El Banco de Alimentos Solidarios que ayuda a las familias vulnerables de San Antonio
Un grupo de personas liderado por Karla Vásquez Quijada demuestra que en los peores momentos es cuando se pueden ver las grandes acciones.
La solidaridad y el comportamiento generoso se han ido propagando conforme avanza el covid-19.
Al menos, así ha sido en la organización Banco de Alimentos Solidarios San Antonio, grupo creado el 25 de abril de 2020 al alero de la sanantonina Karla Vásquez Quijada (32 años), quien hizo un llamado a través de Facebook a voluntarios que quisieran unirse en su cruzada de ayuda a personas vulnerables de la provincia.
Son 11 jóvenes que, en estos momentos de crisis por la pandemia del coronavirus que ha cobrado vidas y ha arrasado con la economía, han sacado lo mejor de su humanidad para combatir la falta de alimentos en muchos hogares sanantoninos.
"Somos una organización privada, sin fines de lucro, creada debido a la realidad social de gran vulnerabilidad que viven muchas familias de nuestro país y especialmente en nuestra comuna, que ha quedado evidenciada, sobre todo en estos momentos, por la actual pandemia mundial", explica Karla Vásquez.
La creación del Banco de Alimentos se materializó este año por la pandemia, pero con la intención de mantenerse activo permanentemente. "Es una idea que tenía hace mucho tiempo, una inquietud personal de realizar acciones sociales y voluntariado y tiene que ver con un tema familiar, nace de las propias vivencias", admitió Karla Vásquez.
El comienzo
Los voluntarios que acudieron al llamado de Karla Vásquez se unieron con la finalidad de ayudar a familias que no pueden acceder por sus propios medios a alimentos. Ellos están convencidos que con la ayuda de todos, las cosas pueden mejorar.
"En estos momentos contamos con un excelente equipo voluntario de trabajo, muy comprometido en el desarrollo de esta labor social que se realiza día a día, dispuestos a dar lo mejor de cada uno y aprender de esta experiencia para seguir mejorando siempre en pro de la comunidad", reconoce Karla.
Comenzaron entregando 30 canastas, ahora ya van en 70. Funcionan a través de la colaboración de personas de buen corazón que apoyan con mercadería, útiles de aseo, dinero y el préstamo de una sede para reunirse a trabajar.
¿Cómo se contactan con las personas que necesitan ayuda?
-La gente se comunica con nosotros a través de las redes sociales, ya sea para pedir ayudar para ellos mismos, un vecino o un familiar. Les hacemos llegar una ficha que deben llenar con sus datos, analizamos esos antecedentes y les entregamos la caja. Esa es la metodología que usamos. Tenemos una plantilla donde están todos nuestros beneficiaros y vamos viendo la forma de hacer una siguiente entrega si las circunstancias son las mismas de cuando entregamos la primera canasta. Les hacemos seguimiento.
Karla explica que tienen su propia ficha, no la que ocupa la mayoría de quienes entregan ayuda que es la ficha social de hogares. "Nosotros no tomamos en cuenta eso, porque específicamente ahora con la pandemia, cualquier persona puede estar pasándolo mal; gente que antes nunca había recibido una ayuda o no había necesitado una caja, pero ahora quedó sin trabajo. Los adultos mayores también son prioridad para nosotros", admite.
Banco de Alimentos tiene voluntarios con tareas específicas: los del área social llaman, van y verificar los datos y que el contacto necesite realmente la ayuda; otros son los encargados del inventario, la logística y reparto.
"Todos son súper solidarios porque lo que hacen es sin ninguna retribución. Además, armar canastas no es tan fácil, hay que dedicarse, ver a quién le toca. No todas las canastas son iguales, las adaptamos de acuerdo con el número de integrantes en la familia, si hay guaguas o adultos mayores. Esa es la dinámica", explica.
Karla Vásquez agrega que "somos súper ordenados, tanto en las entregas como en las colaboraciones tenemos mucho orden, así hemos funcionado y nos ha ido bien".
¿Quiénes hacen las donaciones: personas naturales o empresas?
- Como Banco de Alimentos San Antonio mantenemos un stock permanente de alimentos no perecibles y artículos de aseo e higiene en el punto general de acopio. Estos productos han sido donados mayoritariamente por personas de la comunidad y algunas empresas como Lucas Lok y Kamig, relacionadas con la refrigeración en la comuna, que ayudan todas las semanas con un monto de dinero en alimentos no perecibles y artículos de aseo e higiene. También, Casa Teresa Parra Dávila, una sociedad que nos facilita un espacioso local ubicado en avenida Pedro Montt, en San Antonio, donde acopiamos la mercadería y preparamos las canastas de alimentos que luego se repartimos. Ellos son también quienes donan cupones de 11 mil pesos que sirven en la comprar de cilindros de gas y que nosotros entregamos también a personas que lo necesiten.
Banco de Alimentos también colabora con distintas ollas comunes que se acercan a solicitar ayuda. "Al comienzo recibimos muchas solicitudes de ollas comunitarias y no podíamos cubrirlas todas porque era imposible. Tenemos muchos beneficiarios, por lo que tomamos la decisión de aportar mensualmente con dos ollas comunes cada vez. No todos juntos, pero sí de a poco", explica Karla.
Futuro
Karla Vásquez Quijada es titulada de la carrera de Derecho, tiene una hija de tres años y vive con su pareja y, mientras dure la pandemia, también con su madre.
Sus planes son continuar con el Banco de Alimentos después de que pase la crisis sanitaria. "Queremos seguir ayudando porque lamentablemente la pobreza no se acaba, ahora se ha acrecentado y nunca se va a acabar", lamentó.
Agregó que "comenzaremos a realizar todos los trámites legales para convertirnos en una Organización No Gubernamental (ONG), ese es nuestro objetivo. Ahora solo dependemos de la colaboración de personas y la gente ha sido muy solidaria, pero también hay momentos en que nos vemos al tope".
Desde siempre Karla ha estado realizando labores sociales. Antes de esto, en Navidad retiraba hasta 10 cartas de Correos de Chile y cumplía el sueño de niños y niñas que ilusionados escribían pidiendo un regalo al Viejito Pascuero.
"Es que cuando uno ha pasado por tantas cosas en la vida, lo único que quiere es devolver la mano", señaló.
¿Su vida ha sido complicada?
-Creo que las propias vivencias te van haciendo una mejor persona. Nací en la 30 de marzo y de chica siempre trabajé en la feria con mi mamá; también hacíamos pan amasado, empanadas o platos únicos para pagarme la universidad. Tuve la necesidad, entonces la conozco y la entiendo, sé lo que es. Y quiero contribuir a que no sean tantas las familias con necesidades. Nosotros nunca recibimos ayuda, siempre trabajando mucho y eso, yo creo, activa la conciencia social porque también lo viví, esa es mi motivación. Uno no se puede quejar porque ve la situación de los demás.
Si quiere colaborar o conocer más de esta acción solidaria puede visitar la página de Facebook "Banco Alimentos San Antonio", comunicarse al +56 9 42348279 o escribir al correo electrónico bancoalimentosanantonio@gmail.com.
"Somos una organización (...) creada debido a la realidad social de gran vulnerabilidad que viven muchas familias".
"Queremos seguir ayudando porque lamentablemente la pobreza no se acaba, ahora se ha acrecentado".