Chungungo o gato de mar: nuevo embajador de la fauna chilena
Con más de dos mil votos, y gracias a una iniciativa impulsada por la Fundación Jane Goodall Institute Chile y el MIM, esta especie de nutria se llevó la corona. Experto asegura que puede ser visto en Zapallar, Quintay y San Antonio.
Francisca Palma Schiller
Nadador por naturaleza y fan número uno de los hábitats rocosos. Esas son algunas de las particularidades que caracterizan al chungungo, el coloquialmente conocido "gato de mar", animal que hoy está acaparando la atención de los chilenos tras ser elegido el nuevo embajador de la fauna para el año 2025.
Lo anterior porque, con más de dos mil votos, y gracias a una iniciativa impulsada por la Fundación Jane Goodall Institute Chile y el Museo Interactivo Mirador (MIM), la Lontra Feline, bajo su nombre científico, se llevó la corona de esta importante representación, la que permitirá, según los expertos, dar visibilidad a la necesidad de proteger la biodiversidad nacional y en especial, la marina.
"El chungungo es una de las dos especies de nutrias que viven en Chile. Es una especie marina, y la otra especie de nutria es el huillin, que se ve de Puerto Montt hacia al sur y se puede ver tanto en agua dulce, como en agua salda, pero el chungungo es en esencia marino", indicó Frederick Toro, académico de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás, sede Viña del Mar.
El experto subrayó que "es el mamífero marino más pequeño del mundo y tiene una alta densidad de pelo por centímetro cuadrado".
El naturalista e historiador sanantonino José Luis Brito precisó que esta especie de nutria "es un mamífero del orden carnívora y de la familia Mustelidae, es decir, está emparentado con los quiques, hurones, martas, visones, entre otros".
"Posee un cuerpo alargado; su cola tiende a ser aplanada como una adaptación para la natación y en sus manos y pies posee membranas interdigitales también para la natación", describió.
Hábitat
En cuanto a su hábitat, Brito dijo este se encuentra "fragmentado" en la actualidad por la actividad del hombre.
Sin perjuicio de ello, especificó, "prefiere ambientes rocosos y expuestos al oleaje con rocas y piedras de gran tamaño, aunque también usa lugares más calmados, por lo que puede igualmente frecuentar algunas playas solitarias. Hace su madriguera entre roqueríos de difícil acceso y a veces con entradas bajo el agua para mayor seguridad, sobre todo cuando cría".
Y "como buen representante de su orden", añadió, "es un predador del ambicioso litoral del cual no se aleja más de 150 metros de la orilla y donde presa peces de orilla, moluscos, crustáceos y ocasionalmente ataca aves marinas. Su función es vital para mantener el equilibrio ecológico en el ambiente del litoral rocoso".
Y si bien en nuestra región estuvo casi desaparecido, "debido a la intensa cacería que se ejerció sobre esta especie para matarlo y quitarle su piel para abrigos que se vendían en las principales tiendas de Viña del Mar y Santiago", entre el 2002 y el 2006 "comenzaron a repuntar sus registros en Puchuncaví, Zapallar, Quintay, Algarrobo, Tunquén, Matanzas y San Antonio", aportó Brito.
