Multifacético poeta vive en Las Cruces: su obra es estudiada en universidades
Jean Jacques Pierre-Paul es haitiano, médico, poeta, ilustrador y traductor. Hace más de una década que reside en el litoral donde combina su trabajo en salud con una intensa actividad literaria.
Desde su llegada a Chile hace 17 años, Jean Jacques Pierre-Paul (46) ha ido dejando huella en el panorama literario y cultural de la región y del país, impulsando el diálogo intercultural a través de su obra literaria y su participación en variadas actividades artísticas.
Nacido en 1979 en Jacmel, una ciudad del sur de Haití creció en un liceo donde la poesía era casi una forma de respirar. "Por eso sigue siendo un género potente en mi isla natal", asegura. Allí, en medio de la adolescencia y sus incertidumbres, encontró una voz en el lenguaje. Sus primeros versos, escritos a la edad de 13 años, fueron una respuesta a las inquietudes propias de la juventud, una manera de "resistir" y "redefinir el mundo y sus realidades".
La influencia de un profesor poeta despertó en él la fascinación por el lenguaje poético, llevándolo a explorar las profundidades de la literatura. Desde entonces, no ha dejado de escribir, de leer, de buscar sentido en el verbo.
"De tanto leer poesía y otros géneros literarios descubrí también la importancia de la literatura en general. En mi país creemos que no se puede vivir sin poesía. Existir sin poesía es otra cosa. No sé si es normal ser poeta, pero "ser poético" es un estado normal ya que nada existe sin un poco de poesía", dice.
Y su vida parece escrita desde esa misma paradoja: la de alguien que parte de una isla convulsa para estudiar medicina en Cuba, que luego aterriza en Chile con una maleta llena de sueños y un puñado de libros manuscritos, y que se instala finalmente en Las Cruces, donde ha echado raíces con su esposa, también doctora, y sus dos hijos nacidos en tierra chilena.
Médico y escritor
Jean Jacques Pierre-Paul trabaja como médico en el policlínico de medicina del trabajo de la Mutual de Seguridad en Llolleo, mientras su compañera lo hace en el Cesfam de Cartagena.
Su producción literaria es vasta y diversa, abarcando desde poemarios como "Miroir en Pierres Lisibles" e "Islas del Futuro" hasta traducciones al creole de obras de Pablo Neruda. Él mismo ilustra sus ediciones con pinturas y grabados, revelando su talento multifacético y su profunda conexión con el arte.
Migrante por destino y por decisión, Jean Jacques se ha convertido en un símbolo viviente del intercambio cultural. Llegó a Chile con la intención de hacer un postgrado en salud pública. Y aunque no ha logrado aún completar su especialidad médica, ha levantado desde la escritura una obra robusta, polifónica, marcada por la mezcla de géneros, idiomas y territorios.
En Haití, dice, los géneros se confunden como una elección poética. Novela, crónica, poesía: todo cabe en un mismo libro si se escribe desde la verdad del sentimiento. Esa es la matriz desde la que prepara, con la misma pasión y dedicación que lo caracterizan, su próxima publicación: una tetralogía narrativa, a medio camino entre el diario de viaje y la memoria afectiva. El primer tomo tendrá como protagonista a Valparaíso, ciudad que lo atrapó con lo que su coterráneo y colega, René Depestre llamaba "el encanto inocente".
Un poeta del mundo
La obra de Jean Jacques ha trascendido fronteras. Ha sido invitado a importantes festivales literarios en América Latina y Europa, como el Festival Internacional de Poesía de Medellín, el Mundial Poético de Montevideo y el Festival Mundial de Poesía de Patras en Grecia.
Sus textos han sido objeto de estudio en la Universidad Adolfo Ibáñez y actualmente forman parte de investigaciones doctorales en la Universidad de Playa Ancha y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Desde la autogestión, ha impulsado eventos literarios como el Recital de Poesía Haitiana en Chile en el Centro Cultural de España y ha organizado encuentros de escritores haitianos radicados en Chile.
Sus obras se han publicado en diversas revistas latinoamericanas y europeas, consolidando una voz poética que, según él, se empeña en "encontrar lo poético en la vida cotidiana".
Una forma de vida
Pero sus búsquedas no terminan allí. También sueña con exponer sus grabados, muchos de los cuales comenzó a pintar en Cuba y ha ido rescatando con los años. Y quiere publicar un libro de poesía ilustrada, donde el trazo visual se envuelva con el gesto lírico. "Mi desafío es la poesía del ser. Entrar en lo profundo, encontrar lo que está oculto".
Desde Las Cruces, su casa con vista al horizonte, este haitiano que escribe en español sigue ensayando un lenguaje para nombrar lo innombrable. Tal vez por eso su poesía no es solo literatura: es una forma de vida. Una forma de decir, como cuando era adolescente y pegaba versos hasta en las puertas del cementerio: "Estoy aquí. Y tengo algo que decir".
"De tanto leer poesía y otros géneros literarios descubrí también la importancia de la literatura en general. En mi país creemos que no se puede vivir sin poesía",
Jean Jacques Pierre-Paul.