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"Habrá que ponerle el pecho a las balas y aguantar coscachos"

José Luis Yáñez, alcalde de Algarrobo, defiende polémico cierre de comunas a "veraneantes de cuarentena" y afirma que él y sus colegas de El Quisco, El Tabo, Cartagena, San Antonio y Santo Domingo tomaron la decisión -cuestionada por Contraloría- porque de lo contrario las comunas podrían recibir a muchas personas de riesgo que sus municipios no tienen medios para atender.
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Rosa Zamora Cabrera

No se arrepiente de nada. José Luis Yáñez Maldonado (47, independiente) es el alcalde de Algarrobo, que con 9 casos registra la mayor tasa de contagios por coronavirus en la región continental, con 4,61 por cada 10 mil habitantes al 1 de abril. Y en esa condición fue uno de los jefes comunales de la provincia de San Antonio que decretó el cierre de su ciudad al acceso de los polémicos "veraneantes de cuarentena", motivando de paso un duro dictamen de la Contraloría por arrogarse facultades que no tienen.

"No sé qué vendrá ahora ni qué nos va a decir la Contraloría; tendremos que responder frente a esos actos. Qué le vamos a hacer, pero yo creo que fue lo más acertado. Ahora habrá que ponerle el pecho a las balas y aguantar los coscachos que me pegan por ahí", comenta el jefe comunal, previamente concejal por dos periodos, quien en su calidad de ingeniero comercial se desempeñó como delegado provincial de la seremi de Salud, y fue jefe de Gestión Financiera y de Recaudación en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio.

Preocupado por la expansión del coronavirus que tiene a Algarrobo al borde de la cuarentena total, para la cual, según explicó el ministro Mañalich, "se usa por recomendaciones de expertos una tasa de 4×10 mil habitantes", el otro gran dolor de cabeza del alcalde es el financiamiento municipal, ahora que bajaron todos los ingresos comunales, en especial los correspondientes a los permisos de circulación, y por ende los aportes al Fondo Común Municipal, del que se nutren -muchas veces en la casi totalidad de sus presupuestos- las comunas más pequeñas del país.

"Hoy día las municipalidades están cerradas. Los pagos del aseo bajan, se acaba de legislar la postergación de los permisos de circulación, así es que no vamos a recibir dinero por eso; las patentes comerciales también se verán afectadas porque acá el comercio está cerrado, la gente no puede abrir. En general nosotros no estamos recibiendo ingresos. Entonces yo les pregunto al Presidente, al ministro de Hacienda, ¿qué va a pasar con las municipalidades chicas que están en esta situación? ¿Cómo se van a financiar los servicios y las necesidades de la gente; el cesfam, la recolección de basura, cómo vamos a pagar remuneraciones?" se pregunta el jefe comunal, decidido en todo caso a repostular al cargo.

"nos vimos en la obligación"

Algarrobo aparece al 1 de abril con 9 casos de coronavirus con una tasa de incidencia de 4,6 puntos por 10 mil habitantes, la más alta de la región.

¿A qué se debe eso?

- Lo que pasó fue que nosotros en un momento dado debimos tomar medidas bien drásticas porque empezó a venir mucha población de segunda vivienda, mayoritariamente de la Región Metropolitana, a la provincia de San Antonio y a la comuna de Algarrobo. Entonces tuvimos que decretar un cierre, que después se dijo que era inconstitucional y todo eso, pero los alcaldes nos vimos en la obligación de hacerlo, porque de lo contrario las comunas se nos iban a llenar de mucha gente probablemente contagiada. Gente que estaba con cuarentena y que tuvimos que atender en el Cesfam, donde contamos sólo con 40 funcionarios clínicos, 45 con suerte. ¿Se imagina si se contagia un turno? Quedan 20. Tampoco la capacidad instalada permitía atender a tantas personas. De las 5.000 vacunas que teníamos, colocamos 2.000 a adultos mayores de la población flotante o segunda vivienda. Nosotros hablamos con el intendente, con el seremi de Salud…Ahí fue cuando los vecinos se tomaron la ruta F90 e hicieron barricadas.

- ¿O sea, usted diría que el origen de los contagios está en los visitantes que llegaron de la Región Metropolitana?

- A nosotros los alcaldes no se nos entregan muchos datos, lamentablemente, pero en lo que hemos investigado nosotros y las cuarentenas que se están haciendo y que estamos controlando, nos hemos dado cuenta de que hubo mucho adulto mayor que viajó a Santiago, a alguna consulta médica, a algún trámite, y regresó contagiado. Y las que siguen afectadas después son personas de sus mismas familias. También tenemos un joven que llegó del extranjero y que venía con el coronavirus, acá obviamente contagió a otros y por eso se nos incrementó. Por ejemplo, un adulto mayor afectado vive con cuatro personas, entonces ahí ya hay una casa con sus cinco ocupantes en cuarentena.

"los vecinos tenían temor"

- ¿Dónde están estas las personas contagiadas? ¿En San Antonio, en Valparaíso? ¿Cuánta gente está bajo seguimiento epidemiológico en su comuna?

- Hay algunos que están estables, haciendo cuarentena en su domicilio. Una persona está en el Hospital Van Buren de Valparaíso y otra en el Claudio Vicuña de San Antonio. No sé el número exacto de personas bajo seguimiento. Nuestro problema -que también planteamos a las autoridades- es que al principio los análisis se procesaban en San Felipe. Ahora último se hacen también en Valparaíso. El punto es que los exámenes de esta provincia se estaban demorando entre 24 y 48 horas…

- ¿Entre la gente que está bajo control hay amigos suyos, funcionarios municipales, gente conocida?

- No, no hay ningún funcionario municipal. En Algarrobo se produce algo muy curioso, que debe pasar en muchas comunas que tienen segundas viviendas, y es que mucha gente se viene a vivir permanentemente en ellas. Entonces, un gran porcentaje de la población es adulto mayor. Más del 20%. Por lo tanto nuestra comuna tiene altas posibilidades de contagiarse, dado que esas personas son las más expuestas.

- ¿Cuál fue el impacto de la llegada masiva de "veraneantes de cuarentena", como se les llamó, el fin de semana del 21 y 22 de marzo, cuando los vecinos bloquearon el acceso a Algarrobo?

- Fue un impacto bastante grande desde el punto de vista social, de salud, sicológico también, porque los vecinos tenían temor, ya que nosotros tuvimos casos de personas procedentes de comunas de Santiago que estaban en cuarentena y andaban en el supermercado o en la playa. Por eso se tomaron las medidas de cerrar el borde costero, los parques y plazas, porque lamentablemente al principio la gente que venía a su segunda vivienda lo tomó como unas mini vacaciones, y eso creaba un riesgo, sobre todo para la población de adultos mayores. Ahí se tomaron medidas más drásticas. Yo creo que fue la mejor decisión. Todos los alcaldes de la provincia, de cierta forma, decretaron los cierres de las comunas porque estábamos todos muy preocupados.

Ponerle el pecho a las balas

- O sea, usted no se arrepiente de haber cerrado los límites de su comuna al ingreso de los visitantes, al igual que sus colegas de El Quisco, El Tabo, Cartagena, San Antonio y Santo Domingo.

- No, para nada, porque era un tema que nosotros le habíamos planteado a las autoridades. Lo que pasa es que a veces nadie les pregunta a los alcaldes, aunque los municipios somos la puerta de entrada al Estado. Nadie nos consultó por la modificación de los plazos en los permisos de circulación y así fue como se produjeron las aglomeraciones de gente desesperada queriendo obtener el suyo. Entonces, a veces hay que tomar medidas que parecen irregulares, pero que en este caso son efectivas…Ya el fin de semana pasado estuvimos controlando en el peaje de la Ruta F90 y todavía venía gente que se tuvo que devolver.

- Es decir, no todos han entendido.

- Es que todavía hay gente que parece no tomar conciencia de lo que es el covid-19, que puede llegar a ser mortal y que un contagiado puede afectar a mucha gente. Por la irresponsabilidad de uno que no adopta los resguardos necesarios se pueden infectar otras personas. Así que, en general, no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho. Ahora habrá que ponerle el pecho a las balas y aguantar los coscachos que me pegan por ahí.

Control de segundas viviendas

-El fin de semana del ingreso masivo de "turistas de cuarentena" a la región, el jefe de la Defensa instruyó a que los ocupantes de segundas viviendas retornaran a sus ciudades, con plazo perentorio. ¿Se cumplió en Algarrobo?

- Yo creo que no hay una capacidad suficiente como para poder fiscalizar. Imagínese todos los condominios, todas las parcelas donde hay segundas viviendas, algunas de ellas habitadas. Claro que si la autoridad los sorprende, van a tener una infracción porque están desobedeciendo la norma. Pienso que demoraron mucho en crear las barreras sanitarias en las rutas 78, 68, F90, como nosotros planteamos. Ahora recién han escuchado, pero a veces es un poco tardío. Yo insisto: de repente hay que escuchar un poco más a los alcaldes

- El anillo sanitario instalado en todos los accesos a la provincia de San Antonio, que totaliza siete controles, ha dado buen resultado según su opinión?

- Sí, ha dado resultado. El domingo pasado se controló 95 autos, cinco de los cuales fueron devueltos porque sus ocupantes venían con cuarentena diagnosticada a sus casas en El Tabo, Totoral, El Quisco, Algarrobo. Incluso venían unos jóvenes a dejar víveres a sus papás y no pudieron pasar. Nosotros tenemos un servicio en que les estamos entregando los víveres a los adultos mayores, les vamos a comprar sus remedios, para que ellos no salgan ni se expongan.

- ¿Usted que trabajó en el Hospital Claudio Vicuña diría que la provincia de San Antonio está bien, regular o mal preparada para enfrentar la crisis sanitaria?

- En nuestra provincia no hay infraestructura donde podamos hacer análisis de muestras, entonces teníamos que ir a San Felipe y ahora a Valparaíso. San Antonio siempre está en desventaja en estos temas. Hay una iglesia de los mormones que se facilitó para casos de cuarentenas, pero yo le pedí al intendente y al seremi que revisen su equipamiento. Espacio Riesco en Santiago tiene camas clínicas, mientras acá había unos catres que no cumplen con ninguna condición sanitaria como para que la gente pase ese periodo. Yo creo que aquí faltan recursos, infraestructura, equipamiento. Pienso que la provincia de San Antonio no está bien preparada.

Economía opera al 30% o 40%

- La pandemia ha cambiado drásticamente las cosas. En tiempos normales los veraneantes son bienvenidos en Algarrobo, ¿no? Hacen un aporte importante a los ingresos comunales. ¿Llegará el día en que se abuenen con ellos?

- Somos una comuna prestadora de servicios que vivimos del turismo. ¡Y yo tuve que pedirles a través de las redes sociales que no vinieran! Que fueran solidarios con la gente de Algarrobo, porque somos una comuna chica con bajos ingresos y con una infraestructura y equipamiento que no iba a soportar una capacidad de carga masiva. Ese fue el llamado y creo que mucha gente entendió. Pero otra no. Como le decía, el fin de semana pasado se controló en el peaje de la ruta F90 y hubo gente que se tuvo que devolver.

- El turismo es quizá el rubro más afectado.

- Un alto porcentaje de vecinos de Algarrobo es gente dedicada a los restaurantes, cabañas y al comercio en general, y hoy día muchos de ellos, sobre todo los del borde costero, no puede abrir sus negocios; gente que paga arriendos, que paga impuestos, y su flujo de caja es cero. Entonces, van a tener que despedir, tal vez entregar los locales arrendados. Las playas están cerradas y la economía interna está funcionando al 30% o al 40%. Esto nos está afectando mucho económicamente, tanto en la parte municipal, pública, como a los pequeños empresarios y emprendedores.

"Pienso que demoraron mucho en crear las barreras sanitarias. de repente hay que escuchar un poco más a los alcaldes".
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