Con globos rosados y negros los vecinos de la 30 de Marzo esperaban ayer a Marcela del Carmen Ríos Castro, quien falleció luego de sufrir un terrible accidente doméstico.
La mujer, de 39 años, quien fue una de las primeras operadoras de máquina portacontenedores del puerto de San Antonio, falleció cerca de las 22 horas del lunes recién pasado luego de ducharse.
La hermana de la occisa, Vanessa Ríos, detalló a Diario El Líder que Marcela salió desde la citada población el lunes en la mañana para cumplir con su primer día de trabajo en un centro de ski de la Región Metropolitana.
Luego de su primera jornada laboral como ayudante de cocina, llegó hasta la residencia donde los trabajadores se hospedan en la misma cordillera y entró al baño para tomar una ducha.
"Nos llamaron como a las 3 de la madrugada de (de ayer) para informarnos que había fallecido. Cuando recién nos dijeron pensamos que había sido la altura (al estar en la cordillera) lo que le hizo mal, pero después supimos que fue porque se ahogó con el gas del calefón", explicó Vanessa.
La madre de un lolo de 18 años partió de este mundo luego de asfixiarse con monóxido de carbono producto del aparente mal estado de un calefón, cuyo piloto se apagó, generando la emanación de gas que le costó la vida a Ríos Castro.
Fue el padre de la ex empleada de Muellaje del Maipo quien viajó hasta el Servicio Médico Legal de Santiago para retirar el cuerpo de su hija, el que además fue periciado por funcionarios de la PDI en el mismo centro de ski.
Ayer existía gran conmoción por el deceso de Marcela y quienes la conocían escribieron en redes sociales sobre el lamentable acontecimiento.
"Ojalá esto fuese un sueño, una pesadilla y estuvieras a mi lado amiga mía. Yo ya te extraño y sólo pienso que ya no estás, eso duele mucho", redactó Tania en el Facebook de Marcela Ríos.
Velorio
El cuerpo la esforzada trabajadora llegaría anoche a la que fue su casa de toda la vida para ser velada junto a sus familiares y vecinos, en calle Maule 970, en la 30 de Marzo. Hasta ayer la familia aún no programaba el funeral.
"Ella siempre estaba moviéndose por trabajar. Estuvo como tres años en el puerto y ahora se fue a la cordillera. Siempre estaba trabajando y justo fue de lo último que hablamos. Como a las nueve y media de la noche, antes de que se fuera a duchar, me dijo que no le había gustado esta pega", recordó Vanessa con pesar.