Compromiso total con los niños y jóvenes
El equipo de profesionales que se desempeña en el Programa Ambulatorio Intensivo Infanto-Adolescente de San Antonio, la llamada "Casa Verde", brinda una atención completa a quienes sufren con el consumo de drogas y alcohol. Un flagelo que golpea fuerte a nuestra comunidad.
El consumo de drogas y alcohol ha escalado en nuestro país al punto de generar diversos programas de distintas disciplinas para hacerle frente.
Es un flagelo que golpea fuerte a nuestra comunidad y, lamentablemente, también a niños y jóvenes de la provincia.
Por eso surgieron instancias como el Programa Ambulatorio Intensivo Infanto-Adolescente (Paia I-A), perteneciente a la unidad de Salud Mental del hospital Claudio Vicuña y donde un equipo de profesionales atiende los requerimientos de 15 jóvenes que enfrentan el consumo problemático de drogas y alcohol.
Se trata de una realidad que muchas veces se quiere invisibilizar, pero que está ahí y que se ve agravada por problemáticas familiares y por el entorno social y sicológico.
Es ahí donde entra el accionar de la llamada "Casa Verde", ubicada en Leoncio Tagle con 21 de Mayo, donde está focalizado el accionar de profesionales como sicólogo, siquiatra, trabajadores sociales, entre otros.
Es un espacio de acogida para jóvenes, con un equipo profesional multidisciplinario, que realiza intervenciones en terreno y en el centro con cada usuario, su familia y el entorno cercano, desarrollando un proceso de acompañamiento a través de diferentes alternativas de talleres, actividades focalizadas y trabajo individual y grupal.
Toda una fuerza tendiente a ayudarlos a enfrentar la situación y permitirles ver la vida con optimismo y confianza.
Pablo Johnson es el coordinador del grupo de trabajo que ha desarrollado un exitoso programa intensivo con actividades terapéuticas que les han valido un alta tasa de permanencia y resultados.
Su propuesta ha sido exitosa y su modelo es replicado por otras instancias a nivel nacional.
Metodología
Durante este año el modelo comunitario denominado "Experiencia de rutina diaria y red social: Propuesta metodológica desde un enfoque comunitario para tratamiento de consumo de sustancias en adolescentes en la provincia de San Antonio" fue presentado en la VII Conferencia Internacional de Psicología Comunitaria, Chile 2018.
Dicha instancia congregó a más de 600 participantes de 20 países, contando también con la presencia de figuras relevantes de la disciplina a nivel mundial.
Esta reunión se focalizó en promover el intercambio y debate sobre la participación de las comunidades en la generación de espacios de convivencia, solidaridad e integración que promuevan el respeto por la diversidad, el cambio, sus dinámicas y contenidos.
Paralelamente, el mismo modelo se exhibió en octubre pasado en modalidad "ponencia libre" en el IV Congreso Ibero-Latinoamericano de Sicología Política organizado por el Programa de Doctorado en Psicología Pucv, la Asociación Ibero-Latinoamericana de Sicología Política, el Parque Cultural de Valparaíso, la Corporación Municipal de Valparaíso y el Centro Inclusiva.
El tema central del congreso enfatizó el surgimiento de nuevas formas de acción colectiva, que demandan democracias participativas y recuperación de derechos, generando nuevas prácticas de transformación desde lo local.
Pablo Johnson informó que desde la "Casa Verde" se continúan generando experiencias a partir del modelo de tratamiento desarrollado, contando con un equipo multidisciplinario focalizado en el abordaje del consumo problemático de drogas en niños, niñas y adolescentes, desde un punto de vista clínico-comunitario.
El trabajo se desarrolla en cuatro ejes fundamentales y transversales del modelo propuesto: liderazgo horizontal dentro del equipo de trabajo; apropiación del espacio por parte de los usuarios; vínculo seguro entre los usuarios y el equipo interviniente; y el desarrollo de capacidades y competencias que favorezcan la integración social.
-¿Cuál es el perfil de los jóvenes que vienen a la "Casa Verde"?
-Responde Pablo Johnson: Son aquellas personas que tienen un consumo problemático de sustancias que implique un riesgo mayor. Trabajamos con chicos que consumen marihuana, alcohol y sustancias con complicaciones familiares.
Alexis Mercado agregó que "hemos desarrollado una metodología de trabajo con una mixtura de visiones. Analizamos también el contexto en que se mueven los chiquillos. Desde ahí abordamos los casos de variadas perspectivas".
-¿Qué tipo de actividades realizan y cómo motivan a los chiquillos?
-Hay varias formas. Al principio los talleres servían como un enganche. Hay de cocina, arte, carpintería, música y gimnasio. Consideramos los intereses de los chiquillos para potenciar habilidades.
La idea del equipo es que los jóvenes se apropien del espacio en la casa, como una forma de generar sentido de pertenencia y los talleristas van proponiendo temáticas a tratar.
Alexis Mercado sumó que "somos un programa de drogas, pero aunque suene extraño no hablamos de drogas. Sí se analiza el tema en las consultas individuales que se tienen con los profesionales para que visualicen cuáles son sus focos de dolor".
Con ello se busca saber por qué los niños consumen drogas y cómo se puede enfrentar la problemática.
Pablo Johnson destacó que han tenido una muy buena respuesta de los jóvenes y las tasas de deserción son bajas o nulas.Por lo mismo también trabajan con el entorno que los recibe día a día.
"Sí, también se les pide, en la medida de lo posible, que los adultos responsables participen. Generalmente, se mantienen en contacto con la trabajadora social quien aborda la temática familiar. También participan el sicólogo y la siquiatra. La idea es que pueda haber una permanencia de los logros fuera de acá. Es importante que los chicos vean otra forma de relacionarse con los adultos, eso hace una diferencia y permite pensar en otras formas de ser... No podemos obligarlos a participar aquí, pero sí motivarlos a mejorar", dijo Johnson.