Las historias del empresario llolleíno que tiene más de cinco mil carretes en el cuerpo
Era sábado y cientos de sanantoninos esperaban con ansias la noche. Paralelamente, en el pub discoteque Bahíao se trabajaba para recibir a todos los asistentes que sagradamente llegan al recinto de la avenida Chile, en Llolleo.
La noche prometía. Era fin de mes y la mayoría de los habitantes de la comuna puerto ya había destinado una buena parte de su sueldo para juntarse con sus amigos, parejas o simplemente, para disfrutar de las bondades de la noche.
El reloj marcaba las 21.30 horas y un camión transitaba de norte a sur por la avenida Chile. El vehículo llevaba en su rampla a otro camión que había quedado en pana y al pasar por este sector arrasó con todos los cables de electricidad que estaban conectados a los postes. Todo el lugar quedó sin luz.
"Nos habíamos preparado durante varios días. Teníamos cumpleaños comprometidos y como era fin de mes se esperaba que llegara mucha gente al local", recuerda Felipe Jara Hernández, uno de los dueños del Bahíao. El otro es su hermano Fernando, hoy convertido en su socio y administrador del restobar Candelero de avenida Barros Luco.
"Ese día gracias a Dios llegó gente de Chilectra, hablamos con ellos y no se demoraron nada en reponer la luz. Llegó a medianoche y le cumplimos a las personas que iban a celebrar su cumpleaños. Así hemos salido adelante una y otra vez durante 11 años", asegura el ideólogo del exitoso local.
ASÍ COMENZÓ EL CARRETE
Felipe Jara vivía con su familia donde hoy está el Bahíao. Allí, en plena avenida Chile, creció junto a sus demás hermanos y su madre, Juanita Hernández.
"Mi viejo murió cuando yo tenía apenas 8 meses. Nunca tuve a una figura paterna, pero mi madre cumplió los dos roles. Ella ha sido muy importante en todo este tiempo", recalcó.
Reconoce que nació para administrar un pub y no esconde que en sus tiempos de adolescente le encantaba el carrete. "Siempre me gustó salir con amigos, ir a pubs y pasarlo bien. Pero no era de los que cerraba los locales muerto de curado. Iba, me tomaba uno que otro trago y sería. Lo que sí, es que siempre veía todo. Analizaba todo lo que pasaba y cómo funcionaba".
ELECTRICIdad
Felipe estudió en la escuela Blanco Encalada la educación básica, luego ingresó a la Escuela Industrial de San Antonio, donde se tituló de electricista. Tras aquello, su nueva ciudad sería Viña del Mar. Allí ingresó a estudiar Electricidad.
"Nunca terminé la carrera. Justo coincidió lo del pub. Le dijimos a mi madre que queríamos dedicarnos a esto y ella nos apoyó, como siempre. Lo recuerdo perfectamente, inauguramos el 13 de noviembre de 2004 y hasta hoy no hemos parado".
-Bastante complicados. Venía poca gente, también tenía poca experiencia. Nos costó mucho hacernos de un nombre. Siempre hacíamos cambios como mejorar los baños y veíamos cómo meter más mesas. En un momento, en el primer año, estuve a punto de dejar todo botado. Es que veía que nada funcionaba. Pero ahí apareció mi mamá y me alentó para que siguiera adelante. No sé cómo lo hacen las mamás que siempre saben todo, porque a los meses nos empezó a ir bien. Hicimos el segundo piso, luego el tercero y de ahí en adelante hemos hecho hartas remodelaciones.
-Trabajar mucho. A veces la gente cree que uno llega al pub el fin de semana, lo abre y listo. Pero no. El lunes partimos organizando qué es lo que vamos a hacer el finde. Nos ponemos en contacto con los proveedores, afinamos algunos detalles como la mantención y programamos los show y eventos para las siguientes semanas. Todos los días hay algo qué hacer.
-No sé si lo quería, pero esta pega me encanta. Me gusta mucho entregar entretención a la gente y uno se va contento cuando alguien al irse te dice que lo pasó bien y disfrutó la noche. Pero también tiene sus cosas en contra, como todo trabajo.
-Uno se pierde fechas especiales de sus seres queridos. El otro día sacaba la cuenta y en total tengo como 5 mil carretes encima desde que comencé con el pub. Es que así es la pega. Uno tiene que estar pendiente de todo para que funcione y hacerse responsable si es que pasa algo. Menos mal que nunca ha pasado algo grave y hay muy buena gente trabajando con nosotros. Pero también tiene sus beneficios como los días en la semana que me permiten manejar mis tiempos.
LA NOCHE
El Bahíao se comienza a llenar de vida a eso de las 22.30 horas cuando los primos asistentes hacen su arribo al local. Los fanáticos del canto hacen de las suyas en el karaoke. Luego, en algunas oportunidades, el show artístico se toma el escenario y luego la pista de baile se enciende al ritmo de los DJ del local.
"Cuando estaban de moda los programas de televisión que llevaban los dobles de los cantantes, nosotros empezamos trayendo a varios. La gente lo pasaba espectacular. Ese es otro punto importante en este rubro: reinventarse", asegura Felipe.
"Si con mi hermano hubiésemos continuado con las mismas fiestas de hace 10 años, ten por seguro que esto no existiría. Siempre estamos pensando en qué hacer para la gente. Qué inventamos para que nuestro público, que es de 25 años hacia arriba, se divierta y lo pase bien", añadió para de inmediato contar que "hace algunos días hicimos la fiesta de Alcatraz. Dos modelos, disfrazados de prisioneros, se pasearon por el recinto sacándose fotos con la gente. A eso me refiero: hacer cosas pequeñas, pero que sean distintas".
-Quizás hay poca variedad, pero eso te permite jugar con hacer cosas nuevas. Pero hay buenos locales.
-No. Para nada. De hecho somos amigos al igual que con Aldo Rojas, del Baúl del Cerro. Siempre que nos vemos nos preguntamos cómo nos ha ido y conversamos. Hay muy buena onda.
-Jajaja. Sí, pero no es mi caso. Tengo una pareja hace mucho, pero mucho tiempo y ella siempre está conmigo apoyándome. En ese sentido no tengo mucho que contar acerca de mujeres.
-Claro. Pero acá hay personas que vienen desde que partimos. Además siempre hay personas que quieren que uno los deje entrar gratis y en eso no hay nada de malo. Es parte del juego.
-Nunca y si pasara no lo pensamos dos veces para pedirle a la persona que se retire del local. No permitiremos nunca cosas como esas.
-Es cíclico. Al principio era el ron, pero hoy en día la cerveza Corona es lo que más se vende, luego viene la piscola.
-Te mentiría si te digo que no. Pero muy poco. Tengo que estar atento a todo. Imagínate que esté curado, pase algo grave y lleguen los Carabineros. Por eso me cuido mucho. Yo soy el responsable de todo.
-Un poco, pero hubo un cambio. Las personas empezaron a llegar más tarde. Nosotros tenemos una terraza y eso nos ayudó a que la gente fumase afuera. Y ahora queremos hacer una en el segundo piso, pero todavía no es nada concreto.
ANIVERSARIO
La oficina de Felipe está ubicada en el tercer piso de este centro nocturno. Allí tiene un monitor que muestra todo lo que pasa en el local. Cuenta que toda la noche está conectado con los guardias mediante un radiotransmisor y constantemente pregunta a los 15 trabajadores del recinto cómo va la noche, si han tenido algún problema o si falta algo.
En su computador portátil tiene el detalle de cada uno de los espectáculos que se harán mañana en el recinto para celebrar estos 11 años de vida.
"Nos hemos preparado mucho y no hemos dejado nada al azar. Tendremos una alfombra roja para recibir a todos los asistentes. Estará el grupo Axé Bahía y la anfitriona de la noche será Loreto Martínez, del programa de televisión 'Manos al Fuego', entre otras sorpresas", detalló.
Siempre he creído que todo tiene su fin. Pero ahora es el momento del Bahíao y la fiesta no para. J