Juan Olivares Meza
El centro de Barrancas amaneció con el bullicio habitual de un viernes cualquiera, con automóviles, peatones apresurados y el ir y venir de una ciudad que no descansa. Sin embargo, alrededor del mediodía, la calma se quebró cuando en la calle 5 Norte, entre Sanfuentes y la avenida Angamos un cuerpo que yacía sin vida alertó a Carabineros.
Se trataba de Cristian Antonio Mesías Riffo, un hombre de 38 años, cuyo rostro ya no reflejaba más que el silencio de la muerte.
El hallazgo conmocionó a quienes transitaban por el lugar. Algunos peatones se detuvieron, otros simplemente siguieron su camino, pero todos lastimosamente se llevaron consigo la imagen de un hombre que, en vida, había sido invisible para muchos.
Cristian, según relataron algunos conocidos, era un consumidor crónico de alcohol, una adicción que lo había llevado a vivir en las calles, lejos del cobijo de un hogar y de la mirada compasiva de la sociedad que suele olvidar a quienes más lo necesitan.
Carabineros llegó primero al sitio del hallazgo, seguido por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) y minutos más tarde algunos familiares del occiso, cuyo último domicilio fue el sector 1, de calle Brasil en el cerro Bellavista. Con lágrimas en los ojos y el corazón encogido, reconocieron el cuerpo de quien alguna vez fue un hijo, un hermano, un amigo.
El despliegue policial llamó la atención de los transeúntes, quienes observaban con una mezcla de curiosidad y tristeza el trabajo de los detectives.
Más tarde, el comisario Luis Quiroz, jefe de la Brigada de Homicidios de San Antonio, fue el encargado de dirigir las primeras diligencias.
En una declaración concisa el detective explicó que "se realizaron distintas diligencias de una investigación por el hallazgo de una persona fallecida en la vía pública. En el trabajo del sitio de suceso, específicamente en el reconocimiento externo policial del cadáver, no se observaron lesiones ni se encontró evidencia que permitiera, en esta etapa preliminar de la investigación, determinar la participación de terceras personas en las causas de muerte de la víctima".
Aunque la investigación aún no ha concluido, las palabras del comisario Quiroz dejaron entrever una realidad cruda pero conocida, ya que Cristian fue víctima de sus propias batallas internas.
El jefe policial agregó que tras las pericias en el sitio del suceso "el cadáver fue derivado al Servicio Médico Legal para quedar a la espera de los resultados de la autopsia, junto con ello, los antecedentes obtenidos en las pericias realizadas en el sitio del suceso serán entregados a la fiscalía local de San Antonio".
Algunos vecinos del sector que prefirieron mantener sus nombres bajo reserva afirmaron que por la tarde del jueves, tanto carabineros como una ambulancia concurrieron al ruco donde fue encontrado el cuerpo de la víctima fatal y que tras varios minutos en el lugar, lo habrían dejado en la misma silla donde fue encontrado muerto al mediodía del viernes.
Hasta el cierre de esta edición el cuerpo de Cristian Mesías Riffo permanecía en el Servicio Médico Legal de San Antonio y se esperaba que durante la jornada de hoy fuera entregado a su familia para ser velado en la funeraria Belén de la avenida Barros Luco en San Antonio.
12.00 horas de ayer Carabineros recibió el aviso sobre una persona fallecida en la vía pública.
