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Otra vez los lobos marinos hundieron una embarcación de los pescadores

Los hombres de mar exigen que se tomen medidas porque cada vez que esto pasa deben costear la millonaria reparación de sus naves.
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Juan Olivares Meza

Las tranquilas aguas de la noble bahía de San Antonio, esta vez en el embarcadero de Puertecito, nuevamente fueron escenario del naufragio de una embarcación a costa de los lobos marinos que esta vez causaron millonarias pérdidas en el bote "Pichincho II", de propiedad del pescador local Luis Cáceres Pérez, de 64 años.

Lo que pasa es que desde hace varios años los pescadores artesanales enfrentan un desafío que ha ido agudizándose con el tiempo, que es la coexistencia con los lobos marinos, ya que, si bien estos mamíferos marinos son una parte importante del ecosistema y merecen protección, su creciente población ha generado conflictos y severos daños a la actividad pesquera local.

Bien lo sabe el pescador Luis Cáceres, propietario de dos botes pesqueros de la flota local, que en tres ocasiones han sido hundidos por los lobos marinos, una de esas naves, el "Pichincho II", zozobrado dos veces por los lobos, la última vez el jueves de esta semana.

"Lo que pasa es que nadie se hace cargo por estos daños, nosotros mismos tenemos que asumir todos los gastos, como en mi caso ahora que perdí todo el aceite hidráulico y ahora tengo que pagar como 2 millones de pesos para arreglar el motor, el otro motor se rodó y son como 400 mil pesos más, además de las reparaciones al bote, que como puede ver se partió y hay que parcharlo", dijo con total desazón el hombre de mar.

Sobre las reparaciones agregó que "menos mal que hay familia y amigos que están ayudando porque sin el bote no se puede trabajar, si no se trabaja no hay plata y ahí quedamos todo este tremendo daño que hacen".

Además del hundimiento de embarcaciones, que acarrea costos millonarios, uno de los problemas principales que enfrentan los pescadores artesanales es el daño a sus redes de pesca causado por los lobos marinos.

Ocurre que estos inteligentes mamíferos han aprendido a identificar las áreas donde los pescadores lanzan sus redes para capturar peces y los lobos se enredan en ellas y cuando esto sucede, pueden romper o dañar las redes, lo que representa una pérdida significativa para los pescadores en términos de tiempo y recursos.

Indignación

Ante esta situación, que una vez más afecta a los pescadores locales, el dirigente de los hombres de mar, Miguel Ángel Hernández, dijo a Diario El Líder que "el hundimiento del bote es como la guinda de la torta de la situación crítica que estamos pasando en las caletas de la región debido a la escasez de la merluza común. Pensamos que este recurso ya está colapsado porque hay muy poca captura y más encima tenemos que enfrentar a los lobos que hacen tira los materiales, son animales que compiten con los pescadores y por ahí yo creo que la cosa se está poniendo muy difícil".

El dirigente agregó que "cada vez que sucede una tragedia como esta para alguno de los pescadores, nosotros, como corporación Puertecito, le damos todas las facilidades para el varado y que puedan hacer la mantención y las reparaciones para que puedan a volver a trabajar lo más pronto que puedan y eso no tiene ningún costo para nuestros compañeros, todo lo contrario le damos todas las facilidades porque aquí no está solamente la pérdida del armador, el dueño del bote, porque también hay tripulantes que están detrás que se quedan sin trabajar y por cada bote que no zarpa se pierden cuatro puestos de trabajo".

Los lobos marinos son conocidos por su astucia y habilidades de caza, lo que les permite acceder a los peces que los pescadores capturan, disminuyendo los ingresos de los pescadores y con ello se daña directamente su sustento y la economía local.

"Cada vez que sucede una tragedia como esta para alguno de los pescadores nosotros le damos todas las facilidades para el varado",

Miguel Ángel Hernández,, dirigente de Puertecito

Juan olivares meza
Juan olivares meza
miguel ángel hernández.
el bote de fibra "pichincho II" sucumbió como consecuencia de la acción de los lobos marinos de la bahía de san antonio.
el pescador luis cáceres junto a su bote siniestrado.
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UNA ESPECIE PROTEGIDA

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Consultado en su momento por este tema, el experto en fauna silvestre José Luis Brito explicó que "el lobo marino es una especie protegida en Chile, no está en peligro de extinción, no tiene problemas de conservación y esta colonia de San Antonio es de machos marginales porque no hay hembras y cuando llega la época reproductiva en febrero desaparecen del puerto durante un mes a un mes y medio". Sobre una posible solución que ayude a los pescadores, sin dañar a los lobos, el especialista recordó que "en algún momento se conversó sobre la posibilidad de construir unas balsas como las que hay en Iquique o Talcahuano, donde existen balsas ancladas al fondo marino; de manera que las embarcaciones pudieran tener un borde de protección como lo han intentado a veces los pescadores y de esa forma intentar que los lobos se fueran a dormir a esas plataformas".

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