En San Antonio calientan motores para "el gran paro nacional" contra las AFP
Los dirigentes de la coordinadora "No más AFP" tienen toda su fe puesta en la gente. Esperan que, al igual que las masivas marchas que se han dado en San Antonio, "una inmensa mayoría" de los vecinos del Litoral se una a lo que ellos han denominado como "el gran paro general" en contra del sistema de pensiones.
La convocatoria es para el próximo viernes 4 de noviembre durante toda la jornada.
Sergio Castro, vocero local de la agrupación, reiteró el llamado que hizo en la última protesta del 16 de octubre.
"Invitamos a los habitantes de la provincia para que se programen con tiempo, que ese día no salgan a la calle, que no vayan a comprar a los supermercados y que todos los trámites que se tengan que realizar, los puedan hacer antes o después del 4 de noviembre. La idea es que las calles estén desiertas", manifestó con optimismo.
Semana complicada
En las redes sociales ya se siente el ambiente de descontento, pero "el éxito de una manifestación de este tipo depende únicamente de la capacidad de la gente para responder a las peticiones", explicó Castro, quien tiene una difícil tarea por delante.
"Se nos vienen días clave para transmitir el mensaje, porque durante esa semana se harán varios eventos que pueden distraer la atención de las personas", agregó.
El dirigente está en lo cierto. Para esa misma semana, está agendado el simulacro de tsunami que se ejecutará en conjunto entre las ciudades costeras de Chile (una de ellas es San Antonio) y Japón el 3 de noviembre. Mañana lunes será la celebración de "Todos los Santos" y el "Día de Brujas". Entre dulces y flores a cualquiera se le puede olvidar que habrá una paralización masiva.
No es un secreto para nadie que la intención de la coordinadora "No más AFP" a nivel nacional es llevar a cabo una de las protestas más grandes desde el retorno a la democracia, en 1990.
Quieren que sea una medida de presión tan potente como las que se vivieron en los últimos de días de la dictadura, pero esta vez para reemplazar el actual de sistema de capitalización individual por uno solidario como el que existía antes de 1981.
El llamado no se extiende solo a las personas particulares, sino que también a los sindicatos y a las agrupaciones estudiantiles (ver recuadro).