David Muñoz Castillo
La vida de Kevin González Leiva (24) dio varios giros. Fue una de las promesas del tenis nacional, ocupando el primer lugar del ránking chileno desde los 14 hasta los 18 años, luego estudió Economía en Estados Unidos (2013), trabajó en Canadá, donde incluso probó suerte como DJ y puso música en locales de este país, y ahora está de retorno en Chile.
Nunca dejó de lado la raqueta. Jugó en los torneos universitarios estadounidenses y actualmente como alumno de la carrera de Ingeniería en Gestión de Negocios Internacionales defiende a la Universidad Viña del Mar.
Ahora se embarcó en un proyecto familiar. Junto a su padre Carlos, el reconocido canchero del club de tenis de Llolleo, administrarán las canchas de los Bomberos de Santo Domingo. En la arcilla de las Rocas aplicará sus conocimientos de administración, pero además dará clases y organizará campeonatos. El 8 de diciembre comenzará el primer Abierto en el polvo de ladrillo santodomingano (ver recuadro).
"Estoy contento y lo que estoy aprendiendo me servirá para manejar un club de tenis o cualquier cosa", contó el tenista.
Sobre este proyecto que inicia detalló que "por ahora tenemos la administración de las canchas de Santo Domingo, nos las dejan rebaratas y por eso mi papá invirtió un poco de plata para arreglarlas. Son dos y la otra la tiene el profesor del club (Daniel Salinas)".
Aclaró que "no somos los dueños. No solo estaré administrando, sino que también haciendo clases".
Por eso desde ya los interesados en aprender de este experimentado tenista se pueden contactar para las clases o para participar en el próximo campeonato.
Futuro
El tenis siempre fue parte de la vida de Kevin González, pero el llolleíno sabe que no será una fuente de ingresos permanente.
Como estudiante de Ingeniería en Gestión de Negocios Internacionales se proyecta en el ámbito portuario.
"Como soy de San Antonio me gustaría trabajar en algo de importaciones y exportaciones en el puerto, en algo donde también pueda usar mi inglés. Ese es mi sueño", contó el tenista, quien tras 5 años viviendo en el país de habla inglesa maneja a la perfección este idioma.
Y agregó sobre sus ideas para el futuro que "una vez que me gradúe me gustaría dedicarme al tema del comercio y como un sueño tener un club, ir un día, jugar, pero más como un sueño. En el futuro me gustaría trabajar en empresas internacionales, viajar por el mundo".
Gracias a sus estudios en Estados Unidos convalidó seis ramos de su carrera y la acortó en un semestre. "Lo bueno es que la carrera dura cuatro años, prácticamente me ahorre un año", sacó cuentas el futuro ingeniero, que no abandona su pasión por el tenis.