El diputado Andrés Celis, representante del distrito 7, ofició al alcalde de Cartagena, Rodrigo García, solicitando informar las medidas adoptadas por la municipalidad que dirige para paliar el problema derivado de los cortes de electricidad a cerca de 900 familias por no pago en el fundo La Capellanía.

Se trata de vecinos del sector, que de acuerdo a lo informado al parlamentario, habrían sido engañados en la compra de su anhelada propiedad, pues en vez de adquirir el dominio de un lote, sólo adquirieron derechos sin determinación alguna, por lo que no han podido regularizar y, en consecuencia, no cuentan con servicios básicos adecuados.

Así, respecto de la energía eléctrica, existe un solo número de cliente para todos los habitantes, lo que desencadenó en una deuda cercana a los $32 millones, razón por la que la empresa decidió suspender hace unos días el suministro, pese a existir pobladores "electrodependientes". Mediante una repactación lograda por los propios vecinos, consistente en el pago de casi el tercio de la deuda, el suministro de energía fue otorgado nuevamente, pero aún queda un considerable saldo que de no ser cancelado el 23 de octubre, se cortará el servicio nuevamente.

"El corte de energía trajo problemas de seguridad y nadie nos asegura que no vuelva a pasar, asimismo, entre los residentes existen personas que podrían requerir de manera urgente energía eléctrica para preservar su salud, por lo que no es concebible que casi 900 familias vivan sin saber si contarán con estos servicios básicos de manera regular", indicó el diputado Celis.

"El corte de energía trajo problemas de seguridad y nadie nos asegura que no vuelva a pasar",

diputado Andrés Celis

Carlos Rodríguez Ilabaca

Después de más de 20 años, la cartagenina Andrea Carolina Campos Galdámez (45) cree que está más cerca que nunca de cumplir su gran sueño: reencontrarse con su hijo Mauricio, quien fue entregado en adopción a un matrimonio francés hace más de dos décadas sin su consentimiento, según su propio testimonio.

Andrea Campos llegó a la capital, proveniente de Talca, a principios de los '90. A los 17 años quedó embarazada y fue recibida en una casa de acogida para madres solteras que había en el sector sur de Santiago. "Ahí aprendí a leer y a escribir", cuenta.

El 15 de noviembre de 1991 dio a luz a Mauricio en el hospital Calvo Mackenna. "Yo me crié sin mi mamá y en el hogar donde vivía me empezaron a decir que la mejor opción era entregar a mi hijo en adopción, porque me repetían que yo era muy chica para criarlo".

Según revela esta mujer radicada hace más de 20 años en Cartagena, "cuando mi hijo tenía uno o dos años me pude reencontrar con mi mamá. Pero ella no me apoyó para sacar a mi hijo del hogar".

En ese mismo tiempo Andrea Campos conoció a su actual marido, con quien tuvo tres hijos. "Mi esposo reconoció a Mauricio legalmente y por eso tiene los mismos apellidos que mis otros hijos", relata.

La última vez que vio a su primogénito fue cuando tenía unos cuatro años y estaba en la casa de una guardadora en Peñaflor. "En la última ocasión que fui la señora me dijo que no podía verlo porque estaba enfermo", recuerda.

Al poco tiempo se enteró que Mauricio había sido entregado en adopción a un matrimonio francés y que había salido del país sin su aprobación.

Búsqueda

Andrea Campos había perdido todas las esperanzas de volver a abrazar a su retoño, hasta que su hijo menor, Matías Ossa (16), logró contactarlo a través de Facebook.

Ahí ella y su familia supieron que Mauricio se mantenía viviendo en Francia. Ella inició las gestiones para intentar viajar, pero el alto costo de los pasajes se lo impidió.

"Pero en los últimos días mi hijo menor se comunicó con Mauricio y él le dijo que hace seis meses se había ido a vivir a Canadá junto a su polola y dos gatitos. Lo mejor de todo es que Matías le preguntó que cuándo iba a venir a Chile y le respondió que cuando lograra reunir el dinero para viajar", afirma la madre con una sonrisa llena de esperanza, que ni siquiera se la pudo borrar el ataque de un perro que le mordió la mano izquierda el sábado pasado en la Playa Chica de Cartagena.

"En mi computador tengo y veo los seis videos que Mauricio le ha mandado a mi hijo menor. Él sabe toda la historia porque Matías se la contó. He llegado a soñar con que llega en auto a mi casa de Cartagena para conocerme a mí y a sus hermanos", confiesa la progenitora, que espera un final feliz para el capítulo más triste de su vida.

17 años tenía Andrea Campos cuando quedó embarazada de su primer hijo.