Crónica

En estado grave e internado en una clínica privada de Viña del Mar, está el extesorero de San Antonio Unido e hincha fanático del club lila, Alfonso Bustamante (63).

Ayer el dirigente lila en la administración de Hernán "Pobre Toto" Garay entre 2004 y 2008 fue derivado desde San Antonio a la "ciudad jardín", donde encontraron cupo en una cama UCI.

El exdirigente presenta hace tiempo una serie de problemas de salud, que lo mantenían desde octubre el año pasado internado en el hospital Claudio Vicuña.

Ayer fue trasladado cerca de las 13 horas a la clínica Bupa de Reñaca, Viña del Mar, donde está acompañado por su único hijo, que también se llama Alfonso.

"Lo trasladaron de urgencia a Viña del Mar, está en coma inducido y estamos esperando a hablar con el doctor", relató.

El hijo del exdirigente relató que Alfonso Bustamante "sufrió un infarto cerebrovascular hace un año y tiene un tumor en el cerebro, hidrocefalia y ahora le dio este accidente cerebro vascular".

Tratamiento

El hijo explicó que la idea del procedimiento médico, que lo tiene en coma inducido es "iniciar el tratamiento desde cero, es como reiniciar su cerebro, que su cabecita esté descansada, su cuerpo igual".

Alfonso recordó que su papá está "desde el 10 de octubre en el hospital".

Él es el único familiar directo de Alfonso Bustamante, ya que su esposa murió hace cinco años. "Es agotador asumir solo esta responsabilidad, pero estamos luchando".

Y agregó que "lo trasladaron a una clínica privada por el plan Auge. Hicimos todos los trámites y gracias a Dios se dio un cupo, no se demoró más de dos días. En ese sentido es bueno, porque la clínica es muy buena, está en buenas manos", expresó el hijo.

Agradeció las muestras de apoyo y cariño de los hinchas lilas en este último tiempo. "El fue dirigente de San Antonio Unido por mucho tiempo. La gente del SAU se suma a una cadena de oración que tenemos todos los días a las 10 de la noche".

Atentos

Desde el 16 de agosto los Hincha del SAU, a través de sus redes sociales, están pidiendo que todos los fanáticos del club y quienes conocen a Alfonso Bustamante se unan todos los días a las 22 horas en una cadena de oración para mandarle fuerzas al exdirigente.

"Dejó de trabajar en su puesto que tenía en la feria. Un día lo encontraron botado en el piso de su casa, porque aunque vivía con el hermano en Bellavista, a veces se quedaba solo", contó Alex Caroca, uno de sus amigos y compañero en su afición por el SAU.

Caroca está al tanto de los detalles de la enfermedad de Alfonso Bustamante y aunque sabe que su estado es muy delicado espera que se recupere para que el exdirigente vuelva los estadios a alentar a su querido SAU.

La reacción de la alcaldesa Constanza Lizana a los resultados de la encuesta de Opinión Pública de la fundación Piensa, que la deja como la peor evaluada en la región, fue criticada por los dirigentes de la Asociación Gremial de Funcionarios de la Salud de San Antonio.

La jefa comunal le restó validez al muestreo y destacó logros en áreas de la salud, donde San Antonio es una de las comunas con mayor cumplimiento de metas, expuso la jefa comunal. "Las metas se cumplen por el compromiso de los trabajadores de la salud, porque se nos pagan bonos y estamos comprometidos con nuestro trabajo, pero esto no es por la gestión de la alcaldía", criticó Marcela Jaque, presidenta de la gremial.

Incluso señaló que en salud, como en otras áreas, existen problemas, como "el no cumplimiento de los convenios odontológicos y de imagenología, se devolvieron como 11 millones".

Además criticó la actitud de la alcaldía en contra del director de Salud, José Luis Hernández. "Aunque diga que no, el doctor está atado de manos y no tiene todas las facultades para hacer su trabajo lo que perjudica a los funcionarios y a los usuarios", planteó.

En 2012 Eduardo Rojas Muñoz (50) realizó una huelga de hambre que duró 70 días y bajó más de 20 kilos reclamando por su exclusión y la de otros compañeros de labores en las medidas de mitigación de la licitación del terminal Costanera Espigón.

En ese momento el Estado decidió entregar un beneficio a los trabajadores portuarios que cumplían con ciertos requisitos, como antigüedad y turnos, mediante un bono de mitigación.

Rojas reclamó que lo excluyeron junto a una decena de no sindicalizados.

Eduardo Rojas depuso la huelga "confiando en la solución que nos dio el Gobierno. La Contraloría nos iba a entregar la protección adecuada y entramos en un proceso de regulación", explicó.

Sin embargo, después de más de una década, el portuario asegura que no recibe ninguna compensación y afirma que desde el 30 de agosto nuevamente está en huelga de hambre, tras información recibida de la seremi del Trabajo Metropolitana, donde le dijeron que no tiene ningún beneficio. Rojas realiza la huelga en una pieza arrendada en Santiago, donde ahora vive.