El socio fundador de Unión Católica que lleva el fútbol en la sangre
Sergio Cabrera relató cómo nació esta institución del sector Hospital. Cuando discutían el nombre, el cura Barros les preguntó si todos eran católicos. Tras la respuesta, el sacerdote les dio las dos palabras con las que bautizaron al club.
Sergio Cabrera Garrido es uno de los pocos fundadores del club deportivo Unión Católica que quedan con vida. A sus 81 años, hace un repaso de los inicios de la escuela de fútbol que sigue vigente en la institución de la franja y que actualmente funciona en la cancha de calle Samuel García Huidobro, en el sector Hospital.
"La idea de crear el club partió por ahí en el año 40, cuando yo era un niño. Constantemente nos juntábamos en una cancha de tierra que se aplanó a la altura de la calle Lucía Subercaseaux. Pasó el tiempo y crecimos siempre con la idea de conformar una entidad deportiva", rememora.
Sergio, o "Chichilo", como lo conocen en el barrio, recuerda que la comuna de San Antonio antiguamente era muy pobre.
"Todo este sector donde vivo (Hospital) era de puras dunas. De hecho, la mayoría de las familias criaba sus propios animales y de eso subsistían. No teníamos recursos, por eso nos acercamos al padre Barros (párroco de la iglesia de San Antonio). Nunca olvidaré el gesto que tuvo cuando nos regaló camisetas y una pelota de fútbol que encargó en la desaparecida Casa Amarilla de calle Centenario", señala.
Además, cuenta la anécdota de cómo surgió el nombre del club. "Teníamos varios nombres, como Colo Colo o Libertad, por ejemplo. Un día el cura Barros nos reunió y nos preguntó si éramos católicos, a lo que todos respondimos que sí. Entonces, el padre dice: 'que se llame Unión Católica'. Y a todos nos pareció bien. Ese mismo año, 1950, competimos con ese nombre".
Desde aquel año Sergio Cabrera recuerda a la primera directiva oficial del club: Arturo Villatoro Marambio como presidente y Francisco Betancourt como secretario. "Antes sólo existía una directiva interina, nada oficial hasta que llegaron estos grandes vecinos que hicieron crecer el club sin pedir nada a cambio".
Y continúa: "no puedo dejar de nombrar a las familias Villatoro, Soto, Hernández, Garrido, Cabrera y Novoa, gracias a ellas pudimos formar el club. Todas eran del sector Hospital e inclusive prestaban sus propias casas para las primeras reuniones que se hicieron".
La primera sede se situó en la calle Luis González. Después, con la ayuda de Raúl Aedo, que fue otro presidente, se compró el sitio de calle Samuel García donde hoy está la cancha y las instalaciones del club.
Con orgullo y nostalgia destaca que "nosotros mismos hicimos los ladrillos y construimos el recinto que sigue en pie hasta el día de hoy".
Rama femenina
Otro punto a resaltar, según este socio fundador del Unión Católica, es que en aquellos primeros años el rol de las socias del club fue fundamental por su trabajo constante y organizado .
Las fiestas se realizaban para el 18 de septiembre, la Navidad y el aniversario del club. "Cerrábamos toda la calle Orella porque ahí vivía el presidente Villatoro. Nos reuníamos todos los vecinos. Sin duda, fueron años muy lindos".
La liga femenina la componían Elba Santibáñez, Dilia Garrido, María Elena Garrido y Sonia Garrido. "Ellas ayudaban a organizar los bailes, las candidaturas de las reinas, todo. Lo hacían para abastecer la sede con cubiertos, platos, vasos, mesas, manteles, etc. Dilia Garrido era mi tía, falleció el año pasado con 93 años. Ella hasta el último año estuvo presente en la cena y aniversario, era la más antigua y siempre le agradeceré por lo que hizo en el club", señala.
A sus 78 años, Sonia Garrido es una de las ex integrantes de aquella liga femenina. Comenta que "las fiestas y los bailes eran súper lindos porque tenían orquesta, rica comida, buena compañía y un buen ambiente familiar porque no se veía maldad. De hecho, gracias a la ayuda de nosotras y al trabajo de todos pudimos parar la sede que ven hoy en día. Para los '18' hacíamos una especie de fonda en donde la mayoría de los vecinos participaba", rememora la vecina que sigue participando de algunas actividades del club.
Después de un tiempo de receso, la Escuela de Fútbol se volvió a formar en 1982 y sigue brindando alegrías al club Unión Católica, porque, según Sergio Cabrera, hoy en día "tenemos de las mejores cadetes de San Antonio". En la cancha se pueden ver alrededor de 60 niños entrenando".
-Don Sergio, ¿por qué hubo un tiempo de receso en la escuela?
-Por el golpe militar, no nos permitían reunirnos. Además, ya todos teníamos familia y trabajábamos en el puerto, entonces no hubo actividad es esos años después del golpe.
Una vez que jubilé, con un grupo de socios que quedábamos abrimos nuevamente la sede. Fue en el año 82' aproximadamente y ahí el club se estabilizó un poco más. Esto ayudó al resurgimiento de la escuela de fútbol porque antes de que declinara teníamos una muy buena liga infantil y juvenil. La formamos con Carlos Cortés, Manuel Vidal y hablamos con Carlos Cadenas para que entrenara a los niños, debido a que venía saliendo de una liga profesional y quedó como entrenador hasta el día de hoy.
Cabrera, con gran admiración, resalta el trabajo que realiza el profesor Carlos Cadenas y la de sus ayudantes: Alexis Miranda y el preparador de arqueros Stevens Espina.