Justo abajo de uno de los murales que representan aquella mítica obra musical de Roberto Parra, "La Negra Ester", un bache de considerables dimensiones en plena vereda se roba también las miradas de los transeúntes.
En calle Balmaceda, la arteria por donde se ingresa al principal puerto del país, los antiguos comerciantes ven con preocupación esta situación.
Atrás han quedado los años en que aquel sector se caracterizaba por su movimiento, por su bohemia en las noches, por esas escaleras y pasajes que sedujeron e inspiraron a Roberto Parra cuando se escapaba a San Antonio.
La señora Solange tiene un quiosco hace más de 40 años en calle Balmaceda. Desde su experiencia comenta que "el sector poco a poco ha ido perdiendo gente que transite por acá. Por eso es que un cambio de veredas sería algo muy positivo, ya que la gente inmediatamente comenzaría a acercarse a este sector que a veces está tan olvidado en San Antonio".
A pocos metros suyo, desde hace 15 años que funciona la florería "Sor Teresa". La señora Graciela Cid, su propietaria, reconoce que hay meses difíciles. Sobre todo en invierno. "Sinceramente la cosa está ahí nomás. Estos meses ya de fin de año, o con mejor clima, la situación mejora un poco, pero hay otros meses bastante malos", comenta la comerciante sanantonina, quien desde su lugar de trabajo tiene un puesto privilegiado para ver los problemas que tienen los peatones con las veredas dañadas y no reparadas.
"De acá mismo veo como la gente se resbala o se cae en la vereda del frente. Muchas mujeres con tacos a veces se han caído. Todos los días alguien pasa un mal rato al caminar por la vereda de Balmaceda", explica Graciela Cid.
Alfredo Díaz también es uno de los comerciantes más antiguos que existen en calle Balmaceda. El popular "Checo" es otro de los sanantoninos que ve la metamorfosis del sector.
Nunca ha pensando en cambiarse de lugar físico, porque todos los parroquianos saben que el restaurante "El Checo" tiene sus raíces allí, y de ahí no se va a mover.
"Aunque tengamos que saber vivir con estos problemas en las veredas", reconoce el "Checo", quien pone como ejemplo la nula vereda que existe en el lugar donde instala sus negocios un grupo de comerciantes ambulantes.
"En ese lugar apenas hay un pedazo de tierra. Por eso es que la gente muchas veces se resbala o se pasan a llevar. Ojalá que se acuerden de Balmaceda cuando comiencen los trabajos de remodelación del centro de San Antonio", exige el amigo personal del antipoeta Nicanor Parra, el más ilustre de los parroquianos de "El Checo". J
La vereda donde está la tapicería "San Antonio" parece un verdadero suelo lunar. Varios lugares no tienen cemento, y en otros sectores el terreno está totalmente disparejo. Y peor aún, cuando llueve, eso se convierte en un verdadero barrial.
"Muchos clientes cuando llueven no pueden siquiera subir para poder entrar a la tapicería, porque se convierte todo en barro. Una persona mayor o que esté con bastón difícilmente pueda caminar por esta vereda", asegura un trabajador de la tapicería "San Antonio"