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El exalumno del Instituto Bicentenario que se abre camino en el mundo de la guitarra clásica

Pablo Jeria se encuentra terminando sus estudios de interpretación musical en la Universidad Católica de Valparaíso y ya ha participado en importantes eventos culturales a nivel nacional.
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Crónica

En estos días Pablo Jeria Silva (25) se encuentra abocado en terminar sus estudios de interpretación musical, con mención en guitarra clásica, en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Pucv), sin embargo, la motivación que tiene por dar a conocer su trabajo artístico lo llevó a querer sorprender a los alumnos del Instituto Bicentenario José Miguel Carrera, establecimiento del que egresó, con un concierto estudiantil en el recinto de calle Luis Reuss.

El joven músico oriundo de Santo Domingo, durante el 2023 fue parte de importantes eventos culturales, entre ellos, el concierto conmemorativo por los 50 años del golpe de Estado junto a la Orquesta Estudiantil de la Universidad Técnica Federico Santa María y en la obra "El último café juntos" del compositor italiano Simone Iannarelli junto a la Orquesta Juvenil del Conservatorio de la Pucv.

"Me puse en contacto con Juan Carlos Rivera, profesor del Instituto Bicentenario y amigo mío, le ofrecí hacer un concierto educacional para los niños. Fue muy bonito porque yo no conocía el edificio nuevo (del colegio). Me reencontré con muchos profes, les conté que estaba terminando la carrera. Tocamos en la sala de música que es enorme. El concierto ahondó un poco de todo respecto a obras, mostré algunas españolas, otras latinoamericanas y chilenas. Les conté sobre mi labor como intérprete, porque no se conoce mucho de la interpretación en guitarra, se sabe más de la que es en violín o de instrumentos tradicionales. También hubo una ronda de preguntas y una charla post concierto", comenta feliz por haber compartido con sus exprofesores.

-¿Cómo viste la respuesta de los estudiantes a tu música?

-Los chiquillos escucharon con mucha atención, me gustó mucho, estuvo muy interesante. Agradezco la disposición del equipo del Bicentenario, tanto de la dirección como del profesor Juan Carlos y de los alumnos.

- Durante el verano hiciste varias presentaciones…

-Sí, en este contexto de verano pude gestionar labores culturales dentro de la zona, específicamente en San Antonio y Santo Domingo, y en eso se enmarcó el ciclo de conciertos 'Bisiesto'. Son recitales de guitarra clásica en los que toqué repertorios variados de obras para guitarra sola con la técnica y la pulcritud que eso conlleva, las que van desde barroco, pasando por Johann Sebastian Bach, Francisco Tárrega de España y obras chilenas. Me gusta trabajar con artistas nacionales y en lo posible locales. Dentro del repertorio hubo música de un amigo que es de San Antonio, Tito Guzmán.

-¿Habías realizado este tipo de actividades en la zona?

-Esto partió en 2019 con un concierto en Santo Domingo, luego ocurrió la pandemia y cambié al formato online, también presentando obras nacionales y mostrando una obra del compositor Tito Guzmán. Al regreso de la pandemia, pude ofrecer una presentación en el museo de San Antonio y nuevamente voy a hacer un concierto ahí, pero ahora el circuito se amplió. Siento que hay una responsabilidad política de presentar este quehacer a la comunidad. Por eso, cada vez que tengo la posibilidad, elaboro conciertos gratuitos para el público.

-¿Hay público para este tipo de música?

-Público hay, ahora la cantidad es lo que hay que mover siempre. El Centro Cultural de San Antonio, la Academia Amadeus y las diferentes orquestas que existen en la zona mueven un poco lo que sería la música clásica, pero generalmente he visto al menos que el público es reservado, le cuesta acercarse a estos espacios. Entonces hay que construir un público, lo comparo con Santiago y Valparaíso, y allá se llenan los recintos. En San Antonio y Santo Domingo cuesta hacerlo, pero estamos en un momento en que hay que construirlo y mostrar lo que hacemos.

-¿Cuándo nació tu pasión por la música?

-Por la música como tal, la tengo desde siempre, aunque esto partió desde la danza. Recuerdo haber estado cuando niño en algunos ballets folclóricos en el colegio People Help People, donde estudié la enseñanza básica. A los nueve años tomé la guitarra que era un instrumento que me parecía un poco ajeno y que me daba un poco de miedo, porque veía tantas cuerdas y espacios, pero quise asumir el desafío y me cautivó.

-¿Alguien de familia tocaba guitarra?

-No, y eso es lo más curioso (ríe), porque yo no tengo antecedentes de músicos en mi familia. Por lo tanto, existía un temor, porque no conocían el quehacer, cómo se desempeña y vive un músico. Mis papás eran muy católicos e iban siempre a la iglesia conmigo. El guitarrista que tocaba en el templo era amigo de mis papás y él me mostró cómo tocaba la guitarra y me enseñó lo básico.

-¿Qué te motivó a ingresar al conservatorio?

-En un momento sentí la necesidad de saber más del instrumento dentro del hobby, porque también quería sacar canciones que eran más complejas. Recuerdo haber escuchado a Silvio Rodríguez, pasó la Nueva Trova por mí, Víctor Jara, Inti-Illimani, y el profesor del colegio (Juan Carlos Rivera) me aconsejó que me inscribiera en un taller del Centro Cultural que lo estaba haciendo Nicolás Salvador, que es guitarrista clásico. Llegué y tuve una entrevista con Nicolás. Me mostró cuál es la diferencia, cuál es el tipo de repertorio que se toca y me formé ahí. Estaba en tercero medio y al final de ese año engancho con la guitarra clásica y decido embarcarme en ese rumbo. El 2016 Nicolás me preparó durante todo el año en el taller para postular al examen del Conservatorio.

-Dedicarse al arte a veces complica a los padres. ¿Cómo fue en tu caso?

-Lo veo en la realidad de mis compañeros músicos y hay algunos que no tienen el apoyo de los padres, tienen todo en contra y el esfuerzo es triple. Yo no tuve ningún inconveniente, pero sí me comentaron que había temor, porque hay que decir que se trata de ser guitarrista clásico, que es más selecto aún, ni siquiera un músico popular y en la provincia no se ve mucho. Pero me apoyaron igual y después se fueron relajando cuando conocieron la realidad de mis profes, el conservatorio y la realidad musical dentro de otras zonas, por ejemplo, en Valparaíso, Viña, Santiago o Frutillar. El apoyo es fundamental y para mí es invaluable. Soy un afortunado en tener el respaldo de mis padres.

-¿Qué eventos destacarías de los que has participado?

-El año pasado fue muy bueno musicalmente en asuntos de clases y viajes. Tuve la posibilidad de tomar clases magistrales con la concertista y profesora cubana radicada en Canadá Iliana Matos en un seminario en la Universidad de Chile. También estuve en el evento Semana Internacional de la Guitarra en el Teatro del Lago en Frutillar, donde se invitó a guitarristas internacionales a dar clases y se hicieron conciertos. Ahí estuve con Pablo Garibay (México), Andrea González (España), Matteo Mela (Italia), Renato Serrano (chileno radicado en Brasil) y Bokyung Byun, de Corea del Sur.

Además, ofreció un concierto a estudiantes y participó en el estreno nacional de una obra con orquesta con el compositor italiano Simone Iannarelli. "Conseguí la obra 'El último caffé juntos', que tiene una adaptación para guitarra y orquesta, y hablé con el Conservatorio del Instituto de Música de la Pucv y con ellos pude trabajar estrenando esa obra en dos jornadas, a fines de noviembre y principio de diciembre pasado.

Devenires dúo

Además de participar en destacadas orquestas, Pablo tiene otro proyecto musical el que anuncia en esta entrevista. "Actualmente estoy elaborando un proyecto que se llama 'Devenires Dúo' con mi amigo Víctor Reyes, que es de San Antonio y compañero de universidad que toca viola y charango. Buscamos que este dúo tenga un pie dentro del mundo clásico y el otro en lo popular. Estamos montando actualmente una obra de Astor Piazzolla, pero también hemos visto algo de Inti-Illimani como otro posible repertorio que estamos incluyendo", afirma.

-¿Tienes otros proyectos a futuro?

-Primero terminar la carrera y más adelante planeo desempeñarme como músico activo. En general moverme con conciertos, tocar harto, aunque curiosamente el intérprete es lo que menos hace, porque su gran fuerte es enseñar aunque no queramos. Estoy pensando que el siguiente paso que quiero dar es hacer un magíster en educación, hay uno muy novedoso que se está impartiendo en Alemania, por lo que probablemente me tenga que ir para allá. La otra opción es hacer un magíster en interpretación. Por ahora, quiero seguir difundiendo mi trabajo como intérprete en guitarra clásica por el Litoral de los Poetas.

"Siento que hay una responsabilidad política de presentar este quehacer a la comunidad. Por eso, cada vez que tengo la posibilidad, elaboro conciertos gratuitos para el público",

Pablo Jeria

"A los nueve años tomé la guitarra que era un instrumento que me parecía un poco ajeno y que me daba un poco de miedo (...) pero quise asumir el desafío y me cautivó",

Pablo Jeria

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En sus redes sociales (@pablo.jeria.silva en Instagram) y (@Pablo Jeria Silva en YouTube) publica las actividades que realiza y las que tiene programadas.
Pablo quiere dedicar su vida a la guitarra clásica y ya piensa en capacitarse en el extranjero.
Muy feliz quedó luego de ofrecer una muestra de su trabajo en el instituto Bicentenario José Miguel Carrera.
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