Veintisiete días han pasado desde que falleció la conocida dirigenta y escritora Juana Ortega Escobar. Su repentina partida a los 67 años impactó a sus familiares y amigos, quienes hasta hace unos días no se habían percatado que su muerte no era sentida solo por ellos, sino que también por sus fieles perros.
Seis canes en total llevan casi un mes esperándola en la puerta de su casa en calle Mercedes Sur, en Llolleo, con hambre, frío y mucha tristeza.
Silvia, una de las mejores amigas de la desaparecida folclorista, contó que hace unos días se dio cuenta del hecho, cuando vio a los animales esperando en la esquina.
"Todas las tardes están ahí. La echan tanto de menos. No hace falta ser amante de los animales como era ella para darse cuenta lo mucho que están sufriendo esos perros", asegura la mujer, quien instaló un comedero y recipientes de agua en la reja perimetral de la vivienda para mantener a los perritos lo mejor posible.
"Adentro todavía queda una perrita que está ciega. Tendré que buscar la forma de llevármela para mi casa para que esté bien atendida", agregó.
"La Juanita era muy cariñosa con los animales. No le habría gustado nunca ver a sus animales tan botados como están ahora".
Los vecinos del sector también sienten la situación de las mascotas de la fallecida dirigenta. "No hemos visto a nadie de la familia de ella cuidándolos", señaló uno de los residentes.
"Nos haríamos cargo de ellos, pero son seis y para tenerlos hay que cuidarlos y alimentarlos bien. No hay bolsillo que aguante", comentó otro, quien agregó que "ojalá que alguna agrupación animalista haga algo por ellos, porque si están en la calle abandonados mejor que alguien se los lleve y los cuide como corresponde".
"No sabemos qué pasa con la familia, ni nos corresponde juzgarlos, porque no sabemos por lo que están pasando. Pero estamos preocupados por las mascotas de la señora, porque no pueden estar así con hambre. Después se pueden convertir en un peligro", agregó.
Su amiga, en tanto, también pidió que las personas interesadas se acerquen al lugar y adopten a una de las mascotas abandonadas. J