Adulta mayor y su familia sufrieron intoxicación por bomba lacrimógena
Mujer de 93 años fue trasladada al hospital luego de que proyectil con el gas impactara en su casa.
Pese a que han pasado cuatro días desde que una familia de Barrancas sufrió una fuerte intoxicación producto de una bomba lacrimógena, sus integrantes continúan sin recuperarse del todo, ya que "la casa sigue irrespirable", contaron en la vivienda.
El lunes pasado, cuando se desarrollaba un enfrentamiento entre manifestantes y carabineros, una bomba lacrimógena impactó en la residencia de calle 2 Norte, reventando hacia el interior de la propiedad.
"Estaban los carabineros lanzando lacrimógenas. Le dije a unas niñas que estaban afuera que entraran al patio de mi casa porque venía mucha gente corriendo. En ese momento los carabineros dispararon (la lacrimógena) hacia las personas que entraban a la casa a resguardarse. Llegó una acá en la casa y quedó incrustada en la pared", relató Francisco E., de 55 años.
Cuando el barranquino quiso sacar el proyectil, este explotó. "Me reventó en la cara, el gas me llegó de lleno. No quiero ponerle color, pero estuve a punto de perder la vida, porque soy asmático y no podía respirar".
En el interior de la vivienda había dos niños de 9 y 11 años, más una adulta mayor de 93, quien también resultó fuertemente afectada por el gas.
Clotilde S.S. se desmayó en la entrada de su casa, luego de inhalar el gas lacrimógeno. Quienes estaban en el lugar le prestaron los primeros auxilios y llegó una ambulancia que la trasladó al hospital Claudio Vicuña.
"Yo pensé que ella (Clotilde) se podía morir, porque estaba muy mal, tiene 93 años y problemas de visión. Además, estaban mis nietos, que ahora están shockeados con todo lo que pasó. También inhalaron el gas, quedamos todos muy afectados, pensamos que ese día moríamos", narró Francisco E.
Junto con ello se preguntó: "¿quién se hace cargo de ese momento tan lamentable?".
Denunciaron que el mismo proyectil generó un amago de incendio, ya que comenzó a quemarse parte de la pared y unos visillos.
"Entre la nube (de gas) mi hijo tiró el agua de los perros a las llamas y pudo apagarlas, si no, esto sería una tragedia mayor".