Celulares en el aula de clases: 4 claves sobre tecnología en educación
Varios colegios chilenos anunciaron la prohibición del uso de teléfonos celulares en clases. La tendencia, ya mundial, coincide con el último informe PISA de la OCDE, que señala que las distracciones por los móviles y otros dispositivos digitales afectan el aprendizaje. Algunas escuelas buscan también reducir la dependencia a los aparatos y su uso inapropiado y el fomento de los buenos modales, las habilidades sociales y las relaciones interpersonales.
Más allá de la resolución, y para cuidar que no se extienda una perspectiva "tecnofóbica" que amenace a todo instrumento digital en las aulas, incluidos los más beneficiosos, hay cuatro ideas clave.
1) La tecnología -toda aplicación de ingenio y conocimiento humanos a artículos y procesos para resolver problemas- siempre nos ha acompañado, desde el pizarrón hasta las pantallas más sofisticadas, pasando por el lápiz y la calculadora. ¿Qué ha cambiado? Que todos -también los estudiantes y a un ritmo veloz- tenemos dispositivos muy avanzados e hiperconectados.
2) Dice el filósofo y experto en educación Gregorio Luri que la atención es el nuevo cociente intelectual del siglo XXI y que movernos inteligentemente en la sociedad de la información dependerá de nuestra capacidad atencional. La educación de la atención y la voluntad son un desafío más allá de las pantallas.
3) Añade Luri que las tecnologías son "prótesis antropológicas" que amplifican lo que somos y que no debemos denigrar del conocimiento, pensando que todo está en los motores de búsqueda. El abundante saber almacenado en nuestra memoria y el uso correcto de las tecnologías componen una fórmula poderosísima.
4) La tecnología, en general y la digital, es una herramienta más en el proceso educativo. Lo vital es que esté vinculada a metodologías de probada eficacia y que cuente con el acompañamiento guiado, no sólo de la comunidad educativa y en el aula, sino también de los padres y tutores.
En los próximos años estaremos mucho más desafiados y beneficiados por los nuevos avances -ya es así con la inteligencia artificial-, por lo que el reto de usarlos con buen juicio, siempre con el ser humano y su bienestar en el centro, será constante y creciente.
Olga Alarcón Benavides
Vicepresidenta de la Mesa de
Objetivos de Desarrollo Digital de Fundación País Digital