Cuidémonos para poder cuidar a otros
Algunos consejos para convivir con personas con algún tipo de trastorno.
¿Qué es el TLP? Es un trastorno mental que afecta la mayoría de las áreas de nuestras vidas, incluyendo la percepción de sí mismo, las relaciones interpersonales, el trabajo y los estudios. Se podría decir que la persona en general se ve afectada por este trastorno ya que incide en sus emociones, sus relaciones, su comportamiento y su pensamiento.
Si bien, hay múltiples formas de ayudar a un ser querido que padece TLP, generalmente se deja de lado algo esencial, las medidas de autocuidado que son necesarias para así poder estar disponible física y emocionalmente para apoyar a esta persona. Es muy importante estar atento a las propias necesidades sociales, emocionales, físicas y mentales para evitar algo que se conoce como Síndrome del Cuidador; el cual se refiere principalmente a sufrir un desgaste físico, psicológico y de la salud en general debido a un cuidado constante y continuado de otra persona. Si bien, el síndrome del cuidador puede parecer algo inevitable o incluso necesario por y para cuidar de este ser querido, hay una buena noticia, es evitable de todas maneras.
Cuando un ser querido tiene TLP, la contención y acompañamiento se convierte en algo de todos los días y pareciera ser un continuo "apagar incendios"; pero el contener y acompañar a alguien con TLP no es sinónimo de descuidarse, sino todo lo contrario, es sinónimo de que es esencial mantener regularmente medidas de autocuidado.
1. Realiza actividad física para activar tu cuerpo: es importante mantener cierta actividad para evitar caer en una rutina sedentaria y la liberación de endorfinas que se produce al hacer ejercicio, te ayudará a mantener una percepción de bienestar prolongada.
2. Pide ayuda: es importante apoyarse en otros, no siempre se puede hacer todo solo. Si te sientes sobrepasado, hay profesionales que pueden ayudarte y guiarte.
3. Te puedes equivocar: es probable que a veces te equivoques; lo importante es darse cuenta y buscar la manera de reparar y no repetir dicha conducta para evitar construir un patrón dañino.
4. Duerme: cuida tus horas de sueño. Si no mantienes un equilibrio en tus ritmos biológicos, te va a ser cada vez más difícil estar para tu ser querido.
Sabemos que es complejo e incluso puede surgir una sensación de egoísmo cuando te das un momento para ti porque no estás 100% ayudando a tu ser querido, pero también hay que ser consciente y siempre tener en mente que, si no me cuido no puedo cuidar a los demás. Cuídate, tómate tiempos para ti, y verás cómo vas a estar más disponible física y psicológicamente para la persona que quieres ayudar. Movámonos y empecemos a darle la importancia que se merece el autocuidado, ¡Tú puedes!
C. Trinidad Kiessling S.
Psicóloga Clínica Infanto - Juvenil.
Centro CENIT +56932655021
www.centrocenit.cl
Sicología
