La oración en la mayoría de las religiones, es el pilar de la práctica religiosa. Para los cristianos es el "Padre Nuestro", enseñada por Jesús, a petición de los discípulos, él les dijo: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abre. Agregó, cuando tú vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas. Ustedes no lo hagan como los hipócritas, que gustan rezar de pie en las sinagogas y esquinas para exhibirse. A la mujer samaritana, Jesús le dice: "Dios es Espíritu y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad". En estos tiempos difíciles, agravados por el coronavirus, debemos tener presente en nuestras peticiones a todos los enfermos, orando por su salud y, por quienes los atienden y cuidan en hospitales y clínicas: auxiliares, paramédicos, enfermeras (ros), nutricionistas, doctoras(res), administrativos y trabajadores en general. A todos ellos, nuestros agradecimientos en nombre del Señor, por la labor que realizan en bien del prójimo, recordándonos al "Buen Samaritano".
Derico Cofré Catril