Dios Pentecostal que está ubicada en Bellavista. Podría decir que crecí entre la iglesia y las cuecas.

-¿Hay alguna actividad que te haya marcado por lo que significaba?

-En el verano junto a un grupo de vecinos, más la presidenta de una comité, estuvimos recolectando cosas para las personas damnificadas del sur por los incendios forestales. Estuvimos durante cuatro días en la plaza de Llolleo. Fuimos al sur y lo más emocionante fue ver a la gente cuando llegaban a la carretera y nos saludaban con banderas chilenas. Después en Concepción nos preguntaban de dónde éramos y cuando decíamos que de San Antonio, nos daban un abrazo gigante y nos decían, gracias por ayudarnos y con eso ya estábamos pagados. Nos fuimos muy cansados para allá, pero volvimos contentos y felices porque se hizo gracias a la comunidad de San Antonio.

-¿Crees que los jóvenes se interesan más que antes por el folclore?

-Sí, hace 10 ó 15 años atrás cuando uno iba a bailar cueca había solamente gente adulta. Actualmente, ver a jóvenes, niños de 5 años, personas con capacidades diferentes, con inclusión en el folclore, eso hace que uno esté contento. Si alguien quiere ir a bailar cueca a la plaza de Llolleo puede hacerlo, porque ya no es un grupo cerrado. Por ejemplo, el grupo "Revolución Cuequera", que son amigos míos, han hecho un excelente trabajo con jóvenes y niños de 5 a 13 años. Ver a niños de 5 años bailando cueca me recuerdan mi pasado.

-¿Se promueve lo suficiente el folclore en los colegios?

-Sí, a nivel escolar falta promover un poquito más nuestra cultura, tradiciones y raíces. Si bien la cueca se baila en septiembre, tendría que ser todo el año, tenemos que demostrar que somos chilenos y los extranjeros que vienen llegando, también tienen que saber que ese es nuestro baile nacional. Es lo que se está haciendo en los grupos folclóricos y lo que se está viendo con los adultos que se están motivando a aprender a bailar cueca en cualquier fecha del año.

-¿Eres regalón de tu familia?

-Sí, soy fundido de mi papá y es porque soy responsable de ellos. Dentro de nuestra historia como familia ya los vi sufrir una vez y los vi sufrir mucho, así es que me siento responsable de que no vuelvan a sufrir.

-¿Cómo eran los "18" cuando eras chico, con tu papá trabajando en las fondas?

-(Ríe a carcajadas) Llegaban las siete de la tarde y se nos desaparecía mi papá. Pasaba con mi mamá y mi hermana chica. No es cobrarle sentimientos, porque era parte de su responsabilidad. Con mi mamá íbamos a elevar volantines y a veces venían tíos y hacíamos un asadito, porque mi papá estaba preocupado de "La Chingana Oña Zoila Viuda de On Zigi", comenta con simpatía.

"Soy nacido y criado bajo el alero del "Tío Memo", así es que crecí con ese ejemplo, ver a mi papá siempre presentándose, bailando y cantando

Juan Pablo Reyes.

"Fuimos al sur y lo más emocionante fue ver a la gente cuando llegaban a la carretera y nos saludaban con banderas chilenas",

Juan Pablo sobre la campaña de ayuda para damnificados de incendios forestales.

fotos cedidas
fotos cedidas
Con su padre Juan Reyes, el querido "tío Memo" aprendió el amor por el folclore.
Junto a su familia luego de un evento "dieciochero".
Un recuerdo que atesora con gran amor. En esta foto con su mamá Silvia y su hermanita Mayte que falleció hace algunos años.
La cueca es la pasión de este joven sanantonino y se luce bailando.
Registra visita