Las mejores anécdotas del Coro Puerto San Antonio en sus 64 años de historia
La agrupación, que tiene el récord de ser el conjunto coral más antiguo de Chile, fue fundada el 17 de noviembre de 1952. Desde entonces han trabajado sin descanso para interpretar los mejores temas de música clásica y folclórica.
Erika Toro estaba en la enseñanza preparatoria en el Liceo Nacional de Llolleo cuando se enlistó en el Coro Puerto de San Antonio. Una de sus profesoras siempre le hablaba maravillas de las canciones que interpretaban allí. La docente le ponía tanto corazón a sus palabras que la joven muchacha no lo pensó dos veces: tenía ser parte de ellos. Hoy, varias décadas después, es la flamante presidenta.
A Jaime Ortega le pasó algo parecido. Tenía quince años cuando quedó enamorado de los temas y melodías que sonaban en la sede del coro, ubicada justo frente al Estadio Municipal, en avenida Barros Luco. En la actualidad, el hombre es el secretario de la agrupación, que tiene el récord de ser el conjunto coral más antiguo del país.
Ambos, la presidenta y el secretario, compartieron con Diario El Líder las mejores anécdotas del grupo, que festejó, el pasado 18 de noviembre, un nuevo año de historia con un concierto masivo en el Centro Cultural San Antonio.
Dedicación
La entrevista era a las 18.30 del martes, media hora antes del ensayo. Aunque había tiempo de sobra para conversar, las puertas de la vieja residencia que los refugia en Barrancas estaban abiertas diez minutos antes de la cita.
Así trabajan ellos: con antelación y dedicación.
"Tenemos ensayos dos veces por semana, por al menos dos horas", cuenta Jaime. "Y para los conciertos especiales programamos jornadas enteras de ensayos", complementa Erika.
Un poco de historia
La vivienda que recibe a los miembros del Coro Puerto de San Antonio parece un verdadero museo. En sus paredes cuelgan decenas de galvanos y reconocimientos a su dilatada trayectoria musical. Retratos de sus integrantes más recordados y un piano que se conserva desde su fundación completan la escena.
"Como cualquier hogar, si este no se cuida, este no vive", asegura la presidenta al mostrar el añoso instrumento.
-Señora Erika, ¿es verdad que ustedes son el coro más antiguo de Chile?
-Así es. Este es el coro extrauniversitario con más años del país. Son 64 años ininterrumpidos de música y pasión por el canto.
Aunque fue fundado oficialmente el 17 de noviembre de 1952, el trabajo para crearlo no fue sencillo.
No está claro cuánto tiempo demoraron en idear los planes, pero sí hay registro de las cartas que mandó Manuel Lázaro, un vecino de origen español avecindado en Llolleo, al rector de la Universidad de Chile para que esta casa de estudios les ayudara a echar a andar el proyecto.
Los recuerdos
Entre los archivos del coro aún se mantienen varias réplicas de las misivas.
"La Casa de Bello", como también es conocida la institución de educación superior, accedió a "ser una especie de padrino" de los entusiastas sanantoninos, según cuenta Jaime.
Libertad y Manuel, los hijos del inmigrante europeo, comenzaron a correr la voz para buscar a los integrantes de la primera generación del coro. "Fueron casa por casa, puerta por puerta buscando gente interesada", agrega Erika.
Los muchachos consiguieron permisos con el alcalde de la época, con Carabineros, la Escuela de Ingenieros y todas las autoridades habidas y por haber de la zona. Querían que todo saliera perfecto. Probablemente, los jóvenes nunca imaginaron que su sueño se perpetuaría por más se seis décadas y que su anhelo perfeccionista se mantendría intacto.
"Hemos tratado siempre de dar lo mejor de nosotros mismos, de dejar el corazón en la letras", confidencia Erika, la mujer al frente de un grupo de 24 personas.
Antes fueron más, y también más jóvenes.
"Hoy hay menos lolos interesados. Ahora están más ensimismados y tienen otras distracciones, pero aun así, nosotros nos mantenemos en un número estable y bueno. Somos más mayores, pero sanos y con buen ánimo", explica.
LA VIGA PERDIDA
El techo de la sede del coro recuerda una de la anécdotas más comentadas por sus miembros.
"En los primeros años donaron dos mediaguas para construir una sala, la actual sede, pero no había como unirlas. Al frente, en el Estadio, no había rejas, estaba abierto en esa época...", rememora Erika.
"Entonces fueron unos jóvenes y sustrajeron la viga de una las bancas", agrega entre risas su compañero Jaime.
Así, tal cual. Hasta ahora pocas personas sabían que parte de la estructura de la vivienda ubicada en Barros Luco 2650 fue robada del Olegario Henríquez. Más de medio siglo después no la devolverán. Claro está.
Pero eso no es todo. También hay recuerdos más lindos, por ejemplo, la única gira internacional que han hecho hasta ahora: a México en 2000.
"Fue muy lindo todo. Estuvimos cerca de quince días en distintas universidades y ciudades. La gente de allá se considera parecida a la chilena. Nos trataron de maravilla", recuerda Erika.
-Con una carrera tan larga, debe haber un hito que los debe haber marcado. ¿Se les ocurre alguno?
-Erika responde: Creo que gracias a nuestra constancia, San Antonio ha tenido mucho renombre en distintas partes de Chile, sobre todo en el ambiente coral. Mucha gente no lo sabe, pero nosotros somos la capital nacional de los coros. Eso lo proclamó el alcalde Omar Vera en un acto que se hizo en el gimnasio Montemar, y creo que se debe a nuestro trabajo.
Si usted está interesado en formar parte del coro, el más antiguo del país, puede acercase a su sede en los horarios de los ensayos, entre 19.00 y 21 horas, cada martes y viernes.