El íntimo adiós al "Maestro Palacios", el carpintero que se desvaneció en la calle
Consternación causó en Llolleo Alto el deceso de Alberto Palacios Silva, quien falleció en plena vía pública. En su despedida la familia y amigos lloraron al querido vecino.
A los 81 años, en la esquina de Letelier con Julio Navarro, en Llolleo alto, una invernal mañana de domingo se apagó la vida de Alberto Palacios Silva, el "Maestro Palacios". Minutos antes le había dicho a su señora Virginia que quería salir a dar una vuelta. Nada raro, porque era lo que siempre hacía.
Claro que aquella sería su última caminata.
Padre de dos hijos, María Isabel y Humberto, abuelo de cinco nietos y bisabuelo de una niña, Alberto Palacios alcanzó a cumplir 55 años de matrimonio con Virginia Torres (84), la mujer que cobijada con una mantita de lana y el abrazo de su hija, lo lloró en la misma esquina donde cayó muerto la mañana del domingo recién pasado.
Maestro y futbolista
Maestro carpintero de oficio, junto a su padre Humberto Palacios pobló Santo Domingo con sus trabajos en la segunda mitad del siglo pasado. Empedernido jugador de clubes de barrio, caminante por opción, llolleíno enamorado.
Luego de despedirlo en el cementerio Parque del Sendero de Llolleo, su hija María Isabel Palacios dijo ayer a Diario El Líder que en la familia "hay mucha tristeza por la forma en que partió, pero también tranquilidad porque falleció cerca de su casa y hasta nos hemos reído diciendo que murió en su ley porque a mi papá le gustaba mucho salir a caminar. Siempre salía mucho a caminar, a Llolleo, a la plaza, no era de preferir andar en auto o micro porque le gustaba mucho caminar".
Sobre las últimas horas del "Maestro Palacios", María Isabel relató que la mañana de ese domingo sus padres "estaban solitos en la mañana y él salió a caminar porque este último tiempo no había salido mucho. Le dijo a mi mamá que quería salir a caminar; entonces mi mamá le dijo: "no salga mejor porque andan los militares y todo…". Como él estaba empezando con un Alzheimer se le olvidaba a veces todo lo que decíamos por lo de la pandemia, así que con lo que le dijo mi mamá se devolvió, pero después quiso salir igual, y salió a caminar como siempre lo hacía por la población. Lo que nos han dicho es que se sintió mal y se sentó en ese lugar. Después ya sentado cayó definitivamente, pero no de golpe, porque testigos nos dijeron que se sentó primero y después se desvaneció".
Nada hizo pensar a la señora Virginia que su marido no volvería de esa caminata porque, según cuenta su hija, "se había levantado normal, ordenó las camas, barrió e hizo todas sus cosas normalmente porque siempre ayudaba en las tareas del hogar a mi mamá".
55 años de amor
Sobre sus padres, María Isabel cuenta que toda la vida fueron muy unidos y se querían mucho. Eran de demostrarse el amor. Virginia Torres fue "su primer y su gran amor. Mi mamá siempre dice que mi papá la respetó como polola y en la vida como mujer. A ella le costó mucho asumir el Alzheimer que estaba empezando a sufrir mi papá y su partida es un golpe muy duro porque estuvieron 55 años juntos".
La familia despidió ayer bajo un tímido sol de invierno a Alberto Palacios Silva, maestro carpintero que, junto a su padre Humberto, colonizó Santo Domingo; al futbolero empedernido que recorrió las polvorientas canchas del club Atlético Estrella, Huracán de Llolleo y Defensor Cristo Rey; el club de sus amores donde jugó, fue dirigente y entrenador.
Se fue el "Maestro Palacios" en una caminata dominical como las que solía recorrer, después de hacer las camas y barrer la vereda. Tras mirar por última vez a Virginia, el amor de su vida, Alberto Palacios Silva cruzó el umbral de su casa y caminó hasta donde le dieron las fuerzas. Se fue caminando una mañana de invierno en día domingo. Se fue como un grande, como todo un "Maestro".
"Hay mucha tristeza por la forma en que partió, pero también tranquilidad porque falleció cerca de su casa",
María Isabel,, hija del "Maestro Palacios"
55 años de matrimonio llevaba Alberto Palacios con su señora, Virginia Torres.