Juanita Ortiz Bonilla

El museo de la localidad rural de El Totoral tiene una magia que hace retroceder en el tiempo con sólo ingresar al lugar, el que se encuentra ubicado a pocos pasos de la iglesia colonial "Nuestra Señora de la Merced" construida en 1815.

Antiguas vitrolas, tocadiscos, máquinas de coser, pinturas religiosas e incluso sotanas que alguna vez usaron los sacerdotes para celebrar la misa, son algunos de los elementos de la tradición campesina que se exhiben en el recinto.

Con el paso del tiempo las piezas que forman parte de la colección del establecimiento han ido dañándose producto de la humedad que abunda y varios artículos están apilados cubiertos de polvo, lo que refleja el paso del tiempo. Es por esto, que el sociólogo Javier Esnaola radicado hace cerca de ocho años en San Antonio, se propuso revitalizar el museo que fue fundado con la colaboración de la comunidad, destacándose la señora Aramita Cerda García, la que se ha dedicado a administrarlo, labor que se ha vuelto más difícil a sus 82 años.

-Javier, ¿Cómo llegaste al museo de El Totoral?

-Yo trabajé cerca de cinco años en la Municipalidad de El Quisco en el área de Cultura y como gestor cultural me especialicé en el área de Patrimonio. Ahí conocí el museo de El Totoral y me intrigó mucho su importancia para la historia, memoria y patrimonio de la localidad. Este espacio surge como un museo comunitario donde primero la señora Aramita en su afán de rescatar la historia de su familia comienza a colocar en este salón objetos antiguos como catres, yugos de bueyes, lecheros y máquinas de coser, entre otros y en el transcurso del tiempo, los vecinos de la comunidad se dieron dando cuenta de la iniciativa que estaba haciendo ella y empezaron a donar más artículos.

-¿Actualmente está abierto a la comunidad?

-Sí, pero durante los últimos cinco años y principalmente producto de la pandemia y el deterioro de la estructura del espacio mismo, el museo no se encuentra abandonado, porque la señora Aramita lo ve, pero la humedad está muy fuerte dañando una importante parte de las colecciones. Este lugar hoy en día se encuentra en riesgo, más que en abandono.

Recuperación

En marcha está el proyecto que lidera Javier Esnaola. " Postulamos al Fondo Nacional del Patrimonio en su línea regional de investigación y diagnóstico y se creó el proyecto para hacer un diagnóstico y una recuperación comunitaria del espacio. Fuimos el proyecto de la región seleccionado. Alcanzamos el máximo puntaje entre otros 400 postulantes.

-¿En qué consiste el proyecto?

-El proyecto tiene dos aristas centrales, por un lado, está el poder realizar un estudio, diagnóstico de los elementos y las colecciones que están ahí, porque no hay información sistematizada de qué existió exactamente en el lugar. Aremita me comentó una vez que tiene un cuaderno con el registro de los artículos que son de la familia y de los que son de la iglesia, porque hay vestimenta antigua, un órgano, pero no hay más registro que ese. Entonces, se va a levantar esa información para realizar un inventario de todos los elementos que hay y se va a realizar una mantención preventiva. Lo otro tiene que ver con poder incluir a la comunidad en este segundo impulso, para que sean ellos quienes nos entreguen información sobre qué representan y qué importancia tienen a nivel simbólico y emocional esos artículos para los vecinos de El Totoral. Para eso se van a organizar entrevistas y encuentros con la comunidad.

-¿Cómo van a potenciar el museo?

-La idea es hacer esta revitalización del espacio y se van a construir tres grandes productos. Se va a publicar un libro donde se cuente la historia del museo, donde se van a detallar los objetos que se encuentran ahí, para explicarlos a grandes rasgos. Por otro lado, se va a editar un "minidocumental" del proceso de recuperación del recinto y también se va a crear una pequeña colección, la cual va a tener la posibilidad de itinerar en establecimientos educacionales o en espacios culturales para que la provincia también conozca la historia del Totoral y no tengan que ir exclusivamente allá.

-¿En qué momento te interesaste por el museo de El Totoral?

-Estaba trabajando en El Quisco y terminando mi magíster en Patrimonio. En base a esto realicé un trabajo respecto a la relevancia de este museo. Entonces al ver la realidad en la que me adentré, pensé que es importante realmente rescatar esto porque o sino se va a perder con el tiempo.

-Cuando se generen las reuniones con la comunidad, ¿se va a gestionar que aporten más objetos?

-Por ahora no, lo que queremos hacer para darle sostenibilidad al espacio, es que en el proyecto mismo crear un plan de gestión con la comunidad donde a priori se piensa en poder crear una fundación que permita postular a más recursos y darle una continuidad en el tiempo. Además, no hay infografías de los elementos. Hay por ejemplo un cuadro o yugos de bueyes, pero no tienen la información sobre la historia de esos artículos. Eso es algo que también lo vamos a construir con la comunidad.