Se agrava la crítica situación en las tomas por falta de alimentos
Dirigentas de las familias pidieron que las cajas de mercadería lleguen pronto. El alcalde dijo que a partir del miércoles se hará la distribución en esos sectores.
Al cumplirse cinco días de la cuarentena que rige en San Antonio, los primeros efectos se han notado con un agravamiento de la situación de miles de familias que viven en tomas ilegales.
El panorama es complejo, pues, según las dirigentas de estas agrupaciones de personas, muchos de los que viven en una toma dependen económicamente de lo que generan en sus trabajos informales, hay otros que son choferes de colectivos y micros, y también están los que llevan meses de cesantía o que ni siquiera pueden tener un trabajo porque deben cuidar a sus hijos.
Es cierto que la gente que vive en estas condiciones se ha organizado para hacer ollas comunes, pero también es real que los niños requieren de una mejor alimentación que no solo se base en masas o arroz, especialmente en esta época de invierno. Pero los pocos pesos que hay no alcanzan para algunas familias y por eso algunos extrañan que hasta ayer no haya llegado ayuda estatal para suplir esas necesidades.
Ayer, el delegado provincial de la Seremi de Salud en San Antonio, Marco Verdala, y el prefecto de la PDI local, Diego Moraga, recorrieron los distintos sectores de San Antonio donde hay ollas comunes con el fin de verificar que al menos se están cumpliendo las normas sanitarias para la preparación de la comida.
Tras su visita al campamento Villa Esperanza, ubicado en la esquina de Manuel Montt y Nápoles, Verdala sostuvo que "queremos orientarlos con las recomendaciones mínimas sanitarias para la elaboración de alimentos. Además estamos colaborando con todas aquellas personas que participan de este proceso y a los que colaboran con donaciones, de tal manera de emitir un certificado que les permita trasladarse de un punto a otro con esas donaciones".
El prefecto de la PDI San Antonio dijo que "dentro de nuestras funciones está el poder darnos cuenta de las medidas de seguridad que deben existir en los distintos lugares que hemos visitado".
32 niños en la toma
En la Villa Esperanza viven nueve familias, según contó la dirigenta Cristina Becerra, quien reveló que en esas humildes, pequeñas y frías mediaguas instaladas sobre un piso arenoso hay 32 niños que hoy necesitan leche, pañales, ropa y hasta juguetes.
"Estamos acá desde el 8 de diciembre y esperamos una solución. Deberíamos haber salido este mes de acá, pero nos aplazaron eso por la pandemia, ya que acá se va a construir el Cesfam, pero no vamos a salir mientras no nos den una solución habitacional porque las que estamos acá lo hacemos porque no tenemos dónde estar", afirmó Cristina Becerra.
Mientras esta dirigenta hablaba con el equipo de Diario El Líder cuando ayer eran cerca de las 13 horas, un hombre prendía el fuego para calentar el agua que serviría para cocinar fideos. En un improvisado comedor algunos niños se agruparon en torno a una mesa. Su inocente existencia no sabe las carencias que abruman a sus madres.
"Acá no han llegado cajas de alimentos de las que entrega el Gobierno. La ayuda que hemos recibido es solo de personas particulares", afirmó Cristina, quien admitió que "lo que más necesitamos son pañales y leche, y también mercadería porque acá solo dos mamás trabajan".
"Yo vi el reportaje en que la gobernadora dijo que las cajas de alimentos eran para todos, incluyendo las tomas", añadió la dirigenta de Villa Esperanza, donde campean la pobreza y la humedad pero también hay mucha solidaridad entre los mismos pobladores.
Quienes quieran ayudar a estas familias pueden comunicarse con Cristina al +56957462275. "No nos gusta pedir ayuda, pero por el tema de la cuarentena es difícil salir, así que si pudieran ayudarnos con mercadería, pañales y leche para los niños, para nosotras sería muy importante", aseveró.
Esperan ayuda
Nuestro equipo de prensa también recorrió ayer las tomas que están en la parte alta de San Antonio, específicamente en Bellavista.
Viviana Ortiz (29), dirigenta del campamento El Esfuerzo, recalcó que "estamos cruzando una crisis sanitaria que nos ha obligado a habitar la toma, o sea que hay familias viviendo acá por la falta de recursos, pues las personas han quedado sin trabajo y no tienen para pagar un arriendo. Queremos llamar la atención del municipio de San Antonio para que se enfoque en alimentos y materiales (de construcción) para la gente que está viviendo en la toma".
De acuerdo a Viviana, la mitad de los terrenos tomados han sido ocupados por familias que no tienen otro lugar para vivir. "En total son más de 3 mil familias", acotó.
Las lluvias, tan esperadas por los agricultores, se transforman en un problema grave para quienes habitan aquellas exiguas y frágiles viviendas. Las bajas temperaturas, la falta de dinero para calefaccionar las casas y la pobreza están armando una mezcla perfecta para que aparezcan las enfermedades invernales.
Lo bueno, si es que así se puede plantear, es que en estas tomas no se han registrado muchos casos de contagiados con covid-19, aunque Viviana Ortiz advirtió que las pobres condiciones de vida son incompatibles con un adecuado control de la pandemia.
"Acá viven personas que trabajan en la locomoción colectiva y vendedores ambulantes, que han sido afectados porque no pueden salir a trabajar, por ende también necesitan. El Gobierno dijo que iba a llevar cajas a todos los chilenos, pero a las tomas por qué no llegan, por qué el municipio no se acerca y no ha realizado un catastro de las familias que realmente necesitan", agregó Viviana.
Patricia Madrid (24) es vendedora ambulante y sostuvo que "se supone que dieron bonos de emergencia, pero a mí no me ha llegado nada. Yo sobrevivo con mi hijo buscando leña y palos. Mi pieza se mojó con la lluvia... La cuarentena la van a alargar, pero lo malo es que no piensan en la gente que vive en las tomas y que no tenemos para comer y que no tenemos mercadería. En mi caso yo tengo que hacer fuego, conseguirme sartenes y ollas para cocinar todos los días; es harto sacrificio", contó al insistir en que hay muchos niños que viven en una situación crítica.
En medio del barro de los pasajes de las tomas de Bellavista pudimos apreciar que no todos usan mascarillas y que se puede ver a extranjeros caminando cargados con madera en dirección a los sitios en que están levantando sus casas. Niños y adultos salen de sus casas con total libertad, como si la cuarentena no rigiera para ellos, porque en estos terrenos solo imperan la pobreza y la falta de recursos. Y aunque las mujeres, que son quienes lideran estos grupos humanos que sueñan con un hogar digno, se han esmerado por coordinar que las autoridades les ayuden, pero ese alivio ha sido esquivo hasta ahora.
Viviana Ortiz dijo que ella misma, con el fin de colaborar para que la entrega de alimentos sea haga pronto, elaboró un catastro con los antecedentes de cada grupo familiar. "Tengo un listado para enviar a la municipalidad al correo que designen o a las personas que se hagan cargo de verificar la información, pero no ha venido nadie de las autoridades acá".
La dirigenta enfatizó que "nuestro llamado es a tener una opción con quien conversar con el municipio y pedir directamente las cajas familiares que se supone que llegaron, porque están llegando pero solo a las poblaciones establecidas y nosotros somos un campamento que también necesita".
-Viviana, ¿usted puede asegurar que la logística que tienen permitiría entregar los alimentos a quienes realmente lo necesiten?
-Sí, ellos (las autoridades) tienen que hacer una revisión y nosotros les vamos a entregar el listado....
-¿Urge en estos momentos? ¿Hay gente que está pasando hambre?
-Sí, hay gente que está pasando hambre y lo está pasando mal, que necesita abrigarse y tener un refugio y tener con qué alimentarse.
En la toma Dignidad, la dirigenta Maryorie Bahamondez (41) aseveró que "muchos nos preguntan por qué llegamos acá...En mi caso estoy acá porque no tenía plata para pagar arriendo. Todos los que estamos acá somos familias que no tenemos dónde vivir. En las últimas semanas hemos recibido a cuatro familias, con niños y embarazadas, porque las han desalojado porque no tenían cómo pagar el arriendo".
Jessy González (33) está desde noviembre en la toma Dignidad para cumplir "mi sueño de un hogar". Aunque tiene una hija, ella está con su padre, con el cual se separó. "Acá en la toma me preocupan los niños y los abuelitos porque con la lluvia fue súper penoso ver las casas inundadas... Hay gente que lo está pasando mal", aseveró.
Maryorie recalcó que "el freno más grande es que como no tenemos un domicilio para hacer la ficha social, nos tenemos acceso a ninguna ayuda. Yo, que soy diabética, no he podido hacerme mis controles porque no puedo inscribirme en el consultorio".
Dentro de todo, estas familias han recibido ayuda de personas como el dueño del local "Santa Masa", de Llolleo, y de la concejala Mónica González, quien la semana pasada, coordinó acciones para llevarles nylon con los que cubrieron los techos de las mediaguas bajo la lluvia. Sin embargo, según estas mujeres, hay gente que critica a quienes se han tomado un terreno para instalar sus viviendas y que los acusan de aprovecharse y andar en automóviles caros. Ellas descartan que eso sea una generalidad y revelan que, hace algunas semanas, expulsaron a un grupo de narcos que construyó una inmensa casa en el sector, desde donde salían día y a noche a disparar al aire, lo que generó un mal vivir para todos.
Así, los propios vecinos y vecinas se han transformado en los encargados de velar por la seguridad de la comunidad. Y hoy, más que nunca, son todos para uno y uno para todos.
"Vivo con mis cuatro hijos y mi abuela de 80 años. Gracias a Dios mi marido tiene trabajo, pero nos hemos recibido ningún bono",
Elizabeth Rivera, habitante de la toma Dignidad.
"Tengo dos hijos. Llevo 10 años postulando con mis ahorros al subsidio habitacional. Acaso tengo que llenarme de hijos para que den el subsidio",
Los alimentos van a llegar a las tomas
Consultada por Diario El Líder respecto a los reclamos de las personas que viven en las tomas sobre la tardanza en distribuir las cajas de alimentos a esos sectores, la gobernadora provincial de San Antonio, Gabriela Alcalde, dijo que "quiero reafirmar que el propósito que nos instruyó el Presidente Sebastián Piñera es llegar a todos los hogares golpeados por la pandemia del covid-19 y eso incluye las tomas. Solo pedimos paciencia, ya que el esfuerzo logístico que está haciendo el municipio es grande para poder llegar a todos los hogares de San Antonio lo más rápido posible, pero debo pedirles que tengan la tranquilidad que van a llegar". En la misma línea, el alcalde de San Antonio, Omar Vera, sostuvo que "respecto de las familias que están en las tomas, nuestro equipo de Gestión Habitacional, hizo un catastro de quienes están viviendo en ellas y en base a eso se va a disponer de una caja de mercadería para cada familia a partir del miércoles o jueves de esta semana". El jefe comunal aclaró que solo recibirán el beneficio a quienes vivan en la toma y no los que hayan cercado un sitio y no habitan allí. "La gente de las tomas no va a quedar fuera. Vamos a terminar de entregar en algunas poblaciones de Bellavista, y luego de eso asumiríamos las tomas. Quiero llamar a la tranquilidad porque las tomas están consideradas en esta entrega de mercadería", sostuvo Vera.