Raúl Abarca Pailamilla

"Parecen días de invierno. Ha venido muy poca gente en lo que va del verano. Puede ser que los días nublados, los precios y la misma playa, porque ya no hay arena, ahuyentan a los veraneantes. Pero la cosa no ha estado buena".

Estefani Villavicencio trabaja en el corazón de la Playa Grande de Cartagena junto a Eugenia Reyes. Allí venden variados productos playeros, como trajes de baño, toallas y juegos de entretención, entre otros.

Ambas mujeres concuerdan en que el popular balneario ha sufrido una merma considerable en la afluencia de público.

"Además de las condiciones del tiempo, que nadie tiene la culpa, acá andan muchos perros vagos y curaditos que ahuyentan a los turistas. La locomoción va toda para Algarrobo, para allá se va la gente. Cuando el día está bueno viene público, pero el problema es que no hay playa. Estamos trabajando a la pura fe", confiesa Reyes, mientras que su compañera de trabajo es categórica: "además que los turistas que vienen, andan con poca plata. Así como estamos, nos va mejor en invierno que en verano".

Desde los $20.000

Lorenzo Arce se dedica hace más de tres años al rubro de las residenciales. Los valores por habitación fluctúan entre los $20.000 y $25.000 diarios, precio que considera baño privado, cable, wifi y agua caliente.

Este hombre, que ayer captaba clientes afuera del terminal de buses de Cartagena, menciona que "estuvo muy lento enero. Ha llegado poca gente, pero esperamos que ahora en febrero se arregle la cosa, pero se ha visto muy poco turista a diferencia de otros años. Quizás hay poca pega, plata y los días nublados o las marejadas a lo mejor hacen que la gente no venga".

Terminal

Es mediodía en el terminal de Cartagena y pocos pasajeros descienden de los buses que llegan desde Santiago.

María Gutiérrez, vecina de la comuna de Quilicura, llegó en familia hasta Cartagena para disfrutar de un fin de semana con sus hijos y esposo, en la Playa Chica, donde siempre se hospeda.

"Vengo hace 15 años todos los veranos, es casi una tradición familiar pasar algunos días acá con los niños. Uno de mis hijos vino la semana pasada para acá con sus amigos y me dijo que había poca gente y me contó lo de la playa, que ya no había arena. Para uno es mejor que haya poca gente y esperamos pasarlo bien", dijo la mujer de 47 años.

En el mismo recinto, Susana Díaz y Ana Armijo están instaladas con un carrito donde los viajeros pueden disfrutar de completos, churrascos, té, café y bebidas.

Díaz confirma que la situación no ha sido favorable, como en otros años, para los comerciantes en esta época estival.

"Ha estado más bajo en comparación a otros años. Hoy la gente tiene mucho acceso para comprarse autos, entonces, no viaja tanto en bus. Además que también deben elegir otros lugares para vacacionar, como el extranjero, porque ahora no sale tan caro salir del país", destaca.

Margarita Olmedo, de Pullman Bus, recalcó que "el mes de enero era como ver un fin de semana cualquiera de invierno".

"El año pasado a esta misma fecha ya tenía todos los horarios de los buses listos, pero ahora nada, porque no compran pasajes. Está muy malo. No sé si es falta de plata, si el comercio está más caro o si se van a otro lado, pero se ve muy poca gente", sentencia.

Números

Según la encuesta mensual de alojamiento turístico, que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas en diciembre, el Litoral de los Poetas fue el tercer destino preferido por los turistas en la Quinta Región.

Valparaíso, Viña del Mar y Concón recibieron a 95.011 personas en total en ese mes, mientras que el resto de la región llegó a 34.076 turistas. La provincia de San Antonio hospedó a 15.468 visitantes y al Litoral Norte llegaron 8.408 veraneantes.

15.468 visitantes llegaron hasta el Litoral de los Poetas en diciembre, según la encuesta que realizó el Instituto Nacional de Estadística.