Pesar por muerte de querida profesora de la escuela de Tejas
Glenda Salgado falleció a última del jueves rodeada de su familia. Quienes la conocieron reconocieron su vocación y compromiso con la educación pública.
El cáncer apagó la vida de la profesora Glenda Salgado Espinoza (69), quien falleció en su casa de Llolleo acompañada de su círculo más íntimo. La docente sanantonina destacó como profesora de la escuela Pedro Viveros Ormeño de Tejas Verdes, donde llegó a ser directora en el final de su carrera.
La muerte de la querida maestra sanantonina golpeó fuerte a quienes la conocieron y especialmente a su familia, donde su única hija, Jéssica Salgado, tuvo sentidas palabras para recordar a su querida madre.
"Quiero agradecer todas las muestras de cariño que hemos recibido porque ella educó a muchas generaciones de sanantoninos. En estas horas hemos recibido mucho amor de quienes la querían y eso me hace sentir orgullosa de la madre que tuve, la gran amiga que fue para mi y sé que la voy a extrañar mucho pero me quedo con su ejemplo y entrega, que fue lo que marcó su vida", dijo la hija.
Más apoyo
También reconoció el apoyo que recibieron de la "familia, de compañeros del liceo Fiscal de la generación del '69, con quienes siempre se juntó y estaban en contacto. Ellos se han preocupado mucho por ella y han tenido contacto permanente conmigo para saber de mi mamá, que fue muchos años profesora de la escuela Pedro Viveros Ormeño de Tejas Verdes, donde jubiló como directora".
Eliana Rojas, expresidenta del Colegio de Profesores de San Antonio, con quien compartió labores en la escuela Pedro Viveros, y con quien Glenda cultivó una amistad de toda la vida, dijo que "fue una profesora con real vocación y eso marcó su paso por la escuela Pedro Viveros, donde se desempeñó como profesora, llegando a ser directora del establecimiento educacional municipal. No sólo se preocupó de lo académico y la disciplina, sino que también le entregó su apoyo a los estudiantes y a las familias que lo necesitaban".
Gran corazón
La ex presidenta del Colegio de Profesores recordó también que su amiga "tenía una idea de lo que era la educación de nuestros niños muy parecida a la mía, se conmovía con los niños, trataba de ayudarlos, tenía un corazón muy grande, era una mujer muy noble. Siempre ayudando a los niños y a las mamás incluso, preocupándose de ellas".
Además, destacó la preocupación que mantuvo por la escuela y sus alumnos, a pesar de haberse retirado del recinto debido a su enfermedad. "Ella siempre estaba preocupada de la escuela, de los niños, de cómo funcionaba todo, a pesar de que estaba con licencia y haciéndose su tratamiento de su cáncer con su quimio, radioterapia, los viajes, ella se sobreponía. Ahí la empecé a admirar, porque tenía una fortaleza increíble".
Jéssica Salgado dijo que "quienes quieran despedirse de mi mamá pueden venir a la casa en calle Providencia 645 donde la velaremos hasta mañana (hoy) y de ahí con el círculo íntimo de la familia viajaremos a Santiago a cumplir su voluntad, que fue ser cremada".
Glenda Salgado vivió para su única hija Jéssica y siempre tuvo un gran cariño por los niños y por su amada nieta Leonora, quien alegró sus últimos años.
"Quiero agradecer todas las muestras de cariño que hemos recibido porque ella educó a muchas generaciones de sanantoninos",
Jéssica Salgado,, hija de la profesora