Cartagenino volvió al balneario para cumplir su sueño de infancia
El profesor y prevencionista de riesgos César Álvarez regresó en 2018 a su comuna natal y junto a esposa abrió un minimarket que se convirtió en la fuente de ingresos familiares.
El cartagenino César Álvarez (45) siente que está cumpliendo un sueño de la infancia, pues cuando era un pequeño que jugaba con sus amigos, en más de alguna ocasión les dijo a ellos que cuando grande tendría su propio negocio.
Nacido y criado en Cartagena, Álvarez es de profesión profesor y prevencionista de riesgo, pero hoy es dueño de una botillería y minimarket en dicha comuna.
"Junto a mis hermanas Carol Y Milly fuimos prácticamente criados por mi madre Baudilia y mi abuelita Yolanda, ya que mi padre, Eugenio "El Mellizo" Álvarez, ex jugador de San Antonio Unido de la década de los años 60, falleció trágicamente por un accidente casero en mayo de 1985", contó.
Con el esfuerzo de su madre y su abuela, los tres hermanos se transformaron en profesionales, enfocándose en el área pedagógica, aunque después César tomó la decisión de iniciar otros estudios superiores
Emigró a Santiago en el año 2000 con el objetivo de estudiar prevención de riesgos, carrera que desempeñó realizando asesorías particulares y en el sector minero hasta el año 2018.
El retorno
Fue en el 2018 cuando Álvarez y su esposa se planteaban volver a vivir en la provincia de San Antonio, ya que además él se había quedado sin trabajo.
"En el año 2004 conocí a mi mujer Nadia Pineda con la cual llevamos 16 años juntos y tenemos dos hijas, María José y Rosario. Nos casamos por la iglesia en el año 2016 en nuestra Cartagena querida y a partir de ese año comenzamos a pensar la posibilidad de cambiarnos a vivir a esta comuna, para mejorar nuestra calidad de vida, ya que vivíamos en Maipú", agregó.
La pareja estuvo por un tiempo buscando casa o propiedades a la venta en Cartagena, hasta que, a principios de 2018, encontraron una que los encantó. No dudaron en adquirirla, situación que coincidió justo con la desvinculación de la empresa en la cual se desempeñó por más de 10 años. En ese momento, el cambio de casa fue un hecho.
El minimarket
Una vez instalados en Cartagena, comenzaron a ver qué es lo que harían para generar ingresos.
"Siempre estuvo la inquietud de tener algún tipo de negocio, pero como no teníamos experiencia, nos asesoramos con mi tío y sus hijos, que tienen negocios en Chiloé, aprendiendo, como se dice, el teje y maneje de un negocio, lo que nos llevó a decidirnos en instalar un completo minimarket", afirma él.
Posterior a tomar la decisión de instalar un negocio, llegó el momento de la elección del nombre, el cual surgió por una anécdota de César.
Durante su infancia, junto con sus amigos se reunían en la esquina de la casa de Álvarez, para después salir a jugar a distintas partes de la comuna, así que decidieron llamarle L"Esquina, pensado en que los amigos, vecinos y clientes tengan un punto de encuentro en común en donde realizar sus compras y otros servicios.
Acción social
Este negocio les ha permitido ayudar en el ámbito social, principalmente a la Junta de Vecinos Santa Elisa y el club deportivo New Life, además aportar con un granito de arena en bingos solidarios.
"Siempre que podemos ayudamos a los vecinos o a las organizaciones del sector como el club deportivo New Life, del cual en mi infancia fui parte y ahora lo son mis hijas. Nuestro negocio se ha caracterizado por tener una rápida y buena atención, lo que ha significado tener a nuestros clientes felices, permitiéndonos tener en total un equipo de otras cuatro personas trabajando en distintos turnos, desde lunes a domingo", explica el emprendedor.
El local se encuentra ad portas de cumplir dos años de existencia y su dueño cree que se han "convertido en una alternativa para la comuna, teniendo una variedad inmensa de productos, y tratando de ser muy equilibrados con los precios, sobre todo en estos tiempos de pandemia que lamentablemente ha afectado a muchas personas".
En estos casi dos años de trayectoria, César Álvarez no puede hacer más que estar agradecido de sus familiares, amigos, proveedores, vecinos y clientes, quienes han confiado en el proyecto. Por eso mismo ellos acogen sus críticas y comentarios que la gente les hace para ayudarlos a crecer. Y así siguen atendiendo al público en su local ubicado en la esquina de Carlos Corsi y Manuel Rodríguez, en su amada Cartagena.
"Siempre estuvo la inquietud de tener algún tipo de negocio, pero como no teníamos experiencia, nos asesoramos con mi tío y sus hijos",
César Älvarez.