Los profes que encantan a San Antonio con sonidos y movimientos afrochilenos
Samuel Cáceres y Javiera González hace cuatro años trajeron a la provincia los desconocidos ritmos afrodescendientes. Hoy dirigen una agrupación de música y una comparsa carnavalera.
El sonido acompasado de los tambores y de los instrumentos afroamericanos ha logrado enamorar con su alegría a varios sanantoninos. Los culpables de esto son los profesores Samuel "Sammy" Cáceres y Javiera González, los que sin conocerse se propusieron difundir la música afroariqueña en la provincia.
Samuel Cáceres, profesor de música, inició en noviembre de 2016 un taller de cajón en el Centro Cultural San Antonio, que lo motivó a descubrir la música afrodescendiente, en especial la tumba carnaval, un ritmo rescatado hace alrededor de 15 años en Arica. Cuando comenzó con el taller, cuenta Sammy, "fabricaba y vendía cajones, por lo que estuve investigando este tipo de música y me quedé pegado hasta ahora".
Simultáneamente, la profesora de danza Javiera González era monitora de tumba carnaval y otros estilos de danza en Las Cruces. Como el mundo es un pañuelo, prontamente supieron el uno del otro. "Una alumna me comentó que en San Antonio Samuel estaba enseñando estos ritmos, nos contactamos y él me invitó a presentarme en la ceremonia de cierre de su taller".
Difundir la cultura
Desde ese momento, la dupla unió sus fuerzas y se comprometió con divulgar esta parte desconocida del folclor chileno. Javiera explica que este "es un ritmo que replican las culturas afrodescendientes en Arica y se sistematizó en ciertos pasos que se trabajan en estilo comparsa, con la idea de transmitir y difundir la existencia de esta población afrodescendiente ariqueña".
-¿Por qué se enfocaron en este particular estilo?
-Javiera: Me gustó la iniciativa de rescatar la historia de los africanos que llegaron a trabajar a los valles y me motivé con la idea de transmitir la existencia del pueblo afrodescendiente, porque generalmente en Chile se decía que no existía.
Sammy: Es importante masificar y expandir parte del folclor del norte en el Litoral Central, que la gente sabe que existe, pero no lo conoce realmente. Queremos mostrar esta cultura, que es más libre, ritual y cuenta con una relevancia histórica.
Ritmo contagioso
La alegre tradición pronto encantó a los estudiantes de ambos talleres, los que en su mayoría no tenían estudios previos en música o danza. El compromiso y ganas de ellos culminó con la formación de Yagé Afrolatino, que cuenta con un cuerpo de danza conformado por estudiantes de Javiera, quien toma el rol de coreógrafa.
La agrupación, nacida en 2017, "se fue armando sola, no era un objetivo que yo tenía, porque también participo en otras bandas pero, como hubo mucha convocatoria y se generó un grupo con mucho compromiso, se fue dando. Había que darle energía a eso para que pudiera resultar y no quedarnos solamente como un taller", comenta Sammy.
Hoy 20 personas conforman Yagé, entre bailarines, cantantes, instrumentistas y la producción. Los años 2018 y 2019 fueron muy positivos para ellos, porque tuvieron grandes presentaciones en "las murgas y comparsas, en ferias costumbristas y en escenarios bien bonitos, como el Teatro Serrano de Melipilla", cuenta el músico. También porque en ese periodo comenzaron a componer sus propias canciones.
-¿Cómo ha sido el proceso creativo en Yagé?
-Sammy: Ha sido una creación colectiva, donde las vocalistas han entregado las letras y nosotros las musicalizamos. Todas las canciones son distintas, porque son tres vocalistas y cada una presenta la suya. No hay temáticas parecidas, pero obviamente seguimos enfocados en los ritmos afrolatinos, específicamente el tumba carnaval.
Estos temas formarán parte del primer disco de Yagé, el que esperan lanzar durante este año. "Elegimos las canciones y estamos trabajando en estas y haciendo las maquetas para luego ir al estudio y grabar el disco como debe ser. Estamos cocinando", añade el director de la agrupación.
Este paso tiene feliz al músico, pero lo que más le satisface es el impacto de la agrupación en sus participantes. "Lo bonito que se ha dado con Yagé es que ha cambiado expectativas de personas, dándoles felicidad, buenos momentos... Las luces generan una felicidad distinta. He visto el trasfondo de cada persona y la reacción que han tenido y eso también me gusta, porque en el fondo Yagé significa medicina y la música y la comunidad que hacemos es medicina para nosotros".
Llolleo Negro
Las presentaciones de Yagé y el boca en boca han causado que mucha gente se muestre interesada en ser parte de la agrupación. Debido a esto, los profes crearon la Comparsa Llolleo Negro, que agrupa, en parte, a estudiantes de la Escuela de Percusión y Danzas Afrolatinas, compuesta por los talleres que ambos imparten en el Centro Cutural San Antonio.
-¿Cómo surgió esta idea?
-Javiera: Con Samuel hace tiempo veníamos pensando en formar la comparsa, pero con la contingencia de octubre y debido al interés de los alumnos por participar, surgió la necesidad de concretar esta idea. Quisimos utilizar la comparsa para manifestarnos por las demandas políticas y sociales, principalmente, con la importancia de lo femenino, de dar a conocer todo el potencial que trae consigo el ser mujer.
"Es una perfecta herramienta, ya que el tono carnavalesco le aporta alegría, pero con cánticos más políticos", agrega Javiera sobre Llolleo Negro, que estuvo en la marcha del Día Internacional de la Mujer y en una manifestación por la recuperación de la Playa de Llolleo.
-¿Por qué los motivaba la creación de una comparsa carnavalera?
-Sammy: Porque la gente todavía no sabe que existe este tipo de folclore en Chile, que es de comparsa y es más libre, en el sentido de que uno no necesita ser músico o armar una banda de círculo cerrado, sino que se genera una comunidad. Siento que faltaba un espacio así en San Antonio, donde haya baile, música y se dé una comunidad de aprendizaje.
La invitación a participar en la comparsa es abierta a todos los interesados, sin importar edad, nacionalidad o género, porque la idea es formar, como lo es Yagé, una comunidad. Aunque por ahora sus actividades se encuentran suspendidas, los interesados pueden asistir al Centro Cultural San Antonio o escribir a las redes sociales de Comparsa Llolleo Negro.
Respecto al proceso que han vivido en estos años de enseñanza, Javiera destaca que "es una satisfacción ver que la gente ha tomado esto como parte importante de su vida. Cuando no podíamos reunirnos por las manifestaciones el año pasado, los alumnos nos escribían pidiendo el ensayo, querían juntarse igual y muchas veces se reunían sin nosotros".
Para ella lo fundamental de estos espacios que han creado es "además de transmitir la cultura, generar bienestar y amor propio. En los talleres a mí no me interesa que la gente lo haga perfecto, lo que más me satisface es producir amor propio, goce, alegría y salud".
"Me gustó la idea de rescatar la historia de los africanos que llegaron a trabajar a los valles y me motivé con el fin de transmitir la existencia del pueblo afrodescendiente",
Javiera González,, coreógrafa de Yagé
"Lo bonito que se ha dado con Yagé es que ha cambiado expectativas de personas, dándoles felicidad, buenos momentos..."
Samuel "Sammy" Cáceres,, director
"La gente todavía no sabe que existe este tipo de folclore en Chile, que es de comparsa y es más libre",
Samuel "Sammy" Cáceres,, director






