Mujeres de Lo Gallardo crean arte con ancestral técnica de bordado a mano
Son tres generaciones que tienen la virtud de saber bordar y a través de su tienda online "Puntaditas que unen" muestran lo que les apasiona, productos que llenan los ambientes de colores y alegría.
El oficio de bordar ha reunido a muchas mujeres que, lo largo de la historia, han creado potentes historias colectivas, políticas y amistades, muchas veces hermandades más allá de los lazos sanguíneos.
Las tres mujeres de esta historia son el ejemplo gráfico de lo anterior.
Digna Céspedes (65 años) es dueña de casa y la madre de Marcela Martínez (45 años), profesora de educación básica y suegra de Gema Pérez (23 años), estudiante de orfebrería y artesana: tres generaciones de mujeres de Lo Gallardo, unidas por su pasión por el bordado.
Juntas crearon "Puntaditas que unen", emprendimiento que consiste en la creación de bordados hechos a mano con diferentes técnicas, texturas y materiales.
"Nos juntamos a trabajar, compartir conocimientos y hacer lo que más nos gusta a las tres", asegura Gema Pérez y agrega que "la idea del emprendimiento nace del interés que teníamos por hacer arte, debido a que las tres tenemos habilidades manuales y nuestras ideas se potencian".
Hace cinco meses, a propósito de la cuarentena por el covid-19, comenzaron con "Puntaditas que unen", nombre que deriva de puntadas de bordado y unen porque son tres generaciones de mujeres compartiendo ideas. "Quisimos aprovechar el tiempo ya que las tres somos inquietas. Decidimos emprender juntas porque somos familia y más que un trabajo es un placer bordar, ya que compartimos, conversamos, nos distrae y nos une más aún", manifiesta Marcela Martínez que se dedica a bordar cuadros de Crewell que son como pintar, con aguja y lana, situaciones de la vida cotidiana.
Mientras Digna borda almohadones, manteles, pieseras y servilletas con hilo de bordar y cinta. Gema interviene prendas con bordado a mano para hacerlas únicas, además realiza bordados a pedido y es la encargada de administrar redes sociales.
Ancestral
Las personas a las que les gusta bordar lo hacen por un sentimiento profundo que abarca este ritual, entre otras, la necesidad de parar, ir al ritmo que se quiera y tener tiempo para uno mismo. También el compartir una misma pasión. Lo que sí está claro es que la pandemia fue el toque final para reencontrase con el bordado.
"El bordado es una herencia familiar. Entre las tres compartimos ideas, nos envíamos fotos por WhatsApp para ir viendo los avances. Es un momento de unión donde la experiencia de cada una cuenta. Descubrimos que compartimos un gusto que nos apasiona. El bordado es arte, creatividad, pasión, con lanas y agujas tenemos una nueva forma de expresarnos, de contar historias y de convertir algo simple en una pieza única, femenina y mágica", remarcó Gema Pérez.
La joven orfebre sostuvo que "el bordado es una tradición de muchos años y, principalmente, se enseñaba a las niñas para demostrar su feminidad. En la actualidad bordamos para representar nuestras vivencias, como por ejemplo en Crewell hemos bordado leyendas de San Antonio, la casa de piedra donde crecieron los abuelos de Marcela en Lo Gallardo y que ya no existe. Podemos plasmar imágenes, sentimientos, emociones que queremos transmitir a partir de nuestra creatividad y habilidad manual".
Marcela Martínez declaró que "los bordados son una tradición ancestral y somos tres generaciones de mujeres que tratamos de seguir con esta práctica que hace que el mundo se vea más bonito, con colores y texturas impregnadas de sentimientos y emociones".
Digna agregó que "además, se ha vuelto una tradición juntarnos a bordar, conversar y compartir un mater, nos aconsejamos y hablamos de la vida. El objetivo es traspasar conocimiento que esperamos, en el futuro, haya bisnietas o tataranietas que conozcan este arte".
Tienda online
Antes de emprender, cada una se dedicaba a cosas distintas, pero siempre el bordado ha sido lo que tienen en común.
Marcela es profesora de lenguaje y siempre le ha gustado bordar y pintar a óleo. Digna es dueña de casa, madre de tres hijos, abuela y desde siempre ha bordado. Gema estaba en un curso de orfebrería antes de la pandemia y le gusta todo lo que se relacione con el arte y crear.
¿Qué productos tienen para la venta?
Gema: Tenemos cuadros de Crewell, mascarillas confeccionadas y bordadas a mano, ropa intervenida como gorros, shorts, blusas, poleras y faldas, todo bordado; además de cojines, manteles, servilletas, pieseras y caminos de mesa.
Su idea futura con relación a su emprendimiento es seguir creciendo y perfeccionándose en lo que hace cada una.
"No nos habíamos planteado algún proyecto, pero nos hemos dado cuenta de que a la gente le gusta lo que hacemos y ha tenido buena recepción nuestra tienda online. Hemos vendido harto y nos hacen pedidos. Atendemos de manera personalizada, trabajamos con las ideas de los clientes, fusionadas con nuestras ideas lo que da un resultado algo único y genial", concluye Gema.
"Puntaditas que unen" tiene página en Facebook e Instagram.