Rodrigo Ogalde
"Tengo tanto dolor, pero también tengo tanto agradecimiento a la gente porque me ha ayudado mucho". Con estas palabras, Berta Manríquez se refirió, ayer, a la forma en que siente la vida después de la tragedia que asoló a su familia el 31 de mayo de este año cuando su hijo Esteban Montero (26) murió en el incendio que arrasó con su hogar en la calle Los Pensamientos, en Santo Domingo.
Berta agradece a todos aquellos vecinos de la comuna parque que empatizaron con su dolor y, desinteresadamente, le han brindado apoyo.
Han sido días terribles porque de la muerte de un hijo es difícil reponerse, pero en estos dos meses a esta mujer la solidaridad de mucha gente la sorprendió intensamente. Y todo partió el mismo día en que ocurrió el siniestro: algunas personas le ofrecieron techo, comida, ropa y contención. También se sumaron los aportes de la municipalidad local, ediles como Dino Lotito, la comunidad escolar del colegio El Roble, empresarios de la zona, el Ejército y tantos otros.
Se emociona al hablar de su regalón Esteban, ese joven que estudió Periodismo y que era, según admite Berta, el protector de ella y sus dos hermanas de 14 y 23 años.
"Nuestra casa se quemó íntegra, no quedó nada, de ahí no hay nada que rescatar, lo que tengo que rescatar es la ayuda, la colaboración y la humanidad de las personas que se sintieron identificadas con nosotros y esa capacidad de ponerse en los zapatos del otro y ayudarnos porque hoy vivimos de la caridad de las personas", dice.
"Con el tremendo dolor de haber perdido a mi hijo, la gente es capaz de dejar sus problemas de lado y estar con una familia que está sufriendo", agrega.
Lota
Y aunque toda la ayuda ha sido muy útil, el sueño de Berta es reconstruir su hogar. Para eso, sus cercanos organizaron una lota familiar que se llevará a cabo este viernes 10 de agosto, a las 19.00 horas, en la sede de Los Maitenes 1, en Santo Domingo.
Ante esto, Berta es sincera y se atreve a solicitar una mano solidaria para tener cómo parar nuevamente su residencia. "Mi llamado es a hacer un último esfuerzo para poder levantar la casa de mi familia. Que nos unamos todos para levantar esa casa que solamente va a estar hecha del amor de todas las personas", señala emocionada.
El triste día
Según explica Berta Manríquez, la mañana del jueves 31 de mayo ella fue a dejar a su hija menor al colegio El Roble. En la casa quedó Esteban. Había una estufa encendida porque era una fría jornada. "La estufa se prendió y en 15 minutos la casa se quemó por completo. Mi hijo cuando despertó se dio cuenta, pero quedó atrapado y no tenía salida; el humo lo asfixió", relata sobre este doloroso momento.