El hombre que lleva los colores del SAU y el Balmaceda en su sangre
Guillermo "Chichilo" Pérez jugó profesionalmente en San Antonio Unido, al igual que su padre. Tras una larga carrera como DT, hoy ejerce como jefe técnico de las cadetes lilas y está empeñado en que la institución siga creciendo.
El exfutbolista profesional Guillermo "Chichilo" Pérez Manríquez confiesa que uno de sus sueños es seguir jugando hasta que las fuerzas lo acompañen en el Atlético Cultural Balmaceda, donde inició su pasión por el fútbol cuando sólo tenía 10 años. Sin embargo, su corazón también es "lila" y no podría ser de otra forma, ya que su padre es el histórico Guillermo "Cata" Pérez, integrante del plantel que conquistó la Copa Isidro Corvinos en 1971, único título alcanzado por San Antonio Unido en su historia.
"Soy nacido y criado en San Antonio, en la avenida Balmaceda. Mi familia en general ha estado ligada al fútbol. Primero al club deportivo Balmaceda y a través de mi abuelo materno al SAU. Él fue uno de los primeros dirigentes de San Antonio Unido Portuario en esos tiempos. Después mi papá jugó en el SAU en los '70, también fue dirigente y gerente. Desde la familia se ha transmitido esta pasión tanto por el club Balmaceda como por San Antonio Unido", comenta el actual jefe técnico del fútbol de proyección de la institución lila.
-Desde niño estuviste en un ambiente de fútbol. ¿Eso fue una motivación para ti?
-Sí, desde chico iba a los partidos del fútbol amateur acompañando a mi papá y como utilero. Debuté a los 10 años por el club Balmaceda. Siempre mi entorno estuvo ligado al fútbol. Mi tío Juan Ubilla fue jugador profesional destacado en los '70 y '80 y estuvo en Universidad Católica. Entonces siempre mi línea e ilusión fue ser futbolista.
-¿Cuándo partiste en el fútbol?
-El 17 de julio de 1982 cumplí 10 años y mi primer regalo fue haber firmado por el Balmaceda. A los 18 años se dio la oportunidad de irme a Rangers de Talca, así empieza mi época como futbolista profesional. Estuve acá en San Antonio Unido dos años (93-94), después cuatro años en deportes Linares y luego una lesión me marginó de la competencia. A partir de ese momento florece, de una manera no predecible, otra pasión, porque no pensaba ser técnico y un gran amigo mío, Sergio Escalante, me motiva a trabajar con niños. Desde ahí comienza este gustito por ser entrenador y el año 99 comienzo a estudiar en el Inaf (Instituto Nacional del Fútbol).
-¿Cómo fue la etapa en Rangers?
-Fue difícil salir de mi ciudad y del lado de mi familia a los 18 años, pero también fue motivante. En esos tiempos no había celulares, ni WhatsApp, era un mundo totalmente diferente al que yo estaba acostumbrado a competir. Tuve el apoyo de la familia Ubilla, de mi tía Guillermina en Talca y eso me sirvió mucho para poder madurar rápido. Vi otro mundo que me gustó, por supuesto. Tuve que mejorar y nivelar muchas cosas en ese tiempo, tanto física, técnica como tácticamente, y me fue bien afortunadamente. Tuve un excelente año en Rangers tanto en el primer equipo como en la serie juvenil. Mi decisión siempre fue intentar seguir en el fútbol profesional.
-¿El SAU es parte de tu ADN?
-Sí, como lo dices, es parte de mi ADN, viene desde chico. La primera pensión que tuvo San Antonio Unido fue en la casa de mi abuelo. Ahí llegaron muchos jugadores de Santiago. Mi papá siempre estuvo ligado. Él estuvo en la única copa que tiene el club, que es la Isidro Corvinos (se jugaba entre equipos de la Segunda, hoy Primera B). Siempre fui al estadio cuando chico. En los '80 el estadio Municipal se llenaba en las dos galerías. Me tocó ser pelotero en esos tiempos y después llegué al SAU cuando vuelve a Tercera División, luego de estar desaparecido. El año 92 empieza un cariño diferente porque estuve adentro como jugador y siempre fue un desafío entregarme por entero al SAU.
En la sección de lectura juvenil de la biblioteca pública Vicente Huidobro, donde ofreció esta entrevista Guillermo Pérez profundiza en su estrecha relación con el club lila. "Después vino mi parte de técnico, de empezar a estudiar y mi ilusión fue dirigir al SAU. Afortunadamente se me dio en varias oportunidades. Estuve en 2005, 2006, 2009, 2010, y después vuelvo el 2015. Estuve el 2017 con el primer equipo y en 2023 regresé nuevamente. En estadísticas soy el segundo técnico que ha dirigido más veces al primer equipo. Para mí el SAU no sólo ha sido un club para trabajar, sino que un club para formar, para ayudar en su crecimiento. Ese siempre ha sido mi interés.
-¿Qué le ha faltado al SAU para ascender a Primera B? -Suerte, siento que nos ha faltado una pizca de suerte. Este año vamos muy bien encaminados, está muy bueno el campeonato. Estamos en la parte alta y esperamos que este año pueda ser, todavía queda una rueda y estamos todos ilusionados. Pero también ha tenido otras épocas bastante buenas como la que tuvo Lucho Musri, como la que nosotros hicimos el 2005-2006 donde estuvimos en las dos liguillas. Era la primera vez que el SAU clasificaba a una liguilla para poder subir en la Tercera División.
-¿Qué recuerdos tiene de esa época?
-Fue muy lindo ese tiempo, porque al equipo lo dirigimos con un grupo de amigos, estaba Georgelino Osorio, Teo Díaz, Miguel Ángel Ahumada, Carlos Bustos, Daniel Romo e hicimos un proyecto principalmente pensando en la gente de San Antonio, y el 80% de los jugadores de ese plantel era de la comuna. Logramos los objetivos. Empezamos muy mal, pero teníamos un convencimiento grande de que lo podíamos lograr y por primera vez San Antonio Unido clasificó a una liguilla final. Disputamos el campeonato palmo a palmo con Curicó que era una potencia enorme y logró subir ese año.
-¿Hay talento futbolístico en San Antonio?
-Siempre hay talento. Creo que la oportunidad debería estar en el día a día y en el SAU el trabajo es el mismo que puedan encontrar en cualquier club profesional de Chile. Este año me han dado la oportunidad de ser el jefe técnico del fútbol joven, precisamente para buscar nuevos talentos en la comuna, que puedan en un futuro ser un pilar en el club y llegar a debutar en el primer equipo del SAU.
Chupete referente
En su carrera como DT, "Chichilo" Pérez tuvo la oportunidad de dirigir a Humberto Suazo en el SAU tras su bullada salida de Colo Colo. Para el DT, "Chupete" es un referente y un ejemplo para los niños de San Antonio.
"Tuve la posibilidad de dirigirlo y ahí me di cuenta de que es un ser humano tremendo, fue un aporte hacia los chicos, un tipo muy humilde en el trabajo. Pensar que venía de todo lo que había ganado y llegó a San Antonio Unido, que en ese momento no teníamos mucho y que lo hiciera de la manera que se entregó, para nosotros fue muy motivante y enriquecedor en el sentido humano", afirma con nostalgia.
-Un ejemplo de superación y perseverancia…
-Creo que Humberto es el fiel reflejo del sanantonino que ha conseguido mucho a través del esfuerzo. Uno cree que las cosas se consiguen rápido porque hace goles, pero hay lesiones, lejanía de la familia, sacrificio, trabajo diario y el sanantonino es así. El 'gallo' que sale al puerto, al mar, es gente trabajadora. Estar a los 43 años activo y siendo uno de los mejores jugadores de la Primera B, es porque hay un trabajo, un cuidado, mucho profesionalismo.
-¿Hay más referentes sanantoninos que podrían volver a aportar desde otras áreas?
-Hay mucha gente que está fuera y que ha sido importante dentro del SAU, como Marcelo Palma, que ahora está en Melipilla como ayudante técnico, Emiliano Astorga, el 'Flaco' García, César Vaccia, gente que es de San Antonio y que tiene logros. Ojalá en algún momento ellos tengan una oportunidad. Ver a Emiliano Astorga o al Flaco García. ¿Por qué no soñar en un futuro con ver a Humberto Suazo siendo el técnico de San Antonio Unido?
-¿Qué sueño quisiera cumplir?
-Seguir ligado al fútbol hasta que me muera y que mi familia siempre esté bien. No es un sueño propio, pero sí me gustaría ver al SAU en algún momento en el fútbol grande, en Primera B. Tenemos un grupo de los exjugadores de San Antonio Unido y siempre pensamos que el SAU debería estar arriba, donde se lo merece. Esperemos que este año sea, sino seguir insistiendo, ese es un sueño personal. Y seguir junto a mi club Balmaceda, porque es un club lindo que ha conseguido muchas cosas, me ha dado mucho. En cada cancha y en cada entrevista lo digo, Balmaceda me dio mis valores en el fútbol, en mi formación como deportista. Somos una familia y en el club siempre hay un respeto enorme. Luchando día a día, se pueden conseguir los sueños, tal como lo hizo Balmaceda.
"El 17 de julio de 1982 cumplí 10 años y mi primer regalo fue haber firmado por el Balmaceda. A los 18 años tuve la oportunidad de irme a Rangers de Talca, así empieza mi época como futbolista profesional",
Guillermo Pérez Manríquez
"Para mí el SAU no sólo ha sido un club para trabajar, sino que un club para formar, para ayudar en su crecimiento. Ese siempre ha sido mi interés",
Guillermo Pérez




