Los adornos navideños la ayudaron a sobrellevar la muerte de su hijo
Hace seis años, la sanantonina Milka Hidalgo sufrió el dolor más grande de su vida: su hijo decidió partir y ella quedó con una inmensa depresión que hasta el día de hoy la tiene con crisis de pánico.
Milka Hidalgo Nanco hace seis años sufre de una depresión que la tiene con un cuadro de crisis de pánico que la obliga a estar acompañada la mayor parte de su tiempo.
"No puedo estar sola, porque me entra la crisis de pánico. Es terrible. Por ejemplo, un día fui a entregar un documento a la torre Bioceánica y cuando bajé no sabía dónde tenía que ir y solamente atiné a ponerme a llorar. Por eso que tengo que estar 'empastillada' todo el día con los remedios, si no, no se puede vivir con este problema", explica esta sanantonina de 48 años (31 de julio 1970) que es nacida y criada en el sector de cerro Arena, además de haber estudiado en el Liceo Comercial, donde se tituló de contadora.
Fue durante el 2012 que Milka recibió el golpe más duro que una madre podría vivir. Su hijo Cristián Sepúlveda, que tenía recién 18 años de edad, tomó la drástica decisión de terminar con su vida, dejando un dolor insuperable para esta sanantonina, quien fue justamente la que encontró el cuerpo de su hijo sin signos vitales en el patio de la casa donde residían en cerro Alegre.
"Fue el 26 de octubre del 2012. Él tomó la decisión de quererse ir. El hecho de haberlo encontrado fue algo fuerte. Vivíamos en ese tiempo en cerro Alegre y con el tiempo tuvimos que irnos de ahí, porque los recuerdos eran demasiados. No podía salir al patio, porque se me venía una imagen muy fuerte", reconoce la mujer con la voz quebrada por la emoción.
Vivir con el dolor
Esta situación marcó, sin lugar a dudas, el rumbo de Milka, su esposo, su hija Karen (actualmente de 15 años) y los amigos de su hijo Cristián.
"Todo el grupo familiar quedó afectado. La depresión también afecta al marido, la hija y todos los cercanos. Ha costado harto superar esto, pero se aprende a vivir con el dolor, porque esto no se pasa así como así. Hay fechas como las de su cumpleaños, las fiestas familiares, el día que partió, y más cuando ves a todos sus amigos con hijos, casados, y uno se imagina cómo estaría mi hijo a esta edad", asegura.
-¿Cómo logró estar más tranquila y llevar el dolor de buena forma?
-Al tiempo empecé a ir a un grupo que me invitaron donde van las madres que han perdido hijos en diferentes circunstancias. Comencé a ir desde el primer Día de la Madre posterior a que murió Cristián, en mayo del 2013. El grupo se llama "Renacer", y actualmente nos juntamos todos los sábado en la casa de una de las chicas en Villa Italia. Este grupo no tiene sicólogo ni la ayuda de nadie, entonces entre todas nos vamos acompañando, así que hacemos de sicólogas, terapeutas, y eso nos va ayudando. Al principio nos juntábamos en el colegio Sara Cruchaga, pero como tenemos mujeres de más avanzada edad, nos cambiamos a un domicilio particular.
Taller mágico
Fue justamente gracias a este grupo llamado "Renacer" que Milka Hidalgo comenzó a desarrollar actividades manuales para sus mismas compañeras que la incitaban para que les enseñara las técnicas para hacer trabajos.
"Como las chiquillas veían que yo hacía cosas, me dijeron que les enseñara y así fueron aprendiendo. Para un 18 de septiembre confeccionaron portaservilletas dieciocheros y, aunque algunas decían que no podrían hacerlo, finalmente todas terminaban realizando sus manualidades. Yo les explicaba que era algo fácil que cualquiera puede hacer", dice convencida Milka Hidalgo, quien desde el año pasado y aprovechando sus habilidades para la confección, se está dedicando a la venta de adornos navideños que ella misma realiza, por lo que durante esta época se mantiene bastante ocupada con esta labor.
"El año pasado cuando empecé, me promocionaba entre mis amigas o familiares. Pero este año mi hija subió mis trabajos al Facebook de la Feria de las Pulgas y la verdad que me han contactado harto, así que tengo hartos trabajos a pedido para esta Navidad. Por ejemplo, si tengo que hacer un mantel, se demora cerca de tres días. Lo que más piden son justamente manteles, servilletas, las fundas de las sillas, cortinas de baño o adornos para lugares de la casa. Ya estoy trabajando desde mediados de octubre y creo que estaré en esto hasta el próximo 15 de diciembre", detalla la emprendedora sanantonina, agregando que lo más importante de su trabajo (que puede ser contactado llamando al celular +56983723467) "es que es a medida de lo que necesita el cliente. Por ejemplo, las fundas para sillas no son iguales, porque todas las sillas son diferentes. Un caballero me pidió que quería puros duendes y otro que quería todos los adornos, pero menos la señora de Santa Claus".
Ayudando al padre
Milka Hidalgo en estos momentos está yendo todos los días a la casa de sus padres en cerro Arena, por lo que su taller itinerante también lo instala en dicho lugar. Aunque, eso sí, estas visitas no son por una noticia positiva.
"Mi padre, Luis Hidalgo, fue diagnosticado hace cinco años con Parkinson. Vengo todos los días para ayudar y también para no sentirme sola. Acá viven, además, mi madre Lidia Nanco y mi hermano Patricio", cuenta.
-¿Cómo es la rutina diaria que tiene que tener con su padre con Parkinson?
-Por ejemplo, los martes es, como se dice, de locos. Tengo que acompañarlo a la terapia al centro de rehabilitación, luego al mediodía llevarlo al hospital al urólogo, después volver y darle almuerzo. Y luego de eso acompaño a mi madre a un taller de adulto mayor. Pero eso me ayuda también para no sentirme sola, porque si me da una crisis de pánico es mucho peor.
Pese a este dolor que significa tener a su padre con Parkinson, Milka Hidalgo trata de sobreponerse y seguir enfocada en sus trabajos navideños. Minuciosamente, como todos los días, pasa las telas sobre la máquina de coser, y le va dando vida a los adornos y trabajos que posteriormente estarán presente en diferentes hogares sanantoninos. "Esto me tiene contenta y me ayuda a mantenerme bien", reconoce, de forma sincera, esta esforzada emprendedora sanantonina que con trabajo ha tratado de sobreponerse al dolor que la acompañara hasta su último día.