Rodrigo Ulloa indignado: "Ha sido la peor matanza en la historia
El médico veterinario sanantonino estima que desde abril del año pasado a la fecha, se han matado más de 1.300 perros en la provincia de San Antonio.
Rodrigo Ulloa Martínez, médico veterinario sanantonino titulado de la Universidad de Concepción, es categórico y no está para rodeos. "Lo que ha pasado es la peor matanza en la historia de San Antonio".
Según indican sus cálculos, "y siendo moderado", como acota Ulloa, en la provincia desde el año pasado a la fecha se han matado más de 1.300 perros producto de envenenamiento. "Hubo un día que me tocó atender a más de 25 perros envenenados", agrega Rodrigo Ulloa, quien no puede entender cómo se llegó a estas alarmantes cifras.
El futuro estaba claro
A sus 37 años, se podría decir que Rodrigo Ulloa está recomenzando una nueva etapa en San Antonio. Tras realizar su enseñanza escolar básica y media en el Instituto del Puerto, su norte tras salir de cuarto medio estaba claro: estudiaría medicina veterinaria.
"De chico que tuve una sensibilidad especial por el tema de los animales. Vivía con perros, gatos, conejos, todos juntos en la casa familiar en el centro de San Antonio. También integré muchos grupos ecológicos cuando era chico. Por eso que tenía tan claro que estudiaría medicina veterinaria", recuerda Rodrigo, quien tras dar la Prueba de Aptitud Académica (PAA), postuló a dicha carrera en la Universidad de Concepción, etapa que recuerda como la más importante dentro de su formación como profesional.
"Entré en 1998 a la carrera, cuando apenas cuatro universidades estatales la impartían: la U. de Chile, la U. de Temuco, la U. Austral y la U. de Conce. Elegí esta última ya que tenía referencias de su excelencia académica y su campus. Fueron los mejores años de mi vida, porque no solamente me formé como profesional, sino que también como persona. Por eso siempre digo que volvería encantado a Concepción", asegura Rodrigo, muy agradecido por sus años viviendo como "penquista".
En 2004 entró a cursar un Magíster en Ciencias en la Universidad de Santiago (Usach) que complementó con dos años más de estudios que le permitieron titularse como profesor de Estado, realizando durante cuatro años clases en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Las Américas. Actualmente Rodrigo Ulloa nuevamente está desarrollando la docencia, siendo profesor de Biología en el centro de educación para adultos Pedro de Valdivia.
"animal vida"
Tras su experiencia como profesor en la capital, hace tres años Rodrigo Ulloa desembarcó de forma definitiva en la ciudad puerto. Traía una gran idea en la cabeza, la que se materializaría finalmente hace dos años.
Se trata de la clínica veterinaria Animal Vida, el proyecto más importante para este médico veterinario sanantonino. "Se va dando y desarrollando todo el tema vocacional y así fue como fue surgiendo Animal Vida, teniendo en claro que mi objetivo principal y número uno es salvar vidas. Todo se enfoca en esa frase", reconoce.
Ubicada en la subida Palmieri, en el centro de San Antonio, Animal Vida (que cuenta también con el trabajo del veterinario Gustavo Valenzuela y dos asistentes) en sus dos años de existencia se ha hecho de un nombre más allá de la provincia. Si incluso hasta casos de Santiago y Valparaíso tiene que atender Rodrigo.
"Estamos de lunes a domingo prácticamente a la hora que sea necesario, porque yo vivo en la misma casa de la clínica veterinaria. Para nosotros el tema social es muy importante, por lo que no le vamos a cerrar nunca la puerta a nadie que no cuente con los recursos para una urgencia", asegura.
Y que las puertas están abiertas para la comunidad no solamente es una frase cliché. Este sábado que recién pasó por ejemplo, Animal Vida inició una campaña de adopción de gatos y perros. La campaña fue tan exitosa que en su primera jornada entregó siete gatitos.
Llamado furioso
Sin embargo, el tema que más preocupa al veterinario Rodrigo Ulloa tiene que ver con el despiadado envenenamiento (generalmente con veneno para ratón) de perros en San Antonio.
"Me ha tocado ver familias que llegan con sus mascotas envenenadas, con los más pequeños llorando al ver a su perro con síntomas graves. Entonces eso no lo puedo tolerar, ya que vuelvo a repetir, esta ha sido la matanza de animales más grande en la historia de San Antonio", expone.
Ulloa explica que desde abril del año pasado viene denunciando estos hechos, pero, según su percepción, "acá todo se hace en silencio y no ha existido ni la más mínima intención de realizar algún programa de prevención".
El especialista explica que en San Antonio "existe una ruta del envenenamiento que comienza en Villa Italia, y continúa en Alto Mirador, Placilla, Bellavista, Cementerio y termina en Llolleo".
Donde la situación también es alarmante es en el fundo El Trigal. "Ese sector se ha convertido en un cementerio de perros, y lo que más preocupa es que cualquier niño puede estar en ese mismo lugar e ingerir por error el veneno. Sería triste imaginar que pasara algo así".
Una buena medida, según indica el médico veterinario, que podría hacer la municipalidad sanantonina cuando se detectan focos de envenenamiento "es la de instalar de inmediato un hospital de campaña. También falta más presencia en las juntas de vecinos para prevenir algún punto de envenenamiento masivo".
Rodrigo Ulloa asegura que de un momento a otro "mi celular se convirtió en el teléfono de los perros envenenados. Pero estoy haciendo lo que más me gusta y que es mi lema: salvando la mayor cantidad de vidas posibles".