Tohá defendió el veto a la ley de Usurpaciones
El Gobierno indicó que hay ocupaciones "pacíficas, donde no hay violencia e intimidación.
Eliminar la legítima defensa privilegiada o autotutela, modificar las penas de cárcel y un cambio a la restitución de bienes fueron los puntos del veto presidencial a la ley de Usurpaciones, enviados al Congreso por el Gobierno pasadas las 21 horas del viernes, ya que el plazo se terminó a la medianoche de ayer. La normativa ya fue aprobada por el Legislativo, razón por la que ahora el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), deberá revisar el texto del Ejecutivo, cerrado sin acuerdo.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, explicó que "se saca todo este régimen especial que fomentaba la autotutela y que permitía que las personas pudieran, por sus propias manos, con armas, con terceros, en cualquier momento, ir a hacer reivindicación de su bien".
No obstante, "se hizo salvaguardando que el delito se mantenga como un delito permanente y que, en todo momento, puedan actuar las policías", detalló la secretaria de Estado.
En segundo lugar, se modificaron las penas "para hacerlas graduales", señaló la ministra: en los casos de "usurpación con violencia e intimidación, se deja la pena que propuso el Parlamento", es decir, "presidio menor en su grado medio a máximo", a diferencia de cuando "sí hay daño en las cosas. Ahí se establece igual pena de cárcel, pero en un grado inferior, queda presidio menor en su grado medio".
"En el caso de la usurpación pacífica, donde no hay violencia e intimidación a las personas y tampoco hay violencia en las cosas, (...) lo que se establece es que el juez va a definir si hay pena de cárcel, que en este caso sería presidio menor en su grado mínimo, o hay multa", señaló la titular de Interior.
La tercera observación del veto firmado por el Presidente Gabriel Boric es "que hay instrumentos por los cuales los propietarios pueden pedir que le restituyan el bien cuando está judicializado el caso". A esto se agregó la "restitución anticipada", con que "se pide que se entregue para disponer del bien cuando hay un proceso judicial en curso", explicó Tohá.
La ministra añadió que "no está cerrado un acuerdo. Hubo harto esfuerzo por lograrlo, pero al final había algunos temas en que no había realmente un entendimiento común, particularmente respecto a cómo debe sancionarse la pena pacífica".