Porque lo viví, no me lo contaron.
Por todos es sabido que durante el gobierno de la UP se produjo un gran desabastecimiento de productos esenciales en todo hogar.
Según la izquierda, acaparamiento. Según la derecha paralización de la producción.
Lo cierto es que "se suponía" que todo el país estaba afectado por la escasez y/o ausencia de productos.
Por aquel entonces la que era mi esposa trabajaba en DINAC (Distribuidora Nacional), empresa estatal que tenía el monopolio del rubro y establecida sobre la expropiada empresa de capitales ingleses Duncan Fox, cuyo jefe máximo era el general Alberto Bachelet.
Ella era la secretaria de la Gerencia de Estadísticas.
Un día llegó a casa con un vale canjeable por mercadería.
Ocurría que DINAC había reestructurado como supermercado una bodega de su propiedad en la avenida San Joaquín (Santiago), al lado de la Coca Cola.
Había de todo y se podía adquirir sin límite. Así que aprovechamos de segurar también a nuestros padres.
Al final, por caja, evaluación de lo que llevábamos. El vale se llenaba por el monto y desmontable en el siguiente sueldo de mi esposa.
Al menos durante un tiempo, mientras el chileno medio hacía colas o compraba en el mercado negro, unos cuantos "privilegiados" podíamos comprar de todo con el gentil auspicio del Estado de Chile.
Alejandro Iglesias